CONFÍO
EN TI
Confío
en ti. Por si no te lo ha dicho nadie en la vida, ni siquiera tú…
Confío
en tus idas y venidas y en tus dudas que parecen eternas… En tus
momentos más oscuros y tus regateos para imaginar un futuro más
asequible porque el futuro soñado se te hace cuesta arriba.
Confío
en tus alas rotas y tus miradas vacías buscando algo a lo que
agarrarse cuando la lluvia no para y no encuentras un rayo de sol que
se cuele por el quicio de tus puertas y alcance tus manos cansadas.
Confía en que amarás la lluvia tanto como yo cuando descubras que
está ahí para que aprendas a vivir.
Confío
en tus heridas, incluso las más profundas, las más abiertas y
descarnadas… Todas tienen un sentido trágico y maravilloso, un
momento amargo y uno dulce, un por qué que no se ve si no decides
verlo y aceptarlo… Una oportunidad que asumir y aprovechar…
Confío en tus errores y en todos y cada uno de tus lamentos
agotadores que suplican un pedazo de cielo, un poco de magia al que
sujetarse para flotar y no notar el camino de guijarros en los pies y
los noches sin luna.
Veo
tu espalda rota de cargar sueños sin verlos y tu pecho hundido de
respirar sin retener más aire que para andar ansioso, recortado,
medio triste, medio acelerado… Confío en ti porque sé que sabes
que puedes, aunque te olvidas, aunque se te escapan las palabras de
desaliento por la boca y los pensamientos negros te invaden la mente…
Confío en ti porque sé que tienes pendiente esa palabra hermosa
surcando tu garganta y estás apunto de decirla y soltar amarres
hasta llegar al final de un camino que es el principio de otro…
Confío
en ti, porque a pesar de que no confías a veces en ti ni en tu
talento sabes que podrás, que hay en ti una fuerza intensa que nunca
se apaga y siempre te impulsa a seguir…
Confío
en ti, lo digo en voz alta por si se te olvida, por si hoy te
levantas cansado de días y días sin ver la luz y empiezas a pensar
que no existe.
Por
si al despertar, un sabor amargo te ha invadido la boca y una nube
gris te ha caído en las sienes…
Para
que dejes de buscar, porque ya eres, ya tienes, ya estás…
Confío
en ti porque ya eres lo que buscas y esa luz que no ves eres tú,
pero andas sólo medio encendido porque no recuerdas que le diste al
interruptor de apagado porque un día viste cuánto brillabas y cómo
molestaba a algunos y tuviste miedo…
Porque
bajaste la cabeza y dijiste sí y aceptaste un destino que no te
pertenecía porque estabas demasiado asustado como para imaginar que
había otros finales posibles… Porque sé que acabarás amándote a
ti mismo como mereces y descubrirás que la única persona que se
aparta de lo que realmente le pertenece eres tú. Porque sé que el
día que te conozcas y te veas por entero sabrás lo mucho que tienes
dentro por compartir…
Tú
eres todos los caminos que estés dispuesto a recorrer, todos los
sueños imposibles a los que darles la vuelta y convertir en
realidades cotidianas… Eres la puerta que se abre y la luz que
entra por las rendijas cambiando el color de la tarde, de las caras,
de los suspiros, del aire que respiramos y de la voz que nos habla en
nuestro interior… Confío en tu miedo y en tu necesidad de
control, sé que van a llevarte a caer y fluir, a dejar de necesitar
y soltar emociones gastadas y ataduras absurdas… Sé que vas a
dejar ir esa parte de ti adicta a demostrar, a acumular y nunca dejar
escapar nada, cuando en realidad es ese apego tonto que te hacer
perderlo todo. Confío en todas y cada una de tus debilidades porque
sé que cuando descubras que no puedes evitar ser vulnerable, te
convertirás en alguien invencible…
Porque sé que has empezado un
camino para llegar a ti y conocerte, porque no es fácil pero le
estás empezando a encontrar el lado hermoso…
Confío
en ti porque estás hecho de un material tan resistente que jamás se
rompe en suficientes pedazos como para que no pueda reparase,
remendarse o volver tomar forma…
Lo que pasa es que no sabes cuánto
aguanta hasta que no lo pones a prueba, hasta que no lo estiras y le
das la vuelta, hasta que no lo zarandeas lo suficiente y lo haces
tocar fondo para ver si rebota, si sube, si remonta, si se adapta…
Para descubrir que es flexible y que lo puede todo, incluso fracasar
y aceptar el fracaso como parte del éxito, como parte del camino.
Confío
en ti y sé que vas a saltar. Sin red, sin seguro, sin más agarre
que tu fuerza y tus ganas de saber qué pasa si lo intentas… Sin
más destino que probarte que puedes, aunque al final no salga, no
llegues… Porque sabes que tu meta es el salto, el cambio, el
momento en que tus pies se despegan del suelo y notas que estás
vivo, que has decidido, que te has atrevido a ser tú. Porque ocultas
algo maravilloso en ti que todavía no has descubierto…
Confío
en ti porque yo ya salté y justo antes de hacerlo tenía tanto miedo
como tú. Porque estaba sola y todo estaba oscuro, pero sentía algo
dentro de mí que me invitaba a bailar… Un voz que decía «confío
en ti»…
Aquí
te espero, si quieres, si decides, si te atreves, si te das cuenta
que lo único que te separa de lo que deseas es el salto y la
confianza.
Por
si decides besar tu sombra y darle la mano y asumir tu irresistible
grandeza…
Mercè
Roura
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