OLVÍDATE DEL DEBER SER Y VIVE LA VIDA QUE QUIERES VIVIR
“Ser tu mismo en un mundo que constantemente está intentando
convertirte en alguien más, es un gran logro.”
Ralph Waldo Emerson
Hubo un tiempo donde “lo tenía todo.”
Cursaba
mi décimo año como profesora en una pequeña escuela rural. Vivía
con mi marido y con mi hija en una casa en el bosque. La
vida era una rutina, predecible y segura. Hicimos planes para
arreglar la casa y teníamos bastante claro que trabajaría en la
escuela hasta que me retirara. Sin embargo, dos cosas se
interpusieron en nuestro camino.
Primero, tenía
una sensación de inquietud constante. Mi trabajo se fue poniendo
progresivamente más estresante y
resentía el hecho de que no se valorara mi compromiso.
Llegaba
a una casa que requería de atención constante. Trabajar
en el jardín no me traía más satisfacción que pasar horas en la
sala de clases corrigiendo ensayos. Comencé
a procrastinar en ambas áreas, lo que sólo aumentó mi nivel de
estrés.
Y
luego comenzamos a navegar. El
día que estrenamos nuestro velero en el Lago Huron, todo
cambió. Amábamos
ese pequeño espacio. Amábamos a la comunidad marina. Amábamos
viajar.
Lo
amábamos tanto que vivimos en el extranjero durante 3 meses en el
verano del 2012. Al
final del verano, físicamente volví a mi trabajo, pero mentalmente
estaba a miles de kilómetros de distancia, aún navegando sobre el
mar.
Ahí
fue cuando decidimos mudarnos. Mi
décimo año enseñando en la escuela rural fue el último año que
viví en una casa.
Embalamos todo
lo que cabía en nuestro Volvo y manejamos hacia el norte,
donde comenzamos
una nueva vida. En agosto del 2014 cambiamos nuestro apartamento por
un velero más grande llamado “Rompe la tradición”.
Rompimos
con el guión que todo el mundo siente que tiene que seguir si
quieren ser “exitosos”. No
somos dueños de ninguna propiedad. Tomamos nuestras duchas en casas
de baño, no tenemos un horno y mi esposo y yo dormimos en un
camarote.
Y aún
así, nunca
hemos estado más felices. En
vez de tener que trabajar sobre la casa o el jardín caminamos sobre
muelles. En vez de pasar días completos dentro de la casa, nos
sentamos en la popa del velero y conversamos con nuestros vecinos.
Todo el mundo tiene galletas en sus botes por si mi hija decide
visitarlos.
Tu sueño puede
que no sea vivir en un bote. De hecho no hay nada de “malo” en
disfrutar de las comodidades que provee una casa. Sin embargo, es
posible que las convenciones que aceptamos por ser “como deberían
ser las cosas” muchas veces nos limitan. ¿Hay algo que estés
haciendo sólo porque “debes” hacerlo?
Aquí
hay algunas cosas que he aprendido al elegir una vida fuera de la
norma:
1. Repiensa lo que es el “éxito.”
La lección más
hermosa que aprendí en nuestra travesía es que hay
que preguntarse acerca de todas las cosas que pensamos que
necesitamos para poder ser exitosos.
“Éxito”
es un término arbitrario, que no tiene un significado en sí
mismo. ¿Cuál
es el sentido de ser “exitoso” si el costo es nuestra propia
felicidad? Pasar menos tiempo trabajando y preocupándose por cosas
materiales nos otorga mucha libertad y libera mucha energía
que podemos
dedicar a cosas que realmente nos importen.
2. No seas esclavo de la “seguridad”.
He
conocida a tanta gente que vive vidas mediocres sólo porque piensan
que su situación es “segura”. Sin embargo eso es una ilusión.
Cualquiera puede perder un trabajo en cualquier momento, y limitar tu
experiencia sólo para evitar esto no tiene ningún sentido. Confía
en tus propias habilidades para resolver problemas,
en vez de permitir que el miedo te detenga de tomar riesgos.
3. Gasta tu energía en cosas que te importen.
¿Te gusta vivir
en la ciudad? ¿Amas estar conectado al computador? ¿Te gusta pasar
más horas en el trabajo que en casa? Son todas cosas válidas, pero
cuestionate si realmente vale la pena invertir toda esa energía en
estas cosas. Simplemente
no hagas las cosas sólo porque se supone que uno debe hacerlas.
Esta
es tu vida, y no hay nada que debas hacer.
Todo es una elección, incluso cuando piensas que no lo es.
4. No le temas al cambio.
Amaba mi trabajo
como profesora en el norte cuando empecé. Y eso hizo que fuera aún
más difícil irse. Muchos
de nosotros vemos nuestra situación actual como algo permanente,
cuando lo único que nos garantiza la vida es el cambio.
Dejé la casa,
pero eso no significa que vaya a vivir en mi bote para siempre. Fluye
con la corriente en vez de resistirte a ella. Prepárate
para seguir moviéndote cuando llegue el momento.
5. Ve el juicio por lo que es.
Cuando hagas
algo diferente es muy probable que te critiquen. Pero entiende
que las
palabras de otras personas tienen la importancia que tú les
das. Cuando
alguien critica o enjuicia tus decisiones, sólo están mostrando su
propia incomprensión. Seguramente
no tiene tanto que ver contigo como tiene que ver con sus propias
inseguridades.
6. No le tengas miedo al fracaso.
Al igual que el
“éxito” el
“fracaso” es sólo un término arbitrario que no tiene
significado. La
prueba y error es la forma inherente en la que aprendemos, por lo
que cometer
errores es inevitable.
Cuando
vemos la maldita palabra “fracaso” en nuestros errores, nos
privamos de la oportunidad de aprender de nuestras
experiencias. Puede
que las cosas no resulten como lo habíamos planeado, y puede que
cambies tu curso en la medida que avances. Todo
esto es parte del proceso y no hay nada de qué preocuparse.
Via: Tiny
Buda
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