Las
frases de Aldous Huxley son una invitación a la reflexión más
profunda para
cuestionar no solo el estilo de vida que llevamos sino también el
rumbo y los valores de la sociedad en la que somos partícipes. Se
trata de sentencias con un estilo ingenioso, crítico y a veces,
cínico que, de algún modo, conectan con aquel que las lee,
independientemente de la época en la que se encuentre,
proporcionándole pistas que cuestionan su visión del mundo.
Aldous
Huxley (1894 – 1963) fue un escritor y filósofo
británico perteneciente
a una familia de intelectuales. En su juventud sufrió una enfermedad
que le dejó prácticamente ciego, razón por la que retrasó su
educación universitaria en Oxford. No obstante, una vez superada
terminó sus estudios de literatura inglesa y se dedicó a viajar por
Europa como crítico de arte y literatura.
Al
cumplir veintidós años publicó su primera obra, The
Burning Wheel (1916), una
colección de poemas. Pero fue
en 1932 cuando publicó una de sus obras más famosas: Un
mundo feliz. Se
trata de una ficción futurista y visionaria de carácter pesimista
sobre una sociedad organizada en un sistema de castas en la que una
droga llamada soma tiene un papel relevante.
Con
el paso de los años, Huxley
comenzó a interesarse por el misticismo y la espiritualidad y
en 1945 publicó La
filosofía perenne, una
obra fruto de un proceso de documentación de escritos de maestros
espirituales de diferentes tradiciones como el cristianismo,
hinduismo o budismo. Su objetivo era presentar esta obra para dar a
conocer el sustrato común que tienen todas las tradiciones
religiosas y espirituales que han ido surgiendo a lo largo de la
historia.
Huxley
no solo ha sido considerado por muchos como el iniciador de la
psicodelia sino también como el
portavoz de los intelectuales de la primera mitad del siglo XX.
En
este artículo os dejamos una
pequeña selección de las mejores frases de Aldous Huxley para
reflexionar sobre
la vida, la sociedad y el poder de conocernos a nosotros mismos.
Las
frases de Aldous Huxley son una invitación a la reflexión sobre cómo
vivimos y hacia dónde vamos.
La trampa del miedo
“El amor ahuyenta el miedo, y recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no solo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y solo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma”.
Esta
es una de las frases de Aldous Huxley más interesantes por el
contenido de su mensaje sobre el miedo y que deberíamos tener
presente en nuestro día a día. Si bien el amor es
el sentimiento más poderoso que podemos llegar a experimentar y
,a su vez ,el que más puede llenarnos, protegernos y hacernos
evolucionar, el miedo es la otra cara de la moneda.
El
miedo nos limita y nos cuenta mentiras mientras obstaculiza nuestro
camino de crecimiento personal. Bajo
diferentes apariencias es capaz de alejarnos de todo aquello que nos
hace bien para instalarnos en la prisión de la duda y la
desesperación. Por esta razón, es fundamental protegernos de sus
artimañas.
Una
vida llena de miedos es una vida boicoteada por la inseguridad y
de algún modo, el autodesprecio. Porque
el miedo es ese monstruo que aparece para recordarnos que no somos
válidos ni buenos, sino pequeños e insignificantes. De ahí que la
mejor arma para desterrarlo sea el amor, ese sentimiento que nos
enseña a valorarnos. 
La importancia de saber lo que
  queremos
“Todas las personas obtienen siempre lo que piden. El problema reside en que, antes de tenerlo, nunca son conscientes de qué es lo que pidieron”.
A
 menudo pensamos a la ligera qué queremos conseguir, y olvidamos
 tener cuidado con aquello que deseamos. Soñar de puntillas, no nos
 asegura que en un futuro tendremos los pies en el suelo pero tampoco
 que alcancemos el vuelo. De ahí que sea
 tan importante saber dónde nos encontramos y hacia dónde vamos,
 de lo contrario tan solo caminaremos perdidos sin un rumbo fijo. 
El peligro de las tecnologías
“Mientras más complejas sean las tecnologías, mayor será la necesidad de crear organizaciones capaces de mantenerlas controladas”.
La
 tecnología a pesar de lograr avances en diferentes ámbitos también
 conlleva una serie de riesgos, tanto
 a nivel personal como social. Y en relación a estos últimos,
 Huxley defendía que para evitar el descontrol, la rebelión y la
 reflexión individual, es decir, para seguir ejerciendo autoridad y
 dominación, las grandes organizaciones
 tenían que establecer mecanismos para ejercer control. De hecho,
 una de sus grandes preocupaciones fue la llegada de una dictadura
 tecnológica para sedar a los individuos.
La relación entre
   inteligencia y soledad
“Mientras más poderosa y original sea una mente, más se inclinará hacia la religión de la soledad”.
Una
 mente perspicaz, movida por la curiosidad y apasionada de la
 reflexión necesita nutrirse de dosis de soledad. El
 silencio de estar a solas para conectar con uno mismo, descubrirse,
 descifrar y observar el mundo desde el interior es condición
 fundamental de las mentes más despiertas. De ahí, que la práctica
 de la meditación sea una de las aficiones más disfrutadas por este
 tipo de personas.
