A
todos nos gusta la sociabilidad, a todos nos gusta tener amistades
en nuestras vidas. Lo cierto es que somos seres sociales, impelidos
a conectar con los demás desde nuestra condición de humanos.
Animados a la relación por estar impreso en nuestro ADN y porque la
relación con los demás nos aporta un conocimiento que de otra
forma no podríamos tener.
Sin embargo,
no todo puede verterse al exterior. Cuando uno vive poniendo fuera
su punto de apoyo está condenado a desplomarse tarde o temprano.
He aprendido,
con dificultad, trabajo y experiencia, que en el silencio hay un
gran poder. Nos aleja de los problemas, nos permite tomar distancia,
nos posiciona de frente y nos da otra visión. También he entendido
que ofrecemos gratuitamente mucha información que ni interesa al
resto, ni es necesaria, ni nos conviene parar preservar nuestra
intimidad, a no ser con aquellos que elijamos para ello, con nuestro
círculo más íntimo.
El silencio
nos permite entrar en la luz (conocimiento) en silencio, comienzas a
ver y a reconsiderar tu forma de actuar. Posiblemente sea necesario
un reajuste. Incluso mimetizar las actuaciones del resto de la gente
en aquello que funciona a nivel social.
Uno se empeña
en ser el mismo y por ello, la experiencia te dice no a las batallas
con el mundo, te susurra que no tiene sentido esa actitud. Poco a
poco, te das cuenta que esta lucha es inútil. Que podemos ser
nosotros sin contravenir las reglas del juego. Y sobre todo, podemos
entender que siempre podemos elegir.
ESE
ES NUESTRO GRAN PODER… NOSOTROS Y SOLO NOSOTROS, TENEMOS LA ÚLTIMA
DECISIÓN DE TODO LO QUE NOS SUCEDE.
Elegir cómo
interpretar lo que nos sucede, pero fundamentalmente, elegir cómo
reaccionar ante ello. Siempre hay múltiples caminos a tomar. Por
eso debemos detenernos y alejarnos mediante el silencio para tomar
una decisión.
Toda elección
tiene sus consecuencias y precios que pagar, al igual que bondades
que recibir. Por ello es importante hacer un espacio para el
silencio, un espacio que no es vacío, todo lo contrario, que está
lleno de escucha, de atención, de observación detenida.
Lo mismo que
se recomienda volver los ojos hacia dentro, para ver nuestro
interior, eso mismo debemos hacer con los oídos escuchar hacia
dentro, para saber que nos decimos.
Una
vez hecho esto, después llega la calma y otra forma de actuar. más
a favor de ti mismo, más llena de lo que te viene bien, mejor
conformada y ajustada a tu felicidad y sobre todo, nacida de ti para
ti. Probemos el silencio a ratos.
Miremos
que hay dentro de él. Escuchemos lo que tiene que decirnos.
¡Sigamos
avanzando!, pero ahora, más inteligentemente.
EL REINO DEL
SILENCIO, NOS LLEVARA AL REINO DE LA SABIDURÍA.
http://lacienciadelesp
iritu.blogspot.com/2018/07/el-silencio-es-poder.html
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