21.6.19

La fusión entre máquinas y humanos es una posibilidad en el futuro


   EL DATAÍSMO, LA CREENCIA DEL FUTURO


Las creencias van cambiando con los tiempos. Si bien no es lógico pensar lo mismo que hace 1.000 años, dentro de cientos de años lo que pensamos ahora también será olvidado. Indagando en las posibles creencias del futuro, una de las propuestas más interesantes es el dataísmo.
Esta creencia en el poder de los datos bien podría convertirse en la nueva religión del futuro. Aunque algunas de las principales religiones del momento se forjaron en el Medio Oriente, este centro neurálgico parece estar moviéndose a Silicon Valley. ¿Quién puede afirmar que las nuevas religiones no acaben por venir del norte de California?

El dataísmo

El dataísmo sostiene que el universo consiste en flujos de datos. En esta visión, los humanos somos organismos con algoritmos bioquímicos, mientras que las máquinas tienen algoritmos electrónicos. Al fin y al cabo, ambos serían algoritmos, por lo que las diferencias serían mínimas y el valor de cualquier fenómeno o entidad estaría determinado por su contribución al procesamiento de los datos.


De esta forma, el dataísmo defiende que las mismas leyes matemáticas se aplican tanto a los algoritmos bioquímicos como a los electrónicos. En consecuencia, el dataísmo elimina la barrera entre máquinas y animales. Asimismo, predice que los algoritmos electrónicos terminarán por descifrar y superar a los algoritmos bioquímicos.

Desarrollo del dataísmo

En el 2014, el filósofo surcoreano Byung-Chul Han manifestaba que la intuición es meramente subjetiva, por lo que el Big data terminaría por hacerla inservible. Según este autor, las teorías pecan de ser ideologías y, cuando hay suficientes datos, estas sobran. Así, el dataísmo sería el futuro, la renuncia de los sentidos en favor de los datos.

Por otra parte, en 2016, Yuval Noah Harari ubica el dataísmo en un contexto en su libro Homo Deus. Parte de que el universo es un flujo de datos y los humanos contamos con la capacidad para procesarlos. Esta forma de entender el mundo presenta la historia de la humanidad como una búsqueda de la mejora de la eficiencia de los sistemas. En concreto, los sistemas de procesamiento de datos. Así, los seres humanos habrían mejorado las conexiones y la libertad de movimiento de los datos.
La religión emergente más interesante es el dataísmo, que no venera ni a dioses ni al hombre: adora los datos”.
-Yuval Noah Harari-

El dataísmo como religión

El capitalismo surgió como una teoría científica y acabó por dominar el mundo y convertirse, incluso, en una religión. De forma similar, el dataísmo surgió como una teoría, pero cada vez se acerca más a la determinación de lo que está bien y lo que está mal.

Cuando los algoritmos lleguen a conocer a las personas mejor que ellas, podrán decirnos cuáles son las decisiones correctas en todo momento. ¿Imaginas que un algoritmo te dice con quién debes casarte?
Este sistema de procesamiento de datos será como un Dios. Estará en todas partes y lo conocerá todo. Por tanto, los humanos están destinados a fusionarse con él. Será la revolución de la clase innecesaria.
Los humanos optarán por fusionarse con las máquinas y tratarán a quienes no lo hagan como tratamos a los animales. Por tanto, el dataísmo se convertirá en una religión basada en la premisa de que la libertad de información es el mayor bien de todos.

Mártires y profetas

Toda religión cuenta con profetas que transmiten sus creencias y mártires que fallecen en su defensa. El dataísmo no iba a ser menos. Así, encontramos a Aaron Swartz. Este hacktivista es conocido por descargar los artículos de revistas académicas y liberarlos para que cualquier persona pudiera acceder a ellos. En concreto, Swartz liberó nada menos que 4,8 millones de artículos. Esta osadía le valió su detención. Sin embargo, Swartz terminó suicidándose ante un posible encarcelamiento de por vida.

Por otra parte, las religiones también necesitan profetas. Personas que transmitan la sabiduría de la religión. En el caso del dataísmo, encontramos a Raymond Kurzweil. Este ingeniero trabaja para Google y afirma que la humanidad se dirige hacia el transhumanismo. Esto es, la mejora de los humanos mediante el desarrollo y la fabricación de tecnología. Predica/Vaticina la futura fusión de humanos y máquinas.

El papel de los humanos

¿Qué papel jugarían los humanos en esta nueva religión? Los humanos seríamos chips. Esto es, los humanos serían chips que procesarían los datos. Así, las grandes ciudades con mayor número de habitantes tendrían mayor capacidad de procesamiento. De la misma forma, la variedad de procesadores aumentaría la capacidad de procesamiento.

En consecuencia, emplear distintos chips o personas aumentaría el dinamismo y la creatividad. No obstante, aumentar el número de procesadores y la variedad no tendría sentido si no están conectados. Por lo tanto, las redes comerciales se expandirían entre ciudades de manera que la libertad de movimiento sería mayor.

Aunque predecir el futuro es difícil, por no decir imposible. El dataísmo parece una alternativa viable. La creencia en el poder de los datos y la fusión entre máquinas y humanos es una posibilidad a futuro. Esta situación otorgaría el poder de decisión a los algoritmos, reduciendo el margen de error. Sin embargo, quedan problemas por resolver como la interpretación de la conciencia humana, la cual aún no ha sido descifrada por algoritmos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario