HOY TE TOCA A TI
Ya lo sé, estás
cansado… Es complicado seguir el ritmo de una vida que a veces
parece que se rompe… A veces, incluso parece que sólo se rompe
para ti, pero no es cierto. Hay millones de vidas rotas y echas
pedazos que se recomponen cada día… Millones de alas rotas que
vuelven a volar… Millones de árboles con ramas desnudas que
vuelven a brotar…
A veces la vida te
deja desnudo y la soledad más rotunda te golpea el estómago. Y no
entiendes por qué y no sabes cómo. Intuyes que todo tiene un
sentido y una enseñanza, pero te duele demasiado para pensar en
ello…
Para los que llevan
la noche dentro es más complicado encontrar un atisbo de luz…
Aunque al final, creo, esa noche está ahí para que busquemos la luz
con más ganas… Como si nos hubieran subido el listón de repente
para que no nos durmamos a la hora de saltar…
He pensado mucho y
mal, a veces… He dado vueltas en mi conciencia a los obstáculos y
a las noches que llevamos metidas dentro que no nos dejan brillar y
ver por dónde vamos. Me he perdido mil veces en esas noches,
en mil noches distintas, pero con el mismo perfume y angustia… Las
he habitado hasta sentirme tan pequeña que nunca creí tener fuerza
para abrir la puerta y salir a encontrar la respuesta. Y al final,
considero que la noche se mete en ti porque la necesitas, porque
necesitamos oscuridad para ansiar la luz y pisar la cuerda floja para
amar la tierra firme… Y al mismo tiempo, acabar amando la noche por
lo mucho que nos ha sido útil para encontrar nuestra propia belleza.
Creo que el
antídoto es esa belleza. Encontrarla y sentirla, vivirla, pero
no en la luz sino en la noche. En el momento de más angustia, en el
instante en que más se nos retuerce el rostro y menos nos
reconocemos las facciones…
Vivir es confiar en
encontrar la luz en el momento de más oscuridad.
Ver tu belleza
cuando más harapos te visten.
Amar cuando menos
amor recibes.
Ser justo cuando
más injusto es contigo el mundo.
Vivir es creer en
nosotros cuando nadie cree. Cuando más desesperados estamos y
menos nos responde el cuerpo y las personas con las que contamos para
seguir están más ocupadas mirando a otro lado…
Eso te hace sentir
que estás solo, pero no es cierto. Lo que pasa es que hay cosas que
sólo puedes hacer tú. La soledad no viene a separarte de los demás,
viene a ti para que entiendas que tienes el poder. Para que sepas que
debes asumir tu responsabilidad con tu vida… Para que te enteres de
una vez que la solución está en tus manos.
Creo que cada uno
tiene un aprendizaje distinto, pero todos pasan por amar. Por besar a
tus monstruos y entender a los que te han hecho daño… Comprender
su dolor, sus miedos, sus rarezas y a veces su incapacidad para
hacerlo mejor, como la nuestra…
Tal vez todo esto
consiste en perdonar al mundo por no ser como sueñas y entender que
así es mejor. Que necesitas este mundo tal como es para llegar a ser
tú tal y como eres… Que sus sombras son las que te obligarán a
sacar tu luz y brillar intensamente… Amarlo tal y como es sin
esperar que cambie, mirarlo con otros ojos y ser capaz de apreciar
sus pequeños avances y sus errores más espantosos… Usar otras
palabras para definirlo y vencer sus reticencias con un abrazo
incondicional. Cuando amas a algo o a alguien lo conviertes en algo
digno de amor. Todos lo merecemos y quiénes menos saben amar es
quiénes más lo necesitan…
A veces, cuando
miras al mundo de otra forma, el mundo cambia de golpe.
Y también consiste
en perdonarte, comprenderte y asumirte. Bailar con tus momentos más
amargos, reírte de tus quejas y tus penas. Verlas como una
oportunidad para crecer y saltar… Convertir tus miedos en una
palanca… Catapultarte a ti mismo y descubrir que aquello que tal
vez te has esforzado en esconder de los ojos ajenos durante años es
justo lo que necesitabas mostrar para llegar a tus sueños…
Descubrir que lo que no has querido conocer de ti hasta ahora era la
clave para llegar al otro lado de tu conciencia, para tener la vida
que anhelas.
Y esa vida no
es perfecta tampoco, pero es tuya. Tiene momentos complicados
también. Es el resultado de elegir, de decidir sin dejar pasar un
solo día más sin rumbo, sin perder más tiempo en ningún plan que
no sea el tuyo.
Todos los grandes
planes de futuro llevan a ti. A ser más tú y estar mejor contigo.
Cuando consigues
eso, miras al mundo y lo ves hermoso. Miras al necio y entiendes su
necesaria necedad… Miras al orgulloso y comprendes su orgullo,
miras al cruel y sabes que es su forma de suplicar amor porque aún
no ha sido capaz de amar sus sombras… Decides al lado de quién
quieres caminar y de quién no, pero borras el resentimiento de
tus venas… Eso te transforma, te invade, te cambia de forma
inmediata.
Y te miras a ti y
ves que eres un poco ellos y un poco el mundo. Y te das cuenta de que
esto de vivir va en dos sentidos…
Hacia ti.
Hacia ese mundo
salvaje y maravilloso…
Hacia los millones
de personas que viven en él y están tan perdidos como tú y tienen
mucho miedo. Millones de personas que cada día buscan su luz.
Algunos ya han descubierto que pueden. Otros ya la usan con una
fuerza que ilumina el mundo… Quién sabe cuántos van a encontrar
hoy la suya y vivirán ese momento mágico…
Tal vez hoy te toca
a ti.
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