El dolor de conocerse
“Si muchos de nosotros seguimos ignorándonos, es porque el autoconocimiento es doloroso y preferimos el placer de la ilusión”.
Esta
 de una de las frases de Aldous Huxley que destaca por su lucidez
 sobre el tema del autoconocimiento. Conocerse implica no solo
 observar y ser consciente de aquello que nos reconforta y se nos da
 bien, sino también entrar en contacto con nuestras sombras. Y esto
 requiere de una gran dosis de valentía,
 no todo el mundo tiene el valor suficiente para encontrarse frente a
 frente consigo mismo. De
 ahí que muchos opten por la estrategia de la distracción a través
 de las ilusiones.
“Existe al menos un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tú mismo”.
Ahora
 bien, evitar
 el contacto con nosotros mismos conlleva implícito el
 estancamiento, la inmovilidad y la imposibilidad de seguir
 creciendo. ¿Cómo
 mejorar si no nos conocemos? ¿Cómo contribuir a que la sociedad
 evolucione si evitamos por todos los medios volcar los ojos hacia
 dentro? El problema es que mientras mantengamos esta actitud no solo
 permaneceremos atrapados en el autoengaño sino también en la queja
 continua y la tendencia a responsabilizar a los demás de todos los
 problemas
 y dificultades que ocurran.
La amenaza del cambio
“No queremos cambiar. Cada cambio es una amenaza de la estabilidad”.
El
 cambio es una amenaza porque implica enfrentarse al abismo de lo
 desconocido, al
 precipicio de la incertidumbre. Al cambiar abandonamos viejos
 hábitos para abrazar la oportunidad de incorporar otros nuevos. El
 problema es que somos reacios para dar la bienvenida a la novedad
 porque la consideramos una enemiga que viene a desestabilizarnos. De
 ahí que tantos propósitos, objetivos y metas se queden a medias si
 no echamos mano de la fuerza de voluntad, el esfuerzo y la
 persistencia.
Ahora
 bien, también hay cambios y cambios. Están esos que son casi
 imperceptibles porque siguen la dinámica en la que nos
 encontrábamos inmersos y esos otros que suponen toda una revolución
 en nuestras vidas. Estos últimos son los más valiosos y están
 directamente relacionados con un cambio
 transformador que
 procede de nuestro interior. 
“El cambio realmente revolucionario deberá lograrse, no en el mundo externo, sino en el interior de los seres humanos”.
La trascendencia de la actitud
“La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede”.
Esta
 es una de las frases de Aldous Huxley para tener presente cada vez
 que las fuerzas se tambaleen y amenacen con abandonar el ring de la
 vida. Lo
 importante no es aquello que sucede, no es el qué, sino de qué
 manera lo enfrentamos, qué actitud 
 elegimos para afrontarlo, es decir, cómo reaccionamos. 
La dificultad de la práctica
“Saber es relativamente fácil. Querer y obrar de acuerdo a lo que uno quisiera, es siempre más duro”.
Otra
 de las frases de Aldous Huxley para no olvidar en nuestro día a
 día. Saber sobre determinados temas, conocer las diferentes teorías
 e incluso algunos estudios realizados no implica que sepamos actuar
 de acuerdo a ello. A menudo, existe
 un gran abismo entre la teoría y la práctica que apenas
 percibimos, pero
 que no por ello deja de tener su valor.
¡Cuántas
 veces hemos creído que sabíamos reaccionar ante una determinada
 situación y luego cuando nos ha pasado nos hemos quedado perdidos e
 inmovilizados! El poder de las circunstancias es asombroso. Por esta
 razón, si
 queremos poner en práctica todo lo aprendido no solo vale con leer
 o reflexionar, la clave está en ejecutar, en reaccionar,
 en llevar todo el conocimiento a un plano superior.
Los límites de las palabras
“Debemos aprender a manejar con eficacia las palabras, pero al mismo tiempo, debemos preservar y, en caso necesario, intensificar nuestra capacidad para mirar al mundo directamente y no a través del medio semiopaco de los conceptos, que deforma cualquier hecho determinado dándole el aspecto demasiado conocido de algún perfil genérico o alguna abstracción explicativa”.
Sin
 duda, esta es una de las frases de Aldous Huxley que más nos
 invitar a reflexionar. El lenguaje es una poderosa herramienta que
 sirve para comunicarnos, no obstante tiene sus limitaciones. A
 veces las palabras no pueden contener lo incontenible, aquello
 que es fruto de la experiencia más pura y directa de nuestros
 sentidos y sentimientos. De hecho también nos llevan a equívocos y
 conflictos porque los conceptos tienen sus matices subjetivos.
 ¿Quién nos asegura que nuestra pareja concibe la experiencia del
 amor como nosotros? ¿Tiene el perdón, la traición o el compromiso
 el mismo significado para cada uno de nosotros?
Como
 vemos, las
 frases de Aldous Huxley son un valioso legado para reflexionar sobre
 cómo vivimos y hacia dónde vamos. Se
 trata de píldoras repletas de sabiduría que desafían nuestro
 intelecto con el objetivo de hacernos más despiertos. Una colección
 de sentencias a las que acudir cada vez que queramos ampliar nuestro
 espectro visual y mental.
Gema Sánchez

No hay comentarios:
Publicar un comentario