La persona creativa es audaz y desafiante. Cuando la vida le golpea, no reacciona dejándose caer, sino que actúa de manera innovadora sacando partido a las dificultades, intuyendo oportunidades, escuchando a su intuición y dando respuestas originales.
Iniciar
una vida creativa requiere asumir un desafío. Supone
por encima de todo, atrevernos a romper viejos patrones y costumbres
que nos hacen avanzar en círculos. Creatividad es sinónimo de
autoinvención y atrevimiento, dos palabras que bien conjugadas nos
ayudan a tener una realidad más libre, acorde a nuestro potencial.
A
menudo, cuando abordamos el tema de la innovación y la importancia
de hacer uso de una mente creativa, damos por sentado que esta
competencia requiere solo ser capaces de producir ideas nuevas y
diferentes. Ahora bien, asumir esto último es quedarnos cortos. La
creatividad va más allá del universo cognitivo, porque lo que
requiere de nosotros es acción.
Esta
fue la conclusión a la que se llegó en la última conferencia
mundial sobre el tema celebrada en el Marconi
Institute for Creativity en
Bologna, Italia. Una idea no sirve de nada si no se plasma. Un
proyecto no se lleva a cabo si no aunamos compromiso, responsabilidad
y atrevimiento.
Un
ejemplo, Sherlock
Holmes nunca habría existido si Conan Doyle no
hubiera trabajado minuciosamente en su escritura, relegando incluso
su consulta como médico. Beethoven,
por su parte, compuso la Novena Sinfonía cuando apenas
oía. Podríamos
dar mil nombres más para terminar entendiendo que ser creativo es
algo más que ser imaginativo. Requiere tenacidad, osadía e incluso
sacrificio.
«Si
escuchas una voz dentro de ti que dice ‘no puedes pintar’,
entonces pinta caiga quien caiga, y la voz será silenciada».
-Vincent
Van Gogh-
Deja
de reaccionar, actúa y atrévete a iniciar una vida creativa
No
pienses, decía Ray Bradbury, pensar es enemigo de la creatividad,
simplemente, atrévete a hacer.
Esta frase encierra
valiosos trazos de sabiduría que
bien merecen tenerse en cuenta. Muchos de nosotros nos hemos
acostumbrado a reaccionar ante la vida; pasan determinados eventos y
nos limitamos a actuar ante ellos como hojas que son llevadas por el
viento
Se
nos olvida que entre el estímulo y la respuesta hay un espacio de
tiempo importante donde se encuentra nuestra capacidad para ser
libres. Nuestra oportunidad para actuar de manera diferente, libre e
innovadora.
Así,
estudios como los llevados a cabo por la propia Asociación
Estadounidense de Psicología (APA) en colaboración con las
Universidades de Amsterdam aportaron
evidencia de que el hecho de iniciar
una vida creativa mejora de manera notable los índices de bienestar.
La
creatividad que se traduce en acción nos
ayuda a dejar atrás patrones de comportamiento negativos.
Gracias a ella, nos relacionamos mejor con nosotros mismos, porque
deseo y comportamiento van de la mano. También, porque obtenemos más
opciones cuando surge un problema y
porque la persona creativa es esa que, al fin y al cabo, hace avanzar
el mundo. Ahora bien, ¿cómo lograrlo? ¿cómo iniciar una vida
creativa cuando nuestra realidad es tan rutinaria, inflexible y
estructurada?
Pensamiento
lateral
El
pensamiento lateral fue un concepto introducido por Edward de Bono en
1967 en su libro El
uso del pensamiento lateral. En
este trabajo establecía un avance excepcional en las bases de la
creatividad. Pero, ¿en qué consiste esta propuesta?
-
El pensamiento lateral nos ayuda a ver los problemas desde nuevas perspectivas.
-
Es ir más allá del sentido lógico, es jugar con la realidad, hacer combinaciones, buscar relaciones, desafiar, romper viejos esquemas…
-
Asimismo, esta técnica nos anima a provocar al pensamiento para elegir caminos nuevos e inexplorados.
-
Es ir más allá del simple confort de la lógica.
En
nuestra mente abunda el peso de los
debería y el
tengo que. Son
dos enemigos voraces que nos
someten a una vida pautada por las obligaciones, el estrés y la
ansiedad por
no cumplir nunca esos mandatos internos.
Hay
que desactivar todos esos pensamientos y reformularlos. Habrá cosas
que obviamente debemos cumplir. Sin embargo, si
analizamos cada rama de esos bosques mentales, nos daremos cuenta que
muchas no sirven de nada.
Nos impiden crecer, florecer… Por tanto, no dudemos en ‘podar’
todo aquello que alimenta el sufrimiento inútil.
Experimenta
cosas nuevas, déjate llevar para iniciar una vida creativa
Para
iniciar una vida más creativa, tal y como señala el doctor Scott
Barry Kaufman, hay que atrevernos a hacer cosas diferentes. La
creatividad no surge en medio de los escenarios de presión. La
rutina oxida motivaciones, sueños, ideas innovadoras e intuiciones.
A
veces, no queda más opción que alejarnos para tomar perspectiva.
Ser capaces de salir de nuestra burbuja cotidiana ofrece a nuestra
mirada nuevos brillos, además de incentivos a nuestra mente e
ilusión al corazón. Sumergirnos en experiencias nuevas significa,
por ejemplo, ser
capaces de abrir la mente, aprender, leer todo lo que caiga en
nuestras manos, conocer gente,
conectar con nuestra realidad a otro nivel, etc.
Iniciar
una vida creativa nos ayudará a dejar de reaccionar ante cada cosa
que nos sucede. Si
algo nos golpea, no reaccionaremos por inercia, lo haremos de manera
innovadora para adaptarnos mejor, para ganar en audacia y
resiliencia.
Solo así daremos forma a la realidad que más nos gusta, la que está
acorde con nuestros valores y deseos.
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