Lo bueno de tocar fondo son dos cosas:
1
- Que ya no puedes ir más abajo.
2
- Que hagas lo que hagas te sirve para subir.
Es
difícil que la vida sea lineal, creo que incluso no es conveniente
para nuestra evolución correcta.
Necesitamos,
de vez en cuando, un revulsivo. Algo que nos haga entender que hay
que conservarlo todo, que cualquier relación, ser vivo o incluso
objeto material requiere un mantenimiento y que no nos podemos
quedar siempre en el mismo punto porque ese lugar se escapa con
mucha rapidez de la realidad.
Estamos
inmersos en el cambio y nos empeñamos en que nada se transforme. De
esta forma, todo lo que se salga de los parámetros de seguridad que
nos ofrece el “que nada cambie”, lo interpretamos como problema
y a veces como drama.
HAY
DOS CUESTIONES INAMOVIBLES EN LA EXISTENCIA
“TODO
CAMBIA” Y “NADA ES PARA SIEMPRE”.
MOVILIDAD
Y DESPEGO. Ambas realidades deben estar presentes en nuestra
vida para saber resolverlas.
Todos
nos aferramos a algo alguna vez. En ocasiones, las personas con un
exceso de sociabilidad, solamente esconden un temor a estar solos,
porque cuando uno está solo se encuentra consigo mismo y entonces
podemos descubrir que lo que vemos no nos gusta o que no hay nada
con lo que sentirnos llenos o el miedo que tenemos al encontrarnos
con el silencio que produce la soledad.
Las
crisis son puntos de inflexión que permiten un renacimiento muy
sano en dos direcciones:
A) Una reversión de las situaciones inadecuadas o tóxicas
B) Un crecimiento personal que suponga un nuevo enfoque de nuestra vida
y una mejora en la de los que están a nuestro alrededor.
Como
siempre, todo termina y empieza en uno mismo. Todo nace y muere
dentro. Lo importante es saber gestionar ese universo de sucesos y
saber interpretarlos.
Priorizar
equivocadamente, focalizar la atención en ámbitos que no dependen
de nosotros y hacerlos el centro de nuestro mundo, seleccionar y
elegir unilateralmente evitando la multiplicidad de posibilidades
que puede regalarnos la vida significa caer en caos innecesarios y
evitables.
Tener
crisis es, muchas veces, un regalo que viene a demostrarnos que
podemos crecer desaprendiendo todo aquello que nos resta felicidad y
no suma alegría y también nos ayuda a desprendernos de todo
aquello que con su negatividad, nos impida ver la vida en todo su
esplendor.
Por
eso cuando las crisis lleguen a tu vida… dales la bienvenida.
Míralas de frente. Sigue avanzando y no te detengas por nada.
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