Sé
que quieres escuchar un mensaje de esperanza, pero no lo tengo. No
puedo darte nada que te sirva porque la única persona que puede eres
tú.
Tengo
que decírtelo, yo sólo soy un mensaje en el camino…
Sé
que necesitas unas palabras que te recuerden lo mucho que vales y lo
mucho que puedes, lo que tienes para compartir y hasta dónde puedes
llegar… Pero por más que lo digo, si no lo crees, si no lo
sientes, no sirve de nada.
Y
tampoco sirve de nada que tú lo sepas y lo razones si no lo sientes,
si no notas en tu pecho que la punzada de angustia cesa cuando sabes
quién eres y dejas de sentir esa culpa y esa rabia alojadas en la
garganta porque el mundo no responde como esperas y te acepta como tú
no te aceptas.
Si
tú no lo vives, no sirve de nada. Igual que no existe medalla que
calme tu dolor por no sentirte merecedor de ella ni cumbre
suficientemente alta como para que pienses que has llegado muy arriba
si no te sientes con fuerzas…
Sé
que crees que necesitas que te diga quién eres pero yo no lo sé,
sólo tú lo sabes. Sólo tú eres capaz de vivirlo.
Vas por ahí leyendo libros, haciendo cursos, cruzándote con
personas que se convierten en maestros porque te muestran cosas que
no veías, viviendo experiencias que te marcan y te hacen comprender…
Y
todo eso no bueno ni malo, sólo es. Sólo sirve si a partir de ello,
decides mirar de otro modo todo lo que te rodea, si decides mirarte a
ti mismo de otro modo… Sólo sirve si lo integras, si decides
vivirlo y actúas en consecuencia. No sirve con pensarlo sin
sentirlo, no sirve sin actuar con esa coherencia y esa paz que te
llega cuando descubres que eres responsable de cómo te tomas la vida
y no de lo que hay a tu alrededor…
No
sirve que el mundo cambie si tú no has aprendido a mirarlo de otro
modo, si no te das cuenta que no puedes controlarlo ni medirlo… No
sirve de nada llegar a la meta si no lo sientes como una meta, ni
lograr el sueño si no te sientes libre para vivirlo…
No
sirve de nada que miles de personas te digan que eres grande si te
sientes pequeño.
Ninguno
de los cientos de likes que tienes en redes te va a hacer sentir
realmente bien contigo mismo si no encuentras el like definitivo, que
es el tuyo…
Ninguna
de mis palabras sirven porque no son tuyas, si las lees o escuchas no
te quedas con ellas y las cuestionas (yo no sé apenas nada) ni las
mascas, hueles, sientes y notas y decides si te convienen y te hacen
mirar con otros ojos o no.
Ninguno
de mis libros te cambia si tú no decides que mereces ese cambio y
apuestas por ti. Lo
que encontramos por el camino son mensajes, puntos de partida,
anclajes a los que agarrarse, estímulos… De nada sirven si no
exploramos qué nos hacen sentir ahí dentro y nos arriesgamos a
vivir aquello de lo llevamos tiempo huyendo.
De
lo contrario, cuando nos acercamos a ello, a los libros, las
conferencias, los maestros, las terapias, los cursos… Sólo estamos
usándolos para distraernos de nosotros mismos y evitar mirar dentro,
para substituir la cháchara de nuestro ego por otra cháchara que
nos susurra pero no nos llega, no nos permite ahondar y soltar…
A
veces, usamos el autoconocimiento para sentir que estamos haciendo
algo pero no estamos haciendo nada porque seguimos buscando ahí
afuera las respuestas que sólo están dentro. Y
escuchamos a alguien que nos inspira (eso está genial, no digo que
no) pero no es para aplicar nada de lo que dice ni cuestionárselo,
sino para no tener que escucharnos a nosotros mismos…
De
nada sirve que te diga que la respuesta está dentro si no estás
dispuesto a hurgar en ti y vivir eso que tienes pendiente y que tanto
te asusta. Y diré más, si después de todo esto te culpas por ello,
te reprochas por no estar haciéndolo o no haber sabido cómo,
tampoco sirve de nada… Porque esto no va de ponerse a prueba sino
de observarse con compasión y soltar la necesidad de ser diferente…
Soltar la necesidad de que otros te salven y de que el mundo cambie
de algún modo…
De
nada sirve que te lo diga sino decides descubrirlo tú por ti mismo.
Lo
sé, porque yo hago lo mismo. Busco la magia ahí afuera, porque
busco respuestas pero no me escucho ni siento mi dolor porque tengo
miedo muchas veces, porque escribo libros pero a veces no me atrevo a
vivirlos, porque no sé nada y a menudo… Después de haber
desterrado la palabra culpa de mi vida y decidir ejercer la
responsabilidad, sigo sintiéndola muy hondo y de forma muy intensa y
admitirlo me ayuda a abrazar mi vulnerabilidad y sentirme libre…
Todo
lo que yo digo no sirve, no importa… Importas tú, te sirves tú y
lo que sientes y decides a partir de lo que sientes.
Esto
no es fácil, no se hace de la noche a la mañana, amarse es una
carrera de fondo que no se gana ni se pierde, se camina paso a paso y
se vive… Se nota, se observa desde la compasión y se comprende
desde el corazón. No lleva a ningún sitio, es un camino de vuelta a
casa, de vuelta a ti.
Mercè
Roura
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