Hoy
en día nos vemos envueltos por hechos o acontecimientos ajenos a
nosotros. Es increíble ver como el foco de nuestra atención, que
centra y canaliza todas nuestras acciones vitales, se ha desplazado
hacia fuera. Sin embargo, ahora queremos invitarte a detenerte un
momento, aislarte de todos los estímulos externos y mirar hacia
dentro, hacia ti mismo, para reconocer el valor
de tu vida y
tu persona.
El
valor de tu vida y de tu persona
Queremos
compartir contigo una serie de reflexiones en las que abordaremos
algunas cuestiones importantes para ayudarte a orientar tu vida.
De hecho, te serán útiles tanto si estás pasando por un mal
momento como si no. Siempre es bueno pensar en la vida y en nuestra
persona.
El
valor de tu vida: Tú eres muy importante
En
efecto, eres
muy importante, incluso mucho más de lo que piensas.
Tu persona tiene un significado y valor superior a cualquier otra
cosa. Si
estás vivo es por algún motivo importante.
Por lo tanto, existes, vives, piensas, sientes y actúas por y para
algo. El hecho de que alguna vez estés triste o creas que ya no
puedes más, o que ya nada tiene sentido, significa que, tal vez, aún
no hayas encontrado el motivo por el que estás en este mundo.
Puede
que no te estés haciendo las preguntas correctas o,
no estés llevando la vida que quieres, o no estás siendo libre para
decidir en lo fundamental. Sin embargo, la
vida es descubrimiento,
cada uno debe hacer el viaje interior al autodescubrimiento: conócete
a ti mismo y
lo conocerás todo.
Eres
un ser único e insustituible
El valor
de tu vida y de tu persona es
tan grande que nada ni nadie puede reemplazarlo.
Ninguna otra persona, por mucho que se esfuerce, podría ser igual
que tú, poseer tu misma sabiduría o habilidades.
Es
importante que sepas que tu vida jamás podría ser reemplaza por
otra cosa, por muy buena que esta fuera. Nadie
podría ocupar el puesto que dejarías en el mundo si se produjera tu
desaparición. Nunca
te compares, eres una persona única. tienes mucho que ofrecer.
Por
lo tanto, lo que haces y vives, tus aciertos y errores, son las
pequeñas o grandes experiencias que se obtienen en el camino de la
vida. Camino que nada ni nadie va a hacer por ti. Todos hacen
este viaje,
tú también podrás.
El
mundo te necesita y te reclama
Precisamente
por eso estás en este mundo. Espera mucho de ti. La
vida te pide una participación activa y responsable.
Por lo tanto, el
mundo espera y desea que respondas a la llamada.
De esta manera, está pendiente de que cumplas con tu deber, que des
todo lo que puedas dar de ti.
Todos
tienen algo importante, único y especial que aportar.
Tal vez lo estés buscando, tal vez aún no lo hayas encontrado, pero
seguro que si te entregas a la vida, si recorres tu camino y te
esfuerzas por conocer, podrás darle algo de ti a los demás.
El
valor de tu vida: ¿por qué y para qué he nacido?
Pregúntate,
con mucha seriedad y sinceridad, ¿por qué y para qué he
nacido? Debes
ir descubriendo ese algo trascendente
y vital, que te llama desde lo más profundo de tu ser, que dice el
motivo por el cual estás vivo. Descubre
esa fuerza motriz de tu existir, que te llama sin cesar… ¿Cuánto
haces que no prestas atención a esa llamada dentro de ti? ¿Has
estado tan centrado en todo lo que en tu vida es exterior a ti que
has descuidado a tu propio Ser?
Por
encima de todo, no te lamentes, no te compadezcas. Piensa que hay
personas que nunca se han llegado a hacer estas preguntas. Por
tanto, nunca
es tarde para empezar a plantearse todas estas cuestiones
fundamentales.
Además,
a medida que vayas descubriéndote, te
abrirás a otros nuevos horizontes, tu vida y tus pensamientos
cambiarán y se adaptarán a estas nuevas realidades.
La vida te irá mostrando caminos insospechados que pueden llenarte
de felicidad.
De esta manera, seguro sentirás una mayor satisfacción vital,
plenitud y autorrealización personal.
Lo
más importante eres tú
En
efecto, tú eres lo primordial.
No eres tu coche, ni tu casa, ni tu cuenta corriente, ni tu
profesión. No eres algo meramente material. Ten en cuenta algo: Todo
en tu vida, y en la vida de los que te rodean dependerá de lo que
hagas contigo mismo.
Dependerá de:
-
La forma en que te veas
-
Cómo te trates
-
Tus actos
-
Cómo te construyas a ti mismo
Tu
propio Ser debe ser tu meta principal e irrenunciable.
Aquella que debes buscar antes que a nada. Tu rumbo, tu búsqueda,
tu sabiduría,
tu vida.
El
valor de tu vida: conclusiones
Puesto
que tú eres lo más importante, debes
trabajarte, formarte y cultivarte.
Cuídate con el mayor esmero. No desesperes, cuando situamos las
cosas en la perspectiva del tiempo, vemos que los hechos al final no
eran tan terribles como parecían. Al final, en esta vida, todo se
resuelve.
Tú
eres la inversión de la que nunca te vas a arrepentir,
por lo que tienes que invertir en ti mismo. Construye una base
sólida, ten claras tus prioridades, ponte un orden claro y preciso.
No obstante, si necesitas ayuda, pídela. Nadie está exento de poder
ser ayudado alguna vez en su vida.
Finalmente,
vuelve a tomar conciencia con tu propio Ser, deja de vivir la vida de
otros, conócete, mejórate, sé humilde y date
a los demás.
Recuerda lo que te dijimos al principio: tú eres muy importante,
incluso mucho más de lo que crees. Nadie puede
reemplazarte. Recuérdalo
siempre, no desesperes y vive.
Referencias:
-
Gallegos, W. A. (2015). Conducta prosocial y psicología positiva. Avances en psicología, 23(1), 37-47.
-
Medrano, A. (2002). La senda del honor. Yatay.
-
Seligman, M. E. (2016). Florecer. La nueva psicología positiva y la búsqueda del bienestar. Océano exprés.
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