Pues
 significa iniciar el proceso de diálogo interno, comenzar o
 reforzar la comunicación con tu propia esencia, con ese yo que todo
 lo sabe y que siempre te guía.
Todo tiene un
 tiempo y todo tiempo llega. Todo lo que has hecho y lo que no has
 hecho hasta el preciso instante en el que decides viajar hacia tu
 interior, te ha traído irremediablemente hasta el Ahora Mismo,
 justo donde estás.
No te has
 equivocado nunca, no has ido más lento ni más rápido de lo
 debido, porque lo que has hecho siempre ha sido lo mejor que has
 podido con lo que tenías en cada instante presente, y eso es la
 perfección del Ser que eres.
Cada alma
 tiene su ritmo y su tiempo y hay que respetarlo para que la
 evolución y la transformación sean armoniosas y coherentes con los
 tiempos de aprendizajes de cada uno.
“Para
 integrar experiencias nuevas o recordar y actualizar 
 
las que ya
 tenías dentro”.
Cuando
 llega el tiempo de iniciar el viaje a tu interior, lo sabes, lo
 sientes y en ese instante lo decides… si antes no has podido o no
 has sabido cómo, es sencillamente porque no era el momento de tu
 alma aún.
Cuando llega
 el momento de viajar a tu interior, ya has recorrido un camino, ya
 te has trabajado ciertamente, es la hora de ir más allá de tus
 fronteras emocionales y mentales, es tiempo de andar descalzo por
 los confines de tu alma sintiendo que nunca los hubo y que TODO lo
 que eres está en constante expansión.
A veces
 necesitas DAR LA VUELTA AL MUNDO para volver al origen y
 comprender que tu hogar, donde habitas, siempre te acompañó donde
 fuiste.
A veces
 necesitas explorar y conquistar las experiencias más dispares antes
 de comprender que la conquista es siempre íntima, pero también
 darse cuenta que esas disparidades supuestas son tan necesarias como
 la Vida misma.
Comprendes
 que tu vida es tu casa, tu herramienta fundamental para responderte
 todas tus dudas.
Comprendes
 que de esa que tanto huyes es de dónde vas a sacar más respuestas
 certeras.
Comprendes
 que en el umbral que separa tu YO externo de tu YO interno puedes
 descansar en el silencio de esa transición. Que a veces no es
 necesario tomar decisiones, que no es necesario opinar sobre todo.
Comprendes
 que tus emociones siempre han querido hablarte de ti, susurrarte sus
 mensajes, y que tan sólo piden de ti ser contempladas en el umbral
 del silencio…
Cuando viajas
 a tu interior descubres que nunca ha existido ningún camino, que no
 hay herramientas ajenas a ti, que todo lo que extraes de fuera sólo
 son estímulos, y que el verdadero trabajo es interior, es íntimo
 desde la unión sagrada contigo mismo.
El
 mensaje más valioso de la vida es que no nos limitemos ni nos
 dejemos limitar por normas, protocolos, estereotipos o cualquier
 clase de creencia.
EN
 NUESTRO INTERIOR, DONDE SOMOS NOSOTROS MISMOS EN ESTADO PURO… NO
 HAY NORMAS.

No hay comentarios:
Publicar un comentario