Un
camino que recorreremos toda la vida
A
muchas de las personas que pasan por consulta o por los talleres y
cursos que impartimos, cuando les preguntamos "¿cuál es tu
objetivo al venir aquí?", responden: "Estar bien".
Pero, ¿qué significa estar bien?
El
bienestar es un concepto que engloba todas las áreas de nuestra
vida. En ocasiones resulta un tanto generalista, por lo que puede que
no sepamos muy bien qué significa. Para mí el bienestar pasa por
nutrir conscientemente cada una de nuestras partes, a nivel físico,
emocional, mental y energético; yo llamo a esto nutrición
holística, (del griego ὅλος [hólos]: «todo», «por entero»,
«totalidad»). La comprensión de que los sistemas y sus propiedades
deben ser analizados en su conjunto y no solo a través de las partes
que los componen. El holismo analiza y observa el sistema como un
todo integrado y global que en definitiva determina cómo se
comportan las partes, mientras que un mero análisis de estas no
puede explicar por completo el funcionamiento del todo.
Es
por eso que trabajo con el concepto NEAC: Nutrición Emocional y
Alimentación Consciente. Una nutrición emocional, que comprende al
ser humano de forma global, entendiendo que hay otros cuerpos que
nutrir y buscando la fórmula para hacerlo a través de la
comprensión de cada una de sus partes y de sus necesidades. La
alimentación consciente nos recuerda que somos también un cuerpo,
que todo está conectado con los ritmos naturales y que si nos
tratamos bien a nivel físico podemos prevenir trastornos,
equilibrarnos y alcanzar el bienestar global.
Cada
parte del sistema influye en el todo. Si queremos nutrir y alimentar
el resto de nuestros cuerpos lo tendremos que hacer mejorando
nuestras dinámicas, pensamientos, creencias, hábitos y comenzando a
llevar una vida más coherente, no solamente mejorando nuestra
alimentación.
Es
por eso que cuando uno dice que quiere estar bien debe tener muy
claro que la nueva vida le va a costar la vieja. O, dicho de otro
modo, que el bienestar es una carrera de fondo, una revisión
profunda de uno mismo y del entorno, una mirada global y con
perspectiva no solo de quienes somos sino de quienes queremos llegar
a ser. No podemos darnos lo que necesitamos si no sabemos qué es
exactamente, y para eso es necesario comenzar a estudiarse, revisar
nuestras creencias limitantes, nuestros patrones, el funcionamiento
de nuestra biología y tener mucha paciencia y amor.
Esta
profunda revisión la podemos comenzar a través de algo tan sencillo
como hacernos preguntas. Por ejemplo, puedo empezar por preguntar el
para qué de las cosas. Cuando algo nos ocurre tendemos a
lamentarnos, preguntándonos «¿por qué a mí?». Esa pregunta
genera siempre un bucle que no nos lleva a ninguna parte. Pero si me
pregunto «¿para qué me ha ocurrido esto?», quizá pueda aprender
algo y seguir adelante.
Puedo
preguntarme si soy coherente con la vida que quiero tener, si estoy
cuidando de mi cuerpo lo suficiente, si soy respetuoso con mi entorno
o si, por el contrario, me paso el día criticando o bufando, siendo
un esclavo de mis enfados y de las circunstancias. Me puedo preguntar
si estoy cumpliendo con mis propósitos, o incluso si los tengo. Si
me levanto y estoy satisfecho, si me acuesto y le encuentro sentido a
lo que hago.
Estar bien es un camino, un camino que recorreremos
toda la vida y que cambia a cada paso andado.
Este
año emprendemos una nueva formación de Nutrición
Emocional y Alimentación Consciente que
pretende acompañar a las personas hacia una mirada holística de sí
mismas y del mundo que las rodea. Si quieres saber más puedes
llamar al 960 034 119 o escribir
a info@institutovalencianodeterapiasnaturales.com
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