NO
HAY MÁS
La
posibilidad que tenemos de elegir lo que queremos ver
y
desde que lado queremos verlo, si desde el amor o desde el miedo.
La
elección siempre es nuestra y siempre podemos volver a elegir, cada
vez.
Cuando
me duele lo que veo, pienso
“Hay
otra manera de ver esto”
Entonces
el dolor se va.
Que
el sufrimiento es solo miedo.
Más
que saberlo, lo siento,
que
el amor no mata para salvar.
Que
la primera voz que suena en mi cabeza
me
pilla desarmado y por sorpresa
y
absurdo es darle veracidad.
Es
cierto que no sé nada
y
lo que intuyo es velada
información
que me invita a elucubrar.
Y
fabricar, fabricamos
las
creencias inmutables,
salvavidas
insalvables,
increíbles
juegos de azar.
Narramos
lo inenarrable,
confundimos
lo palpable
como
prueba irrefutable de la verdad.
Así
sin más, así sin más.
Todo
debe ser a la medida
de
nuestro ego, el suicida,
el
que trata siempre de engañar.
Creer
que la suerte está echada
es
la demente asonada
que
confunde correr con volar.
Nos
volvemos torpes y taciturnos,
ahogados
en la orilla de lo absurdo
sin
ver que un poco más allá
se
encuentra la maravilla
donde
la luz siempre brilla
que
es lo que somos sin más.
Y
crear, creamos
en
el origen invisible
donde
solo es plausible
el
amar por el amar.
Pues
solo se hace creíble
todo
lo que es invisible
lo
eterno e inextinguible que da paz.
A.BARO
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