El
tiempo más importante es el que te dedicas a ti… por eso
diariamente dedícate una buena ración de tiempo eso sí...
solamente para ti.
Con
todas las redes sociales impulsándonos a comunicarnos sin cesar con
los demás, parece que la esfera pública invade cada vez más
nuestro mundo privado e íntimo.
Son
numerosas las personas que al quedarse solas, sienten el impulso de
lanzarse a su teléfono inteligente o al ordenador para continuar
conectados con los amigos a través de Facebook, Twitter o
Instagram.
La
nube digital que nos envuelve casi todo el día continúa ahí
incluso cuando estamos solos físicamente, y nos sentimos obligados
a responder a los mensajes de WhatsApp o a los e-mails del trabajo.
¿Qué
ha sido de esos momentos de soledad que cualquier persona, para
permanecer en un buen equilibrio mental y emocional, necesita?
No
lo dudes, invierte en ti y dedícate unos minutos diarios solamente
a ti
Todos
conocemos a alguien que, en un arrebato de rebeldía
anti-tecnológica, ha desactivado su Facebook o se ha negado a tener
WhatsApp en el móvil. Personas que han rechazado en su móvil las
aplicaciones de mensajería instantánea, a las que consideran
invasivas y deshumanizadoras.
Lo
más coherente y de sentido común, dado los tiempos en que vivimos
no es negarnos a la súper-comunicación, sino saber gestionarla
para convertirla en nuestra aliada.
Aprender
a dedicar el tiempo justo y necesario a las nuevas tecnologías, así
como a apartarlas de nuestros ratitos de soledad, resulta un
ejercicio mucho más constructivo que rechazarlas por completo y
negarlas.
Es
saludable, por tanto, proponernos estar con nosotros mismos unos
minutos al día, lejos de comunicaciones y de otras personas,
dedicándonos a actividades que normalmente relegamos a un segundo
plano al priorizar esa socialización digital en la que invertimos
tanto tiempo.
Además,
después de un día pegados a una pantalla como les sucede a las
personas que trabajan con tecnología, un tiempo diario alejados de
ella será, cuanto menos, gratificante.
PROPUESTA
DE ACTIVIDADES QUE PUEDES HACER SIN ESTAR CONECTADO
La
lista de actividades que podemos realizar en esa hora diaria con
nosotros mismos podría ser eterna, vamos a dar algunos ejemplos:
LEER
“Amar
la lectura es cambiar horas de hastío por horas de inefable y
deliciosa compañía”, decía John F. Kennedy.
Cuando
lees, tu mente descansa y se relaja: son momentos en los que estás
contigo mismo, para ti, llevando tu imaginación por sendas hasta
entonces inescrutadas.
Además,
como sabrás, leyendo aumentarás tu vocabulario, corregirás tu
redacción y aumentarás tus parcelas de conocimiento.
Una
vez cojas el hábito, tu sed de lectura será insaciable: empieza
por un libro del género que más te interese y dedícale una hora
diaria. Verás cómo te enganchas.
MEDITAR
Para
esto no hacen falta grandes parafernalias ni profesores particulares
y casi puedes meditar en cualquier sitio si pones interés en
aprender cómo y adquieres la suficiente práctica.
COCINAR
Sobre
esa base, atrévete a variar y a experimentar: la cocina puede ser
una fuente de creatividad inacabable, además de un ejercicio
relajante. Tras preparar tus platos, saboréalos lentamente,
poniendo todos tus sentidos en el acto de comer para que la
experiencia gastronómica se amplifique.
MONTAR
PUZZLES
¿Crees
que los puzzles son una actividad para niños? Atrévete con uno de
1000 piezas en adelante: desarrollarás la concentración y la
atención, y te nutrirás de unos momentos relajantes y casi
meditativos. Un desafío y un divertimento a partes iguales.
RESOLVER
CRUCIGRAMAS
Hay
innumerables revistas especializadas que contienen mucha variedad de
crucigramas para todos los niveles, lo que te permitirá pasar a
dificultades superiores a medida que vayas ganando habilidad. Ya
verás como una actividad que requiere tanta concentración como
ésta te recompensa, a la vez, con una gran dosis de relajación.
SIMPLEMENTE…
DESCANSAR
Para
qué vamos a negarlo, todo un placer el tumbarnos en la cama con los
ojos cerrados, una luz tenue a nuestro lado y música agradable de
fondo es, también, otra forma de meditación.
Sin
llegar a dormirte, aprovecha esos minutos para estar contigo mismo,
respirar con calma y soltar todas las tensiones, si las hay,
acumuladas durante el día.
Date
la oportunidad de estar contigo mismo. Éste es un ejercicio que se
vuelve todavía más fácil de realizar si vives solo/a y al llegar
a casa puedes dedicarte para ti el tiempo que necesites.
Elige
una actividad cada día o enfócate en una de ellas durante un
período de varias semanas. Veras como pronto comenzarás a notar
los beneficios de apartarte, aunque sea unos minutos, de las nuevas
tecnologías y del resto del mundo.
A
partir de hoy ten una cita a solas contigo mismo... todos los días.
No
lo olvides tu eres lo más importante para ti… quiérete.
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