Hoy
voy a decirte que me alegro por ti, por todo lo bueno y hermoso que
llega a tu vida. Porque sí. No hace falta que pase nada, no hace
falta que busque nada de ti… No lo digo por obtener nada a cambio,
ni espero nada… Bien, tal vez sí, que sepas que me alegro, que
sepas lo mucho que vales, para cuando se te olvide, para esos
momentos duros en los que te levantas y se asoma un día agrio ante
ti y por más que lo intentas no consigues verlo de otro modo…
Hoy
voy a celebrar que estás, que estoy, que somos. Porque sí. No hace
falta que llegue la fecha en el calendario ni que se nos caiga la
piel arrugada para mirar atrás y ver algo más que el dolor. No hace
falta que se nos rompa la vida para darnos cuenta de lo hermosa que
es la vida… No hace falta.
Podemos
darnos cuenta ahora de lo mucho que tenemos y la belleza de lo que
nos rodea. Podemos celebrar la vida sin temor a que la vida nos
castigue por osar tentarla. Podemos celebrar y confiar sin que la
vida se enfade porque estamos hartos de sufrir y ya no queremos
preocuparnos ni prevenir más tragedias.
Hoy
voy a dar gracias porque me noto los pies, los dedos de los pies.
Porque te miro y te veo y veo lo que está a mi alrededor. Porque
acaricio con mis manos y respiro con todo el aire que soy capaz de
abarcar con mis pulmones. Porque he amanecido en mi cama y ayer me
acosté con un buenas noches sin acritud. Porque el mar me llama cada
día y sólo con inspirar noto su olor en el aire y en mí. No
necesito esperar a que se borre nada, a dejar de sentir, a dejar de
notar para lamentarme y darme cuenta de lo hermoso que era… Puedo
hacer una fiesta por lo hermoso que es ahora. Por lo hermoso que ha
sido.
Hoy
voy a mirarte y ver lo hermosa que eres. Voy a maravillarme de que
entre todos los seres posibles del mundo me eligieras a mí para
nacer. Voy a alucinar con tu perfección y tus ganas de todo, con tu
fuerza inmensa y tu enorme talento para confiar en la vida… Voy a
aprender de ti, mi vida, y perderme en tus pestañas largas y tus
canciones divertidas… Voy a hacer una fiesta por lo que somos
juntas, por la alegría de tenerte cerca y compartir.
Hoy
voy a mirarme bien a mí misma y decirme que me amo. Porque sí.
Porque lo que soy no necesita de abalorios ni alhajas. Porque ya no
busco demostrar nada y sólo deseo caminar para ser y sentir. Voy a
tomarme un café conmigo y contarme la historia de una mujer que
tardó en darse cuenta de todo lo bueno que habitaba en ella, pero
que cuando lo hizo volvió a nacer. Voy a decirme cosas hermosas al
oído y creérmelas todas, aunque sean exageradas, aunque en realidad
no importen, porque así haré costumbre en esto de tratarme bien y
cortejarme un rato.
Hoy
voy a pedirme una cita conmigo misma y estoy segura que no me dejaré
plantada como otras veces, esta vez no… Me pondré mis mejores
galas, por dentro y por fuera, iré con el ánimo alegre, con las
ganas inmensas de conocer a alguien como yo… Me reservaré un
tiempo sin que suene el teléfono, me escucharé sin tregua, me diré
que sí y me enamoraré un poco, sin caer en la vanagloria, sin
creerme mejor que nadie, pero creyendo en mí.
Hoy
voy a mirar a los ojos a todas las personas que encuentre en la
calle, en el ascensor, las que tienen la mirada perdida en el
parque, las que se ocultan bajo una gafas de sol. Si mis ojos
se topan con los suyos les miraré como si les dijera “me importas”
para que se acuerden de lo mucho que importan, de lo mucho que pueden
importarse a ellas mismas, para que sepan que dentro de ellas hay
mucho valor… No hace falta que me respondan, ni siquiera hace falta
que me entiendan, sencillamente quiero compartir. Porque sí.
Hoy
voy a decirte que te quiero. Porque sí. Porque amarte no solo te
acaricia a ti sino que a mí me hace un ser más grandioso y
flexible. Porque amar me extiende más allá del espacio que ocupo,
traspasa mis límites y sale por mis ventanas… Porque amar me hace
más libre y rebota en la cara y el pecho y me reafirma para seguir.
Porque es tan grande este amor que anda solo y no necesita nombre
pero se lo voy a poner porque me gusta decirlo en voz alta… Porque
nace de reconocerme a mí y reconocerte a ti… Porque sí. Porque lo
merecemos. Porque la vida empieza y acaba justo ahora, en este
momento, y todo lo demás es una propina deliciosa.
Porque
no necesitamos una razón para celebrar la vida. Porque ya hay
muchas, miles, a puñados… Si esperamos a tener una más, a ser
capaces de verla, tal vez se nos haga tarde y se nos apaguen las
velas.
Hoy
voy a sentirme segura, capaz, protegida, libre, amparada, confiada…
Aunque sea cinco minutos. Voy a creer que si pongo el pie, el suelo
no se hundirá. Que si salto, descubriré que tengo alas y planeo.
Que siempre hay una salida. Que todo tiene un sentido. Voy a celebrar
que me he dado cuenta que preocuparse no tiene mérito y no sirve
para nada… Voy a vestirme de gala para vivir esta vida corriente y
darme cuenta que en realidad es extraordinaria… Que yo soy
extraordinaria… Que tú eres extraordinario… Que la vida es un
regalo que a veces no nos atrevemos a desenvolver y abrir por miedo y
otras lo dejamos olvidado en un cajón porque no creemos merecer tal
honor…
Hoy
voy a abrirlo y a celebrarlo, no importa que haya dentro, es un
regalo maravilloso. Hoy sí. Me atrevo. Apuesto a que todo irá bien.
Aunque la magia dure un momento, aunque digan que confío demasiado…
Porque prefiero pasarme a quedarme corta. Porque escojo vivir sin que
el miedo me marque el camino.
Mercè
Roura
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