NUNCA TE ADAPTES A LO QUE NO TE HACE FELIZ
A
veces lo hacemos, nos adaptamos a lo que no nos hace feliz como quien
se calza un zapato a la fuerza pensando que es su talla, y al poco,
descubre que es incapaz de caminar, de correr, de volar…La
felicidad no duele y por tanto no debe oprimir, ni rozar ni quitar el
aire, sino permitirnos ser libres,
ligeros y dueños de nuestros propios caminos.
Hace
unos años una marca de jabones que comercializaba su producto para
entornos laborales lanzó al mercado una gama en concreto que obtuvo
bastante éxito. Impresa en la propia pastilla de jabón aparecía la
frase “Happiness
is Busyness” (felicidad
es estar ocupado).
“El
mundo prefiere sabiamente la felicidad a la sabiduría”
Si
bien es cierto que líneas como el concepto de “flujo” Mihaly
Csikszentmihalyi enfatiza
la idea de que concentrarnos
en una tarea en cuerpo y alma puede darnos la felicidad,
en esta ecuación debe añadirse sin duda el factor que hace
referencia a si esa tarea nos es significativa o no. De hecho,
muchos trabajadores veían con triste ironía el eslogan de esos
jabones, porque no todos se sentían felices por llevar a cabo una
tarea que, si bien les aportaba una remuneración económica, lo que
no tenían era bienestar psicológico.