¿QUÉ
SON LAS CREENCIAS LIMITANTES?
Las creencias son leyes
inconscientes que nos
coaccionan la vida. Estas leyes nos impiden salirnos de un código que marca un
camino, todo lo que esté fuera de ese camino lo veremos cómo imposible, improbable,
difícil, muy caro, etcétera. Y lo peor de todo es que pensamos que es así
porque lo hemos elegido nosotros conscientemente.
Las creencias nacen
de un pensamiento que alimentamos emocionalmente, creemos en este
pensamiento como la "verdad absoluta", hasta que con el paso del
tiempo se transforma de creencia
a certeza, cayendo así en el inconsciente.
Comenzamos pensando que el dinero, por ejemplo, es
sucio. Entonces en nuestra vida se presentan, efectivamente, situaciones en las que podamos ver al
dinero como sucio, creemos que "eso" que vemos no tiene nada en
relación con nosotros y tras verlo repetidas veces lo sentimos como una
certeza. Luego es cuando nos preguntamos: ¿Por
qué yo no tengo dinero?, ponemos mil escusas y otros tantos culpables... La
pregunta es: ¿Para qué yo no
tengo dinero?, entonces podremos darnos cuenta que el sentido que alimenta esta
realidad es una creencia inconsciente que dice: "El
dinero es sucio, mejor que esté lejos".
En principio tenemos que tomar conciencia que somos
seres espirituales (almas) que habitan un cuerpo. La física cuántica ya ha
demostrado que el mundo material está sustentado por un mundo más sutil, el
energético. Cada ser humano tiene una especie de aura o campo energético que
está alimentado por nuestros pensamientos y emociones. Cuando tenemos
pensamientos agradables, estamos en paz, vivimos el ahora... este campo
energético fluye. Si por el contrario tenemos pensamientos que nos encierran o atrapan de
separación, preocupación o culpabilidad, se
forman nudos. Ese campo está en continuo movimiento y transformación, pero
cuando tenemos ese nudo hay una parte del campo que se congela, se vuelve creencia.
Las creencias son energía, la energía emite ondas de
información, entonces tanto una energía libre, como una energía congelada, están emitiendo ondas pero, en
diferentes frecuencias. Por ejemplo, digamos que tengo un pensamiento de
comerme un helado, siento el sabor, la sensación, el frescor... esto emite una
vibración. Esta información energética es captada por
la materia, es decir, nuestra realidad. Entonces la realidad comenzará a
transformarse según esta frecuencia. Pues lo mismo ocurre si en vez de querer
comerme un helado se lo quiero tirar a alguien a la cara, este pensamiento emite una energía
que genera una vibración que transformarán la realidad para que el
pensamiento tenga su sentido.
Llegados a este punto, tenemos que aclarar un
detalle. , puede parecer que pedimos deseos y se cumplen,
pero realmente es la ley de
atracción. De este modo, nuestras creencias y pensamientos buscan "retro-alimentarse".
Si tengo el pensamiento de que todos los ricos son malas personas, este
pensamiento está creando una realidad. La
reacción será ver en mi realidad ricos que son malas personas para así, poder
seguir alimentando mi pensamiento. El conflicto viene cuando este
pensamiento o creencia es inconsciente, si
lo hacemos de forma inconsciente, el pensamiento que emite, lo seguirá haciendo
hasta el infinito, para poder seguir creyendo que los ricos son malas personas.
Se necesita hacerlo consciente para transformarlo.
Las creencias inconscientes nos hacen ser unos
robotitos.
¿Cómo
averiguar y transformar las creencias?
La gran mayoría de nuestras creencias vienen de
nuestros lazos familiares. Nuestro árbol genealógico tiene unas creencias y
cada uno de sus componentes tiene las del árbol y las suyas propias. Leer el árbol es fundamental para descubrir las creencias que nos
limitan.
Una forma de darnos cuenta y transformar creencias
es un ejercicio de honestidad hacia nosotros mismos. Podemos coger
el dinero, las relaciones, el trabajo, etcétera. En un cuaderno, vamos a
apuntar todas aquellas creencias que tenemos hacia lo que hemos elegido:
Creencias que me limitan contra el dinero:
- El dinero hace que las
personas se enfaden.
- El dinero es sucio.
- No hay suficiente dinero
para todo el mundo.
- No merezco tener dinero.
- El dinero no da la
felicidad.
Tenemos que poner todas las que sintamos, sobre todo
con honestidad. Cuando las
tenemos todas, una por una vamos transformando la creencia:
- El dinero es otra
energía por la cual, las personas proyectamos los conflictos.
- El dinero simplemente es
una energía, el uso de esta depende de cada persona.
- Cada uno tiene lo que
está dispuesto a recibir.
- El dinero es
proporcional a cuánto me valoro.
- La felicidad llama al
dinero.
Una vez hemos transformado estas creencias, las recitamos en voz alta, las sentimos. Después hacemos una relajación, vamos respirando y entramos en
meditación. En este estado, vamos a imaginar (crear) con las creencias transformadas:
El dinero cae del cielo y todo el mundo tiene, hago
de mi pasión mi profesión, etcétera. Durante la relajación podemos
sentir tensiones físicas,
calambres, rampas... Atención a en qué parte sentimos esta
información porque nos estará hablando del bloqueo, de la creencia que hay que
seguir trabajando.
Cuando terminamos este proceso es importante decretar, ponernos unas "metas" (20.000 euros al mes, una mansión, una
pareja con quien tener sexo...). Como aliado para este nuevo camino es nuestra
perseverancia.
Perseverancia: "Dos amigos buscaban un tesoro. Uno de ellos,
cansado tras 500 paladas, se fue rindiéndose ante la impotencia. Su amigo,
inmerso en la perseverancia, en la palada 501, encontró el tesoro"
Gracias, Héctor
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