Aun
hoy en día con los tiempos que corren hay un gran número de seres
humanos que todavía piensan que los hombres no lloran, que sentir
miedo es de cobardes y que los mensajes de amor son ñoñerías, si
eres uno de ellos el artículo de hoy te ayudara a reflexionar.
Ya
va siendo hora de que entiendas la importancia y lo beneficioso de
expresar los sentimientos. Y recuerda que a expresar los
sentimientos, también se aprende.
Hay
muchas personas a las que les cuesta exteriorizar lo que piensan,
pero son más a las que les es difícil expresar lo que sienten. La
cultura y la educación tienen un peso (negativo) importante en esta
cuestión.
A
expresar los sentimientos se aprende en la infancia. Es por eso que
los niños que han crecido en casas donde los padres no se
demostraban afecto, donde el padre jamás reconoció sentirse
orgulloso de la familia, donde la madre callaba cuando se sentía
sola o deprimida o donde los hijos tenían que contener su rabia,
hoy son adultos con serios problemas para dar a conocer aquello que
sienten.
Uno
de los motivos por los que no expresamos lo que sentimos es para
EVITAR CONFLICTOS. Hay quien cree que así evita hacer daño a otra
persona, y no se da cuenta que el daño se lo hace el mismo al
reprimirse.
Otra
razón puede ser el MIEDO A SENTIRSE RECHAZADO o creer que
no le van a entender.
Esto
se soluciona mejorando la autoestima y comunicándose de forma
asertiva. Además, la sociedad nos dice que hay ciertas emociones
que debemos controlar.
Están
mal vistos los celos, los enfados, la rabia, la ansiedad, la
depresión… vamos, lo que algunos llaman, equivocadamente las
emociones negativas.
La
realidad es otra muy diferente ya que no hay emociones positivas ni
negativas.
No
debemos aprender a controlarlas sino a gestionarlas, para que nos
aporten todo el conocimiento que traen consigo.
Expresar
aquello que nos gusta, lo que nos da miedo, decir las cosas que nos
generan alegría, las que percibimos con asco, expresar nuestro
agradecimiento o mostrar muestras disculpas es lo que nos ayuda a
liberar y a compartir nuestros sentimientos, y es la mejor manera de
sentirnos bien.
REPRIMIR
MOSTRAR TUS SENTIMIENTOS PUEDE ENFERMARTE
Las
personas que reprimen constantemente lo que sienten, bien sea por
vergüenza, por timidez o por miedo, acaban enfermando.
Existen
algunas enfermedades directamente relacionas con la incapacidad de
expresar emociones y sentimientos: los dolores de estómago, las
úlceras, los infartos, la hipertensión y el síndrome del colon
irritable son algunos ejemplos.
Pero
además de lo que nos puede ocasionar a nivel físico, vivir
guardando nuestros sentimientos puede llegar a deteriorar seriamente
las relaciones con las personas que queremos.
NUESTROS
SERES QUERIDOS, NO SON ADIVINOS SI QUEREMOS QUE SEPAN LO QUE NOS
PASA, DEBEMOS DECÍRSELO.
Saber
cuánto queremos a los demás no es suficiente: lo importante es que
ellos también lo sepan. Estamos acostumbrados a dar por sentado
que los demás saben lo que sentimos, o aún peor, tendemos a querer
que lo adivinen.
Ésta
es la razón de numerosos conflictos en el ámbito familiar y de
pareja.
SI
REALMENTE QUIERES A UNA PERSONA…DÍSELO No esperes una
ocasión especial, busca cualquier excusa y dile lo que sientes por
ella.
Puede
que te parezca una tontería, pero eso hará que siempre lo tenga
presente, que no tenga que imaginarlo, y ayudará a mantener vivo
ese sentimiento.
¿CÓMO
PODEMOS EXPRESAR NUESTROS SENTIMIENTOS?
Los
sentimientos se pueden expresar de FORMA VERBAL (hablando de
ellos) o de FORMA NO VERBAL (actuando en función de ellos).
Decir lo que se siente es la forma más directa pero no siempre la
más creíble.
Recuerda
lo que nos dice al respecto el refranero castellano: “OBRAS
SON AMORES Y NO BUENAS RAZONES”.
Está
muy bien decir y expresar cosas como “te quiero”, “te echo de
menos”, “lo siento mucho” o “te estoy muy agradecido”,
pero si esto no va acompañado de un comportamiento en consecuencia,
tus palabras pronto dejarán de tener valor. No digas nada que no
sientas realmente por que los demás no tardarán en darse cuenta.
Pero
si realmente amas a tu pareja puedes demostrárselo todos los
días. Hazle sentir especial, ten detalles con ella, sorpréndela de
vez en cuando con algo que le haga ilusión, acompáñala en
momentos importantes e interésate por sus cosas.
Si
te sientes agradecido con tus padres házselo saber, tenlos en
cuenta, visítales con frecuencia, no les hagas padecer, habla bien
de ellos y, sobre todo, diles cuánto les quieres una y mil veces
antes de que sea demasiado tarde.
Si
quieres a tus amigos, que se note. Saca tiempo para ellos,
comparte tus sentimientos, preocúpate por sus vidas, muéstrate
disponible si te necesitan y no dejes que el tiempo, la rutina o las
familias os distancien.
Y
si tienes hijos que sepan cuanto les quieres y ocúpate de que
aprendan a expresar libremente lo que sienten, lo que temen y lo que
les gusta. Escúchales y sé muy explícito en la expresión de los
afectos. Da igual la edad que tengan, necesitan sentir que se les
quiere.
Los
afectos son una necesidad básica del ser humano Y si alguna
vez no te salen las palabras o no sabes cómo expresarte, recuerda
que puedes besar, abrazar, acariciar, sonreír, escuchar, coger una
mano… puedes demostrar lo que sientes de miles de maneras, y lo
mejor de todo es que puedes y debes disfrutar haciéndolo.
Si
aprendes a expresar lo que sientes y empiezas a interesarte por cómo
se sienten los demás estarás mejorando tu manera de comunicarte en
primer lugar con tus seres queridos y luego con el resto.
Debemos
tener siempre presente que una buena comunicación es la antesala de
una relación sana y próspera.
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