¿HARTO DE TODO?
El viento que sopla en contra cansa, lastima, desnutre,
agota. Nos recuerda nuestra fragilidad. Ahora, ¿qué podemos hacer en estos
momentos?
Suena la alarma y te preguntas: ¿Otro día? Sí, lo es. Un
nuevo día. Qué hartazgo… ¿Estás cansado de todo?
La vida no es sencilla. Puede llegar a ponerse realmente
cuesta arriba; sin embargo, también hay espacio para la alegría y la fortuna.
Así, si bien caemos y nos golpeamos, casi siempre es posible volver a ponernos de pie. No obstante, reconozcamos nuestros límites: a veces no podemos con todo. A veces necesitamos una pausa, solo coger aire también ayuda.
Cansado de todo
Si todos tus días, tus rutinas e incluso tus vínculos solo
te generan cansancio, puede que
esas sensaciones se terminen convirtiendo en un estado de ánimo estacionario.
Un estado que, más pronto que tarde, terminará afectando a tu salud.
Muchos factores entran en juego en este agotamiento. Lo más probable es que no exista un detonante
único, sino que un conjunto de ellos: la pareja, el trabajo, el cansancio, el
ocio postergado… Nada parece funcionar como quieres; así, poco a poco,
te has ido alejando de todo. Incluso de tus deseos más íntimos, de aquello que
más querías.
Estar cansado de todo solo será un peso que afectará a todas
las esferas de la vida. Llegado a este punto, te recomendamos que acudas a un
profesional para comenzar tu propio proceso terapéutico. Sin embargo, por algo
se empieza: compartiremos contigo algunos puntos clave para comenzar a
movilizar ese estancamiento, esa sensación de estar cansado de todo.
El agotamiento continuo llega a la desmotivación, la
desilusión y el aislamiento.
Consciencia del cambio
A veces, creemos que estar cansados se reduce a sentir
pesadez o somnolencia, cuando la somnolencia suele ser solo producto del
cansancio físico. En este caso, cuando estás cansado de todo, es mejor hablar
de fatiga.
La somnolencia se traduce en una necesidad orgánica de
dormir. Mientras que la fatiga (ese estar cansado de todo) se traduce
en una recurrente falta de energía y motivación que puede ser un
indicador de un trastorno físico o mental más grave.
Estar cansado de todo es irse quemando emocionalmente. Si lees esto es porque estás
buscando un cambio. Y ese es el primer paso: querer sobreponerse a ese
cansancio. Ser consciente de la necesidad de cambio y actuar en consecuencia.
Empoderamiento y agencia
Para que un cambio
suceda, hay que comenzar por saber que gran parte del trabajo depende de ti. Es
común que al estar cansados de todo busquemos culpas afuera, siempre en el
otro, en el infortunio de la vida y demás exterioridades.
Y lo cierto es que hay cosas que no decidimos. Pero lo importante es enfocarse en lo que
depende de ti. ¿Los pensamientos y las acciones de los demás
dependen de ti? ¿Organizar una rutina para tu día a día depende de ti?
Comienza por
identificar esos lugares y momentos en los que hay algo que dependa de ti y de
tus acciones. Es un buen comienzo para empoderarse y ver que
tienes agencia y voluntad en el mundo en el que estás. Es hora de ser
protagonista de tu vida.
Paso a paso
Una vez encontrados estos lugares desde donde puedes
comenzar a transformar tu realidad, será crucial trazar pequeñas metas. ¿Hacia dónde estás
orientado? ¿A dónde quieres llegar y cómo?
No olvides que aunque te fijes una meta para
alcanzarla, la clave está en gozar del camino hacia el objetivo,
estando siempre conectado con el presente.
Establecer pequeños objetivos puede ser de gran ayuda para
recuperar la ilusión.
Motivación
La motivación es
nuestro combustible. Sin ella, no haremos nada porque no hay
un lugar para ir. Y sé que en un momento en el que estás cansado de todo es
difícil encontrar la motivación. Pero debes saber que eso ocurre por el mismo
hecho de estar harto.
Sin embargo, fíjate que el pasado puede ser un buen aliado.
Intenta recordar qué te motivaba cuando eras un niño, a dónde te gustaba ir…
La motivación no aparece de un día a otro. Tendrás que ir
explorando las actividades y lugares que te recargan de energía. Y si de golpe
encuentras algo que te guste, ahonda en ello, explóralo y hazlo propio.
Trucos prácticos
El cambio depende de
los cambios que hagas. Todos los puntos anteriores apuntan hacia
el bienestar desde lo que se debe hacer. Sin embargo,
entre deber y hacer hay un largo trecho. Comienza a hacer, lleva esto al
movimiento.
- Define
tus rutinas.
- Saca
un tiempo para ti.
- Trata
de salir con amistades respetuosas.
- Empieza
a hacerte cargo de una alimentación equilibrada.
- Haz
ejercicio.
- Busca
la inquietud intelectual y el hambre por saber.
- Perdónate
por no ser siempre el mejor.
- Vuélvelo
a intentar.
Hacer un esfuerzo sostenido en el tiempo en estos campos va
a ayudarte a dejar de sentirte agotado, aburrido y cansado de todo.
¡Adiós al hartazgo!
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