TIENES QUE ESTAR SOLO
Tienes
que estar solo. No siempre, pero sí ahora.
Sabes
que te hace falta, aunque huyas de esa idea y te asuste quedarte
contigo mismo… Precisamente por eso, tienes que estarlo. Siempre
tenemos que acercarnos a conocer lo que nos da miedo, para saber por
qué y afrontarlo. Si no, le cedemos las riendas y nos dejamos caer
sin saber a dónde vamos.
Tienes
que estar solo porque te da miedo estar solo. Aunque tengas personas
alrededor que te quieren, necesitas encontrarte a ti para saber quién
eres.
Es
la única forma de notar por dónde entra el frío en tu casa y
hacerte cargo de los muebles rotos. La única forma de saber cómo
entra la luz y por qué se pierde… Qué pusiste delante para
ocultar tus rincones más sucios y oscuros y qué escondes en ellos…
Tienes
que estar solo un rato que parecerá eterno al principio para
descubrir que la eternidad es momento en el que bajas la vista y te
ves los pies y te preguntas por qué están parados y muertos… Para
mirar en el espejo que nunca miras y verte a ti con tanto miedo a
mirar que apenas se te dibujan las facciones…
Tienes
que estar solo para amar tus huesos tristes y tus milhojas de culpas
y resentimiento. Para aceptar que si no hay luz es porque tú no la
enciendes, porque no desprendes luz y porque hasta ahora has buscado
excusas para no hacerlo y has señalado con el dedo a otros porque
decías que no te dejaban brillar…
Sólo
brilla el que quiere. Nadie que no conozca sus penas más antiguas
brilla… Nadie que no ame sus miserias ni sea incapaz de sacar al
sol sus amarguras y debilidades puede brillar. Nadie que huya de sus
miedos ni de sí mismo brilla.
No
mires a los lados buscando cómplices de tu cobardía ni culpables de
tu desgracia, nadie te impide brillar ahora, dejas de brillar tú
porque te escondes y no das valor a lo que eres.
Tienes
que estar solo porque temes estar solo. Y sólo abrazando tu soledad
conseguirás sentirte siempre bien contigo mismo, acompañado por tu
esencia, cerca de las personas a las que amas no por necesidad sino
por el regalo de amar.
Tienes
que aprender a estar solo para poder elegir libremente estar
acompañado, para dejar de someterte a chantajes y relaciones a
medias, para escoger con quién quieres estar y no someterte nunca
más ni mendigar cariño.
Tienes
que estar solo para enamorarte y amarte. Para aceptar cada átomo que
hay en ti y descubrir que es maravilloso e imperfecto y que su
imperfección es necesaria, útil, fantástica.
Para
borrar esa mueca triste que haces cuando te ves, el asco que alguna
vez has sentido por tu forma y tu necesidad de esconderla… Para
conocer todas tus aristas cortantes y tus esquinas suaves y
deliciosas.
Tienes
que estar solo para encontrarte y asumirte. Para bucear en tus
recuerdos con ojos nuevos y dejar marchar el dolor y la rabia que
acumulan. Para encontrar esa parte de ti que te entusiasma y hacerla
grande, enorme, inmensa.
Tienes
que estar solo ahora, porque te están creciendo las alas y necesitan
paz y silencio…
Para
entender todos tus errores y besar todos tus aciertos… Para abrir
tu mente y hacer callar a tus pensamientos más amargos y tus
predicciones más terribles… Para dibujar otra vez tu camino, si
hace falta, para que sea más tuyo.
Tienes
que estar solo para descubrir tu magia y encontrar la forma de
contagiarla, para curarte de ti y curar al mundo de sí mismo si
quiere cuando aprendas a volar. Para encontrar esa persona que habita
en ti y que cuando quiere no encuentra límites ni se encierra dentro
de nada, para convertirte por fin en ese ser libre y maravilloso que
realmente eres.
Tienes
que hacerlo porque te lo debes. Porque aún no has alcanzado tu
tamaño real y el mundo te espera…
Tienes
que estar solo para no tener más remedio que quererte y acompañarte.
Para topar contigo en todas las esquinas de tu casa y acabar
abrazándote y contándote esas historias que nunca te atreviste a
contar y llevas incrustadas en las entrañas esperando que las dejes
salir… Para coserte las heridas y llorar mil horas, sacando pena
acumulada, y riéndote de ti mismo con tantas ganas que te quedes
agotado y feliz.
Tienes
que estar solo para encontrar tu luz…
Tienes
que estar solo para no sentirte solo nunca más.
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