En este momento
de mi vida, donde me queda menos por vivir que lo ya vivido, cuando
medito y reflexiono debo reconocer que en ocasiones he sido un
completo desastre: no me he amado lo suficiente, he desatendido a
los míos y lo que más tristeza me produce en mi interior, es haber
dejado de ser yo mismo para ser la persona que los demás querían
que fuese.
Sí, lo sé.
Tengo motivos para ser duro conmigo, para reprocharme y sentir
arrepentimiento por el tiempo que se ha ido y que evidentemente no
volverá.
Y como siempre
digo a mis alumnos ni las quejas ni los reproches nunca han cambiado
nada. Por eso hoy tengo una aptitud renovada, hoy algo ha cambiado.
Lo noto. Lo noto fuerte. Hoy voy a perdonarme y abrazarme con la
fuerza que da el amor a uno mismo. Voy a coger la vida y responderle
a contracorriente, como lo hace todo aquello que —más antes que
después— sobrevive para acabar triunfando. Aunque al principio
duela.
Son las 6,30 de
la mañana. Hoy he decidido comenzar temprano. El despertador acaba
de sonar y ya me lanza la primera pregunta del día: ¿Posponer o
apagar? ¿Apagar o posponer?» Un salto es mi respuesta. ¡Aquí no
hay nada que posponer! Los minutos avanzan y la mañana sigue con
sus preguntas. Y yo, con mis respuestas. ¿La música?» Alta. ¿El
desayuno?» De campeones. Hoy es «el día» y no lo echaré a
perder con decisiones a la baja.
Ya puedo ver
cómo amanece. Hay silencio y calma. Hace fresco. Al parecer, poca
gente ha decidido soñar, prefieren dormir. Allá ellos. Aún es
temprano, pero yo acabo de hacerme una promesa: «HOY VA A SER UN
DÍA QUE VALGA LA PENA».
Lo tengo
decidido. Tan claro como el agua. HOY VOY A CUBRIR CADA
INSTANTE DE ILUSIÓN. Voy a sonreír con quien me cruce, aunque
no lo conozca. Aunque nunca antes lo haya hecho. Voy a hacerlo con
tanta determinación que si no tuvieron una buena noche puedan,
desde ahora, sentir una porción de mi alegría.
Y voy a
aprovechar cada segundo. No voy a malgastar ni un instante.
Cuando esté
trabajando voy a poner mi máxima atención para disfrutar de cada
cosa que haga. No importa de qué se trate. Pienso ponerle tanto
amor que, si no sale bien, no pueda reprocharme nada.
Las horas
pasarán mientras algunos creen que trabajo, pero en realidad no es
así. Yo no trabajo, crezco. No, yo no gano un sueldo y a casa; yo
camino hacia mi sueño y repito. Paso a paso y poco a poco. Es por
esto que, desde hoy, a la hora de terminar ya no le llamaré “por
fin termine”, sino «la hora de amar en otra parte».
Y así haré.
Amaré en otra parte, en la que sea. Porque en un universo que te
brinda la oportunidad de vivir a pleno corazón no hay razón para
amar con horarios.
No en el mundo
que desde hoy creo. (Del verbo crear). La vida es un queso demasiado
grande como para comernos solo una porción.
Por eso, voy a
quedar con algún amigo/a. De los que valen la pena. De los que
añaden vida a tus años y no años a tu vida, que dice el
proverbio. De los que quizá tiempo atrás no cuidé. Y voy a
hacerlo hoy, mi día favorito para hacer lo que más quiero después
de «ayer». ¿El plan? Todavía no lo sé, ni me importa: la
llamada va primero. Hagamos lo que hagamos, no dejaremos que el
lugar sea más importante que el encuentro. «Auténtico» es mi
nueva palabra.
Y llamaré a
todos mis seres queridos.. Les diré Que los quiero y, sobre todo,
gracias. Ellos lo entenderán. El día irá llegando a su fin,
demostrándome que si el tiempo vuela, yo también.
“DESDE HOY Y
PARA SIEMPRE, LO QUE NO ME APORTE, LEJOS”
SOLO HACE UNAS
HORAS QUE TOMÉ LAS RIENDAS DE MI DÍA Y YA PUEDO SENTIR QUE SOY
PARTE VIVA DE UNA NUEVA LECCIÓN: LA VIDA ES DEMASIADO CORTA COMO
PARA DEJARLA IR EN COSAS QUE NO QUIERO; QUE NO CREO; QUE NO AMO.
COMO PARA DECIR SÍ CUANDO ES NO. COMO PARA ELEGIRTE A TI QUE NO ME
ELIGES A MÍ.
Demasiado
rápida como para seguir culpando al pasado y las historias que me
trajeron aquí. Demasiado breve
como para no repetirme una y otra vez las palabras que bordarán mi
nueva forma de pensar: «Merezco llegar a donde me propuse. Aspirar
a todo. Disfrutar. Desde hoy y para siempre, lo que no me aporte,
lejos».
Y ES QUE HOY,
COMO CADA DÍA, MI CONTADOR SE HA PUESTO A CERO. HOY VOY A SER QUIEN
ME GUSTARÍA SER.
HOY SERÉ POR
LA NOCHE MÁS GRANDE DE LO QUE FUI POR LA MAÑANA.
Y LO MEJOR DE
TODO……LO MEJOR DE TODO ES QUE MAÑANA, MÁS.
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