UN DÍA SIN REÍR ES UN DÍA PERDIDO
Un día sin reír
se marcha en fuga por el horizonte como un día perdido. Esta frase
puede sonar a la campaña de publicidad de un dentista, pero se ha
demostrado científicamente que el córtex
cerebral
libera impulsos eléctricos un segundo después de que comience la
risa. Al reírnos, el
cerebro emite una orden que provoca la segregación de
endorfinas, produciendo
una sensación interna de confort y bienestar, además de aliviar el
dolor y aportar equilibrio a nuestro tono vital.
La risa es
un relajante natural y en cierta forma es una forma de meditación.
Si logramos reír, entraremos en un espacio donde no existe ni la
mente ni el tiempo. La mente, vive de expectativas, la risa es algo
que va más allá. Al igual que sucede con la meditación,
la risa consigue que fluyamos hacia un estado atemporal en el que
podemos desconectar y olvidarnos de todos nuestros quebraderos de
cabeza.
La risa es
tan terapéutica que hasta tiene su propia derivación en la
psicología: la risoterapia. Una
estrategia enfocada a producir estados emocionales a través de
la risa. Aunque no puede considerarse una terapia porque no
cura por sí misma enfermedades, sí ayuda a contrarrestar, por
ejemplo, los efectos negativos de la ansiedad o a disminuir la
intensidad de emociones con valencia negativa, como la tristeza.
Según van pasando los años tienes menos ganas de llorar por tonterías
y más ganas de reír por tonterías.
Beneficios de la risoterapia
La risoterapia
ayuda a desdramatizar las situaciones de la vida, desarrollando el
espíritu competitivo y optimista. Por eso las personas que realizan
risoterapia aprenden a tener una mejor visión de sí mismos, de su
entorno y de sus posibilidades. Por eso, esas situaciones que nos
hacen reír “de manera tonta” son tan irresistibles.
Lo que nos indica
esta técnica es que hay que reír, por lo menos, un minuto durante
tres veces al día. Aunque parezca muy poco, es suficiente para que
una persona note mejoras en su calidad de vida, siendo la risa una
gran medida preventiva frente a estados emocionales no deseados. En
definitiva, la
risoterapia nos permite liberar estrés (bajar
nuestro nivel de cortisol) y mejorar nuestra actitud ante las
situaciones de la vida.
Diversos estudios
científicos han comprobado que reírse
es beneficioso para la salud, contribuye a aumentar nuestras defensas
y favorece el equilibrio psicológico. ¿A qué esperáis para probar
la terapia de la risa?
“Hay
personas que nos hacen reír aunque no se lo propongan, lo logran
sobre todo porque nos dan contento con su presencia y así nos basta
para soltar la risa con muy poco, sólo con verlas y estar en su
compañía y oírlas, aunque no estén diciendo nada del otro mundo o
incluso empalmen tonterías y guasas deliberadamente, que sin embargo
nos caen todas en gracia”
-Javier
Marías-
La risa nos aleja de la depresión
Una de las mejores
técnicas para combatir la depresión
es el sentido del humor. Será mucho más fácil alejarnos de
las emociones y los pensamientos negativos si observamos e
interpretamos lo que nos sucede desde los filtros positivos del
humor. No olvidemos que la
forma que tenemos de interpretar los hechos condiciona más a nuestro
estado de ánimo, que los hechos en sí mismos.
Así, la
risoterapia es una técnica beneficiosa y eficaz como complemento de
la terapia utilizada para luchar contra la depresión. Al reírnos
nos sentimos más relajados, más felices, más tranquilos, más
aliviados. Además, como ya hemos apuntado antes, a nivel químico la
risa genera endorfinas
que nos llevan a sentirnos mejor. Ya lo decía Pablo Neruda; la
risa sincera es un espejo de nuestro interior, por
lo que tomarse la vida con humor es una forma de cuidar
nuestra salud.
“No
hay nada como las respiraciones hondas tras haberte reído tanto.
Nada
en el mundo como un estómago dolorido por una buena razón”
-Stephen
Chbosky-
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