| 
   
1 - No huyas ni te resistas a lo que temes 
La huida o resistencia sólo genera mucho estrés y enfermedades de todo
  tipo. Mucha gente dice: “No pienses en eso” “No quiero ni verlo, ni
  imaginarlo”. Pues bien. Justo por ahí debes empezar. Recuerda que todas las
  cosas con las que luchas, es otra forma de darles poder. Si no tuvieran poder
  sobre ti, no lucharías ni les huirías. Así que ningún pensamiento tiene poder
  sobre ti. Y vamos a empezar a quitarle ese poder. 
2 - Enfrentando lo que temes 
Sabe que todo lo que te ronde por la cabeza son solo el resultado de lo
  que has aprendido y vivido hasta ahora. Ya no le des poder a lo que no lo
  tiene. Escribe lo que temes, trata de desahogarlo por más feo que parezca,
  puedes escribirlo o dibujarlo o decirlo en voz alta. No creas que por hacer
  esto lo estas aceptando en tu vida. Solo lo estás viendo y haciendo
  consciente para poder trabajar con ello. Si sientes fuerte el miedo o te
  rebasa y no quieres ni verlo, ve al paso 4. 
 
  
3 - Una vez que escribas lo que temes, dite a ti mismo: “¿Quién me ha
  hecho creer esto?” 
¿Quién me ha hecho creer que tengo que vivir de esa forma? Veras que no
  encuentras respuesta. O si la encuentras, está en tu pasado. Así que debes de
  tomar conciencia de que eso que temes es solo información en tu cabeza, sin
  ninguna fuerza, es como una nube que puede desbaratarse en el momento en que
  pongas la nueva información. 
4 - Escribe entonces lo que si quieres que suceda  
Es decir, lo opuesto a lo que temes, pero en afirmativo, es decir, no
  digas “Ya no le tengo miedo al futuro”, dite: “Confío en el futuro”. En el
  caso del miedo a los animales o los insectos, sirve mucho estudiar cuál es su
  función en la naturaleza., así los verás como parte de un ecosistema. Por
  ejemplo, el miedo a las arañas puede quitarse conociendo que sin estos
  insectos, el mundo estaría lleno de plagas. Las arañas se comen las plagas. 
5 - Si temes a la enfermedad, a no tener suficiente, a que le pase algo a
  tus seres queridos  
Entonces tienes que afirmar justo lo opuesto: “Estoy en paz porque sé que
  mi cuerpo es una máquina maravillosa que responde alegremente y con salud
  porque lo sé escuchar y aceptar. Así que ahora estoy dispuesto a aprender más
  acerca de cómo curarlo”.  O también puedes afirmar cosas como: “Sé que
  siempre tendré suficiente, el universo me apoya y sé que siempre habrá lo
  necesario para mí”. 
6 -Toma consciencia de que la vida es aprendizaje 
Y que ahora te toca aprender a realizar lo que más quieres a pesar de que
  alguien te haya hecho sentir poco, o te hayan criticado por no ser
  suficiente, a pesar de que no te haya salido antes o de que te sientas
  incluso muy poco hábil para lograrlo. 
7 - Toma consciencia, además, de que hay algo grandioso y poderoso dentro
  de ti.  
Esto se llama confiar en tu propia naturaleza poderosa y creativa la
  cual hay que desarrollar para que el miedo se vaya. Ese poder que tienes
  dentro, llámese Dios, Naturaleza, Energía, 
  es un potencial curativo y creativo extraordinario, pero muy mal usado
  y muy poco aprovechado. Cuando hay miedo, es que hay muy poca credibilidad en
  esto, porque aún no es una verdad en tu vida. La fe es algo que se cultiva,
  se da poco a poco, y necesitas practicar esto. Todo es posible en esta vida.
  Los milagros existen. Y no solo para algunos. Los milagros solo les ocurren a
  las personas que empiezan a tener una creencia más fuerte en que las cosas
  pueden funcionar y crecer de formas más grandiosas, porque dentro de ellas
  hay un poder creativo y curativo. 
8 - Aprende algo: la fe y la confianza sólo son una energía química  
Se mueve en tu cerebro al igual que el miedo y el temor. Estas dos
  emociones son una elección. Es como elegir comer la pastilla blanca o negra:
  eliges el amor o el temor. Es así de sencillo. Si aprendes a colocar los
  pensamientos de lo que sí quieres en tu mente, estás eligiendo la pastilla
  blanca. Si aprendes a decirte a ti mismo cosas que te animen, te despierten
  valor y un nuevo ánimo por el futuro, y mantienes ahí estos pensamiento sin
  luchar con lo que no quieres, entonces verás que poco a poco la química
  cerebral se empieza a activar en función de lo que sí deseas, y te empezarás
  a sentir con más confianza. Es solo la química que empieza a circular en tu
  cerebro. Y tienes que elaborar la suficiente hasta que lo empieces a sentir. 
9 - Nunca luches con lo que no quieres que pase…  
Aplica la ley de sustitución del pensamiento: si piensas en algo terrible
  o “negro”, dite “Yo puedo generar esto…” Y di lo que quieres generar. Piensa
  en “blanco”, no luches con el negro. Si insistes en pensar en blanco, el
  negro se disipará y se desvanecerá poco a poco. 
10 - Repite esto muchas veces hasta que el blanco lo sientas honesto y
  sincero.  
Al principio no lo sentirás así, porque estás habituado a dejarte llevar
  por otro tipo de química cerebral (la negra) enfocada al miedo. Pero si
  escoges y siembras pensamientos blancos y a menudo te repites “Confío en mí,
  en el poder que hay en mí, y me acerco cada día a lo que quiero”, tu mente
  activará la química de la confianza y la fe, incluso si al principio no sabes
  ni qué es la fe o esto te suena muy poco creíble. Practícalo. No habrá
  resultados nuevos si no tomas caminos nuevos. 
 | 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario