NADA ES MÁS IMPORTANTE QUE SER FIEL A SÍ MISMO
Herman Hesse nos animó a ser obstinados, porque en este mundo caótico, extraño y difícil, pocos elementos tienen tanto valor como ser fieles a nuestra escala de valores. Es así como emerge la libertad.
Herman Hesse es una
de las figuras más significativas de la literatura. Buena parte de su
obra está focalizada en un objetivo: reflexionar sobre el yo y transitar en las
intimidades del propio corazón para encender el autodescubrimiento. Por ello,
uno de sus trabajos más importantes fue sin duda Obstinación, un
ensayo en el que recuerda la importancia de ser fiel uno mismo.
Hablando de Hesse, nos vienen de inmediato a la mente libros
como Siddartha, El lobo estepario o Demian. Sin
embargo, en este libro se recopilan todos sus escritos autobiográficos. En sus
páginas recuerda que cada cosa en
este universo, como las estrellas, el viento o los árboles, tiene su propio
sentido, su propia ley.
Sin embargo, a menudo las personas acabamos alejadas de
nuestra esencia. La sociedad suele apagar nuestras voces, nos domestica,
difuminando nuestros sueños más profundos. Es tarea nuestra ser obstinados y auténticos, recordar que solo quien
es fiel a su esencia alcanzará la iluminación y la auténtica felicidad.
“La vida de cada persona es un camino hacia sí mismo, el
intento de un camino, el esbozo de un sendero. Pero nadie ha llegado a ser él
mismo por completo” -Demian-
Ser fiel a uno mismo debería ser nuestra principal
obstinación
Herman Hesse fue
educado en el pietismo. Se trataba de un movimiento religioso
protestante originado en la segunda mitad del siglo XVII que buscaba
revitalizar la fe mediante la conversión interior, la piedad y la unión de los
fieles. El célebre escritor, poeta y pintor alemán acabó huyendo de ese entorno
opresivo.
Es importante destacar que su existencia no fue fácil.
Intentó quitarse la vida en varias ocasiones y pasó alguna estadía en
instituciones para enfermos mentales. Sin embargo, Hesse no tardó en hallar la calma y el equilibrio en el mundo de las letras y la
escritura. Se convirtió en librero y ese vínculo apacible
con la lectura le permitió hallar un refugio existencial apacible, un camino de
crecimiento y libertad interna excepcional.
Ese cambio solo fue posible cuando fue capaz de escrutarse a
sí mismo. Fue un niño que se hacía preguntas de manera constante, una inquietud
que los adultos criticaban por considerarla fútil. Sin embargo, Herman Hesse
descubrió que solo quien cuestiona el ecosistema alcanza el autoconocimiento.
“Ninguno de los libros de este mundo te aportará
felicidad, pero secretamente te devuelven a ti mismo”. -Herman Hesse-
Somos finitos, celebremos la vida de acuerdo a nuestra
esencia
“Hay una virtud
que quiero mucho, una sola. Se
llama obstinación. Todas las demás, sobre las que leemos en los
libros y oímos hablar a los maestros, no me interesan”.
Herman Hesse ensalzaba esa dimensión por pensar que el
obstinado obedece a su propio corazón y se atreve a ser fiel a sí mismo.
En el ensayo que lleva por título Obstinación recuerda
que el imperativo que
subyace en nuestra sociedad de seguir las convenciones nos enferma. La
presión de ser y actuar como los demás y
quedar opacados por lo normativo nos desubica, nos arroja al continente
de la infelicidad. Sin embargo, el que es obstinado obedece a otra
ley más sagrada y no es otra que la de seguir lo que a él le parece que
tiene sentido.
Recordemos que somos seres finitos, que el ocaso de la
existencia llega pronto y que es necesario vivir de acuerdo a nuestras
esencias. Hesse lo logró a través del arte. La poesía, la escritura y la pintura fueron su redención y el único modo
de alcanzar una vida plena. Hasta el momento, solo había caminado
entre tinieblas, incapaz de saber quién era, qué quería y cuál era su auténtico
camino en esta realidad…
Libertad es ser fiel a uno mismo
Muchas veces, ser
fiel a uno mismo implica aceptar el caos, tanto el externo como el interno.
Herman Hesse insiste en que pocas cosas son más bellas y necesarias como la
variedad de mentalidades, filosofías, razas, pueblos y lenguas. En ese desorden, hay
en realidad una gran armonía y belleza, porque el ser humano es diverso,
contradictorio e inmensamente complejo.
También nosotros lo somos en nuestra intimidad. Por ello, en
muchas de sus novelas, ensayos y diarios personales ensalza la necesidad de
mirarnos sin juicios de valor. La idea es contemplarnos y
aceptarnos tal y como somos, sin reprimir nada. Solo entonces seremos
libres, cuando asumamos nuestras particularidades y contradicciones, cuando nos
atrevamos a vivir de acuerdo a nuestra esencia…
El que es obstinado obedece a otra ley, a una sola,
absolutamente sagrada, a la ley que lleva en sí mismo, al «propio
sentido».
La obstinación, según Herman Hesse, es ser fiel a uno mismo.
Obedecer las propias esencias.
La necesidad de buscar el propio sentido de las cosas, de
ser nuestros propios héroes
Obstinación en
alemán es Eigensinn, palabra compuesta que significa ‘propio
sentido’. Es más que fascinante comprobar como las lenguas
encierran realidades que describen el sentir del ser humano, propósitos en los
que reflexionar e ideas que no podemos olvidar. Si Herman Hesse nos animó a ser
obstinados en la vida, se debe a un hecho indudable.
Él mismo describió cómo eran los auténticos héroes. Alguien
heroico nunca será complaciente u obediente, sino más bien una persona
obstinada en construir su propio destino. Son figuras que buscan su propio
sentido de las cosas y que escuchan esa voz misteriosa de su interior que les
insta a seguir creciendo, a seguir siendo fieles a uno mismo…
Ese, y no otro, es el auténtico sendero del bienestar
existencial.
https://lamenteesmaravillosa.com/segun-hermann-hesse-nada-es-mas-importante-ser-fiel-uno-mismo/
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