LA ANSIEDAD: El mal del momento actual
Una vez le preguntaron a uno de los grandes
filósofos del momento qué era la ansiedad y él les respondió: “la ansiedad
es la mente yendo más deprisa que la vida”
La mayoría de nosotros suele ceder un poco el
control a la mente cuando esta intenta viajar en el tiempo e ir hacia el
futuro, hacia donde no tenemos el control de nada, ni podemos efectivamente
reaccionar, porque simplemente ese momento solo existe en nuestra imaginación.
Y cuando sentimos ansiedad, esa conducta que nos
empuja al futuro, la imaginación normalmente no está trabajando para ofrecernos
el escenario más bello, más placentero sino que está generando una serie de
posibilidades una más nefasta que la otra que lo que hacen es cargarnos de
miedo, de angustia y nos llenamos de una incertidumbre desagradable que nos
lleva a pensar que las cosas puedan no ocurrir como deseamos.
Conviene que tengamos presente que siempre
podemos reprogramar nuestra mente
Reprogramar nuestra mente a favor, es posible y
muy recomendable, llamarla y recolocarla cada vez que nos demos cuenta que
estamos fuera del presente, que no estamos en el aquí y en el ahora, lo cual
nos permite disfrutar mucho más de la vida.
Dejarla viajar al futuro puede convertirse en una
estrategia que usemos a nuestro favor, ¿cómo? imaginando los resultados que
queremos, las experiencias que deseamos vivir, visualizándonos y proyectándonos
en ese futuro creado en nuestra mente que espera nuestra llegada.
¿Cómo podemos reconocer la diferencia de esos viajes
al futuro de nuestra mente?
Identificando las emociones que sentimos mientras
nuestra mente se adelanta al tiempo presente. Si nos emocionamos, si sentimos
gusto, placer, alegría, estamos colaborando con nosotros mismos, con nuestro
bienestar y le estamos dando cabida a aquello que creamos en nuestra mente.
Si por el contrario, sentimos angustia, miedo,
impotencia… estamos dándole cabida a la ansiedad y eso va a
contribuir a que atraigamos a nuestras vidas todo aquello que potencie esa
sensación de malestar.
El universo trabaja a nuestro favor, el
universo siempre tiene una respuesta afirmativa, no entiende de buenos ni de
malos, solo percibe nuestra vibración, si vibramos en la frecuencia de la
alegría, atraeremos cosas que nos hagan sentir de esa manera. Si vibramos con
el miedo o con la tristeza, atraeremos cosas que nos entristecerán.
Es por eso que es tan importante sentirnos bien,
porque esa es nuestra mejor protección y la garantía de que vamos a atraer lo
mejor a nuestras vidas.
Mira el futuro con optimismo, con pasión, con
emoción… puedes conseguir todo lo que quieras en la vida, puedes ser lo que
quieras, no te preocupes por el cómo, encárgate de confiar en ti, en la vida,
en el universo y todos sus misterios, ayudándole con tu trabajo y esfuerzo.
Ocúpate hoy de lo que este día tiene para ti,
este momento te ofrece muchas posibilidades, abrázalas, escoge la que sientas
que es la mejor. Cada día trae sus propias lecciones, mantente en el presente,
convence a la mente de que aquí hay mucho que aprender y esa será la mejor
manera de vivir, vive con plenitud el aquí y el ahora.
El futuro es incierto, la mayor evidencia de ello
es el momento que nos toca vivir, donde hace un mes ninguno de nosotros se
imaginó que podríamos estar viviendo la situación actual. Los planes cambian,
la vida cambia, ser flexibles nos permite fluir con experiencia sin auto
generarnos mayores quebraderos de cabeza.
Y cuando llegue el día de mañana veremos qué
trae… por ahora ocupémonos de vibrar con lo que nos gusta, con lo que queremos,
con todo lo bueno que podemos reconocer en nuestras vidas. Saquemos de todo lo
que vivimos lo mejor y seamos siempre optimistas, esperando los mejores
resultados posibles de todo lo que hagamos.
La ansiedad siempre va a estar a la expectativa,
esperando ver a la mente distraerse del presente para instalarse en nosotros,
llenándonos de negatividad, pero eso lo podemos cambiar estando el mayor tiempo
posible en el único momento que tenemos “el aquí y el ahora” mirando siempre el
futuro que nos espera, con la confianza puesta en nosotros mismos.
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