LAS DIFICULTADES DE LA VIDA COMO APRENDIZAJES
La
vida es para aprender,
todo el tiempo estamos aprendiendo y de hecho, los problemas sirven
para demostrar lo que sabemos.
Lo
que sabemos siempre permanecerá con nosotros, los problemas un día
estarán y luego desaparecerán. Tu
saber siempre estará contigo, mientras que los problemas irán
desapareciendo. Los problemas cuando niños, adolescentes, en el
colegio, en la universidad, ya no están, pero, lo
que aprendimos forman parte nuestra.
Similarmente
a que nunca te olvidarás de manejar la bicicleta, tampoco olvidarás
los problemas que resolviste cuando eras niño. Eso
siempre te acompañará: la aplicación del conocimiento y la
sabiduría.
Inclusive
puedes divertirte de aquellos que se hacen problemas por todo.
Jhon
Maynard, economista inglés, se divertía diciendo:
“Si yo te debo una libra, tengo un problema; pero si te debo un millón, el problema es tuyo”.
Henry
Ford decía:
“La mayoría gastan más tiempo y energía en hablar de sus problemas que en enfrentarlos”.
Un
sabio proverbio hindú menciona:
“Con mis maestros he aprendido mucho, con mis colegas más, con mis alumnos más todavía”.
Todo
el tiempo debemos estar abiertos al aprendizaje. Nadie
es tan ignorante como para no enseñar, ni nadie tan sabio para no
aprender.
Si
concentramos toda nuestra vida en aprender, no habrá tiempo para
preocuparnos de los problemas. Solucionar
no es preocuparse.
Todo
lo que llamamos problemas es parte de seguir aprendiendo,
nadie debe llamarlos problemas.
Séneca
uno de los más grandes filósofos de la antiguedad, decía:
“Considera las contrariedades como un ejercicio”.
El
pesimista es una parte del problema. El
optimista, el creativo, el hombre que crece, es una respuesta a la
vida.
Claro
que no siempre es fácil aprender, Bertrand
Russell, famoso polifacético personaje, dijo:
“Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y que puente hay que quemar”.
Todo pasa
Shakespeare
mencionaba:
“Ocurra
lo que ocurra, aún en el día más borrascoso, las horas y el tiempo
pasan”.
Es
una verdad ineludible.
No
hay porque sufrir si estás por caer en lo más bajo, ya que todo en
el mundo se desarrolla como la curva de una campana,
con su apogeo en la cúspide la campana y su valle en la parte baja.
Todo
pasa, todo es cíclico. Por
supuesto, que se puede lograr que las partes bajas o mínimas sean el
menor tiempo posible y la partes de subida perduren más tiempo. Eso
se logra con una buena actitud de superación, con fe en que las
cosas van a tirar para arriba, con una visión optimista de las cosas
y con las ganas de salir adelante.
Lo
mejor es que aprendas y luego apliques,
así siempre estarás en la cresta de la ola.
Lo
que aprendes, nadie te lo quitará, salvo que tu lo descartes. Pero
nunca dejar de aprender.
Aprender
es como nadar contra la corriente, en cuanto dejas de aprender
comienzas a retroceder.
Platón
nos dice: “Aprendiendo
a morir se aprende a vivir mejor”.
Via: Vida
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