Hay
 tres factores que afectan nuestra vida constantemente: sentimientos,
 emociones y pensamientos. Por lo tanto, para comenzar el camino
 hacia la toma de consciencia, el camino de regreso a casa, es
 fundamental partir comprendiendo qué son estos tres factores y por
 qué nos creemos separados, alejados de aquello que somos.
Las emociones son
 reacciones psicofísiológicas que aparecen como reacción subjetiva
 a una experiencia. Estas reacciones involucran pensamientos,
 actitudes y creencias. Como resultado de las emociones,
 obtendremos sentimientos.
Los sentimientos son
 el resultado de la suma de una emoción y uno o varios pensamientos
 asociados a ella. Cualquier emoción puede generar muchos
 pensamientos y, si bien en un 95% son inconscientes, saber esto y
 observarnos nos da la posibilidad de hacerlos concientes. Dado que
 tenemos la posibilidad de elegir nuestros pensamientos, esto nos da
 la posibilidad de elegir nuestros sentimientos.
► ¡Podemos
 elegir lo que sentimos!
Es,
 quizás, la sencillez de esto lo que lo hace poco tangible y difícil
 de creer. Analicemos lo siguiente: las emociones no se pueden
 administrar ni manejar ya que son la respuesta biológica ante un
 suceso (que tampoco podemos manejar) y si esa respuesta provoca una
 diversidad de pensamientos (y tenemos la libertad de elegir cuáles
 pensamientos queremos en nuestra vida y cuáles no), aquello que
 sentimos, tienen una parte opcional y eso es lo que no debemos dejar
 librado al azar si realmente decidimos vivir felices.
Como
 ya mencioné, el 95% de esos pensamientos son totalmente
 inconscientes dado que están basados en nuestras creencias,
 experiencias, etc. (Ver el post pensamientos).
 Lo que es nuestra decisión y responsabilidad es la duración o la
 vida útil de ellos. [Ej: si ante ciertas situaciones siempre
 reacciono con enojo, es inconsciente, lo cual no implica que me
 tenga que mantener en esa actitud ya que cuando reconocemos ese
 pensamiento que afecta a cierta emoción, comprendemos que el
 sentimiento que experimentamos tiene las características que
 elegimos].
Entre
 las elecciones que hacemos en la vida, muchas veces olvidamos la
 principal (o una de ellas). Pasamos la vida creyendo que tenemos que
 hacer cosas y lograr objetivos para encontrar la felicidad, creyendo
 que ésta es algo que se obtiene, se gana o se encuentra; por
 supuesto que caemos en creer que el azar o la suerte son parte de
 que eso suceda. El mecanismo inconsciente que se activa con esto,
 proveniente del ego, es: si los resultados nos gustan, fue gracias a
 nosotros; si no nos gustan, el destino, Dios, el universo o la vida
 está en contra nuestra, rápidamente encontramos a quién culpar.
La
 elección de ser felices
Así
 es, ser felices, vivir en la felicidad es tan sólo un elección. Es
 sumamente importante saber diferenciar felicidad de alegría ya que
 muchas veces creemos que algo nos
 hace felices cuando
 en realidad es algo que nos
 pone contentos,
 desde objetos materiales, conocer a alguien, una nueva relación de
 pareja, etc.
Esto
 se debe a que la felicidad está dentro de nosotros y depende pura y
 exclusivamente de que decidamos vivir desde, en y con ella.
 Seguramente tendremos vivencias que nos afectaron y que
 nuestra mente nos
 trae a la memoria con frecuencia, lo que nunca pensamos o
 consideramos es que todos
 nuestros conflictos son recuerdos. Nadie
 puede negar aquello que hemos vivido, lo que es nuestra
 responsabilidad es lo que hacemos con esos recuerdos.
►No
 hay excusas, la felicidad es una elección que debemos tomar para
 disfrutar nuestra vida a cada instante.
Reflexiones: 
¿Cuales
 son aquellas cosas que consideras que “no te dejan ser feliz”? 
 ¿Cuál es tu concepto de felicidad?

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