El momento que estamos viviendo, a pesar de su
gravedad también nos aporta acciones importantes y una de ellas es que ahora
tenemos tiempo para hacer limpieza a todo nivel, lo recomiendo es realmente
reconfortante y de gran utilidad.
Por si les sirve, les contare lo que yo hice,
comencé por mis espacios, mis armarios, mis cajones, la biblioteca… limpiando,
ordenando, recordando, filtrando y eliminando lo que ya no servía.
Y curiosamente, cuando todo mi mundo exterior, al
que ahora tengo tiempo necesario para dedicarle, estuvo en orden sentía unas
ganas de seguir… Mi mente, quizás mi alma, me pedía que tomara un tiempo
similar para poner en orden en mi mundo interior, mis prioridades, mis
sueños, mis proyectos, mis afectos. Que estudiara bien qué debía permanecer,
qué debía guardar y qué tenía que reubicar o simplemente eliminar.
Me di cuenta que aun cuando pienso que hago
limpieza con frecuencia, porque soy más del tipo de ir ordenando y no acumular
lo innecesario, así que fue un gran acierto por mi parte hacerlo, lo agradezco
y me ocupo en lo que quiero que forme parte en mi futuro, además tenía algunas
cosas pendientes sin acabar, a las que por fin pude cerrar correctamente.
En algunos casos sentí que había cosas que
realmente no había perdonado y que debía colocar más amor en esos procesos. En
otros casos cuestioné mi presente y lo que hago regularmente que me aleja de
donde realmente quiero estar y volverme a situar en el camino correcto.
Me tomé el tiempo que me pareció suficiente para
revisar lo que aun dolía, sin conectarme tanto con la emoción, pero
atendiéndola para sanar. Me reconcilié conmigo respecto a decisiones que tomé
en mi pasado y que aún seguían presentes, dándoles el cierre definitivo para no
seguir arrepintiéndome de ellas.
Abrí mi agenda y actualicé mi lista de deseos, me
proyecté en cada uno de ellos, volviéndoles a sentir en mi vida como la primera
vez que me los planteé y me propuse estar en sintonía con ellos. Siento que me
he aclarado y puesto al día en muchos sentidos, como diríamos ahora en tiempos
informáticos me he reseteado… he cerrado todo lo que estaba abierto y me he
centrado en lo que realmente importa.
Y nada más hacer todo esto, empecé a notar los
beneficios de ese “reseteo” que no hubiese sido posible hacer, sino hubiese
tenido el tiempo que ahora tengo, y lo hubiese ido posponiendo como siempre. Así
dar las gracias por reencontrarme, gracias a la situación que estamos viviendo.
He compartido con todos vosotros, algunas ideas
de qué hacer durante este tiempo, y me gustaría que cuando finalmente
retomemos lo que ahora tenemos limitado, no seamos los mismos.
Deseo que todos hayamos aumentado nuestro nivel
de consciencia y tengamos una nueva lista de prioridades, donde hemos dejado
fuera cualquier tipo de cosas, situaciones e incluso personas que resultaban
inconvenientes a nuestras vidas, que no aportaban o simplemente no estuviesen
en la dirección de lo que queremos.
Darle prioridad a lo que importa, a lo
importante, comienza porque cada uno entienda lo que para él es realmente
importante, porque lo que realmente importa, es común a todos, nos une y nos
caracteriza.
Podemos tener mil cosas, pero todas ellas se
deben alinear para que cada uno pueda ser la mejor versión de sí mismo.
Las cosas no deben volver a ser como eran antes,
no debemos volver a repetir los mismos errores. Tenemos que aprender a
convivir, no solo con quien quizás nos acompaña durante estos días, sino con
todas las especies del planeta y con el propio planeta, con la madre tierra,
que sigue viva a pesar de nuestro mal trato y poco respeto hacia ella.
Así pues, comencemos por limpiar nuestro espacio
externo y a continuación vayamos hacia dentro y organicemos todo allí, hagamos
de nuestra familia la más unida, la más amorosa, la más solidaria.
Seamos buenos vecinos, solidarios, colaboradores.
Vayamos más afuera y seamos ciudadanos responsables, hagamos las cosas con amor
y no perdamos tiempo en lo que no es de nuestra responsabilidad.
Vayamos aún más allá, amemos el planeta nuestro otro
hogar, cuidemos sus animales, sus especies, sus aires, sus bellezas y rarezas…
Vayamos más afuera y más adentro en simultáneo y
agradezcamos a esa energía creadora que nos permita ser parte de esto, donde
sin duda, debes quedarte con lo que realmente te importa.
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