Cuando
el desánimo, el resentimiento, la frustración y la falta de Amor
por ti mismo aparecen en tu vida, también aparecen las enfermedades.
En
la vida a veces tenemos problemas que no sabemos o no queremos
resolver a nivel emocional, es entonces cuando van surgiendo síntomas
de dolencias… al principio leves para irse convirtiendo en crónicas
o en el peor de los casos mortales.
Vamos
a intentar dar una serie de pautas de autoconocimiento, para poder
manejar de forma responsable nuestros desequilibrios físicos.
Lo
primero y más importante es empezar un proceso de AUTO-ACEPTACIÓN de
uno mismo y sus circunstancias. Para desde la aceptación, que es una
posición de entrega y confianza en el Universo y a lo que nos
ha dado, conseguir reconciliarnos con nosotros mismos en primer
lugar.
Este
“milagro” se produce cuando estamos en conexión con el Universo
del que formamos y somos parte, ahí es cuando tiene lugar la
apertura de los centros receptores de energía, inundando nuestro
cuerpo, con todo el poder de autocuración al que todos tenemos
acceso.
Enfermamos
porque perdemos esa conexión, nos desconectamos de la fuente que da
la energía a todos los seres vivos del Universo, que nos da todo lo
que necesitamos.
Al
actuar en contra de nuestros sentimientos, el cuerpo lo percibe como
un ataque, cuando no atendemos a nuestras necesidades vitales también
lo percibe como otro ataque. Y cuando nos llenamos de odio,
resentimientos, dudas y miedos nos hacemos continuos ataques,
convirtiéndonos en enemigos de nosotros mismos.
Así una y otra vez vamos recorriendo
la vida, pero en esos estados el cuerpo enferma sin lugar a dudas. La
enfermedad es un aviso que nos da el cuerpo de que le estamos
maltratando…. y aguanta tanto…
Todas
o casi todas las enfermedades tienen su raíz en un problema
emocional no resuelto en la persona.
La
buena noticia es que podemos aprender a no enfermar y si ya estamos
enfermos, nos podemos curar nosotros mismos, todos tenemos la
capacidad de contribuir a nuestra propia curación.
Podemos
hacerlo cambiando nuestros modelos de pensamientos, pues cambiando lo
que pensamos cambiarán nuestros actos y como consecuencia cambiaran
nuestros sentimientos hacia sentimientos más puros, de más amor lo
que llevara a tener más energía y menos toxicidad en nuestro
cuerpo. Ya que los pensamientos que nos perjudican son toxinas para
el cuerpo.
Si
aprendemos a interpretar con exactitud nuestras emociones podremos
tomar las decisiones adecuadas en cada momento.
Abandonando
la esclavitud de la falta de control mental caminaremos hacia
una vida de libertad, pues dejaremos de estar sujetos a las
restricciones de los pensamientos.
Dejando
nuestras acciones en manos de una voluntad sujeta de forma natural a
los sentimientos más nobles que todo ser humano tiene en su ser más
profundo.
Para
curarnos hemos de equilibrar nuestro cuerpo, mente y espíritu. Ya
que aunque es en el cuerpo donde se manifiesta el problema, es en el
espíritu donde está la semilla del problema, que se encarga la
mente cuidadosamente de desarrollar a través de los pensamientos
inadecuados.
Si
tenemos una fuerte conexión con nuestro ser interior, unos
pensamientos sanos y constructivos, además de cuidar de forma
saludable nuestro cuerpo, estaremos sanos.
Cuando
hay equilibrio entre las tres partes que nos forman, sentimos la
alegría de vivir que es lo normal entre los seres vivos del
Universo, nosotros no somos una excepción.
“Lo
normal es tener salud, no estar enfermos”
Si
no cambias mentalmente frente a una actitud que te ha hecho enfermar,
ni el mejor médico del mundo te podrá curar.
El
Resentimiento es una de las emociones que más enfermedades produce
junto con el miedo. Pero la densidad del resentimiento podemos
cambiarla con el sentimiento del perdón, el perdón a nosotros
mismos la mayor parte de las veces y luego a los demás.
El
perdón beneficia al que lo da, no es para el que lo recibe ya que la
carga emocional negativa la lleva el que no perdona.
La
otra (mal llamada) emoción que causa muchas enfermedades es el
Miedo, que es lo contrario al Amor, es un cierre a la entrada de
energía a nuestro ser, es oponerte a vivir, es cerrarte a la
experiencia que supone tener una vida con ilusiones aunque tengas que
correr riesgos, no se puede tener miedo a vivir. Porque entonces te
pierdes lo mejor de la vida que es crecer… si no experimentas, por
miedo fracasar, nunca sabrás si hubieras tenido éxito y tu vida se
convertirá en un cúmulo de frustraciones.
El
miedo es sobre todo desconfianza, de ti mismo y de que el Universo no
te de cosas buenas, siempre te da lo que necesitas en cada momento.
Porque tú eres el que crea el Universo cada día. Es falta de fe en
que tú te mereces lo mejor, tenemos miedo porque en el fondo
esperamos lo peor.
Si
perdonas y te liberas de los miedos, te podrás curar casi de
cualquier cosa. Las palabras y los pensamientos que has tenido y
pronunciado hasta el día de hoy son los que te han puesto en tu
situación actual física y emocional.
Hagamos
un esfuerzo que merece la pena, recuperemos toda la Alegría y el
Amor que traíamos al nacer, entonces éramos importantes y nos
sentíamos el centro del mundo.
Los
bebés son osados, piden lo que necesitan y expresan lo que sienten.
Haz tú lo mismo. Recuerda que una vez hace mucho lo hacías.
ERES
UN SER PERFECTO SOLO TIENES QUE QUERER RECORDARLO.
Paloma
Vela
Vía: Rincón
del Tibet
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