Los sioux son
esa tribu de nativos americanos que vivían en el territorio de lo
que ahora es Estados Unidos. Y Alce Negro, que murió en el año
1950, alcanzó a transmitir parte de las tradiciones y rituales de su
pueblo, que fueron publicadas en un libro que se llama,
precisamente, Alce
Negro habla.
Caminar de forma sagrada es hacer
de la vida un arte,
vivir cada momento como si fuera el último,
dar cada paso como si fuera el primero.
vivir cada momento como si fuera el último,
dar cada paso como si fuera el primero.
Inspirar amor y conciencia en este
frágil cuerpo nuestro
y entrar en el cuerpo mayor que todos compartimos.
Ver que cada paso debe ser dado con ligereza,
sin forzar nada, sin crear más ego.
y entrar en el cuerpo mayor que todos compartimos.
Ver que cada paso debe ser dado con ligereza,
sin forzar nada, sin crear más ego.
Caminar de manera sagrada
es
liberarnos del sufrimiento
y permitir que la brillante esencia del momento
dirija el siguiente paso.
liberarnos del sufrimiento
y permitir que la brillante esencia del momento
dirija el siguiente paso.
En un cuerpo abierto, en una mente
abierta,
en un corazón abierto,
las posibilidades son ilimitadas.
en un corazón abierto,
las posibilidades son ilimitadas.
La sanación se encuentra por
doquier.
Cada paso es precioso.
Cada paso es una nueva sanación.
Cada paso es precioso.
Cada paso es una nueva sanación.
Es
un texto inspirador, pero más bien poético. No son instrucciones
precisas acerca de cómo hay que caminar. No se trata de un tutorial
de esos que podemos encontrar hoy en Internet.
Así
que cada uno puede interpretar a su manera qué quiso decir Alce
Negro con estas palabras.
1 – La acción de caminar es
de las más simples que desarrollamos cada día. Y…
2 – Aparentemente habría un
gran beneficio en practicarla de una cierta manera que él llama
“sagrada”.
¿Qué
habrá querido decir Alce Negro al sugerirnos que caminemos de manera
sagrada? Supongo que, como en la práctica de cualquier ritual,
habría que hacerlo con cierta elegancia, con movimientos precisos y
deliberados, bien conscientes de lo que estamos haciendo. Todo lo
contrario de caminar apurados o distraídos, como hacemos tantas
veces, todos los días.
Para
que esta información haya llegado hasta nosotros se han tenido que
combinar algunas circunstancias bastante raras. Primero, a un chamán
sioux le pareció importante mencionar que hay una manera diferente
de caminar. Luego, la persona que entrevistó a Alce Negro (y que
luego escribió el libro), comprendió que esa idea era valiosa y que
debía ser registrada. Pero quizás lo más raro de todo es que el
concepto de “caminar de forma sagrada” sea tal vez la única idea
del libro que actualmente sigue viva, circulando ahora por la web.
Encontré
en Internet el libro de Alce Negro y busqué este texto referido a
caminar de forma sagrada. Para mi sorpresa también encontré
mencionadas otras actividades que pueden desarrollarse de manera
sagrada, como cocinar, hablar, observar, sentarse, vestirse y
recostarse. Todas son acciones muy simples y rutinarias. Podríamos
agregar muchas otras más, como respirar, sonreír o acariciar.
El
verdadero secreto de la vida
En
su texto, Alce Negro sugiere “hacer de la vida un arte”. Es decir
que cada acción, por sencilla que sea, debería hacerse con la
actitud de un artesano que desarrolla su actividad creativa. En
cambio, cada tarea llevada a cabo de manera descuidada, mecánica o
inconsciente, es una oportunidad perdida de embellecer nuestra vida.
También
dice: “vivir cada momento como si fuera el último, dar cada paso
como si fuera el primero”. Es que por más que repitamos la misma
acción una y otra vez, siempre podemos llevarla a cabo con atención
plena, como si fuera la única vez que nos toca realizarla.
Promete
también que actuar de esta manera conducirá a “liberarnos del
sufrimiento”. Esto es así porque el dolor siempre se origina en
esos pensamientos negativos, mecánicos y que nunca se detienen, a
los que prestamos atención en vez de simplemente concentrarnos en el
aquí y ahora.
Por
último, nos sugiere “permitir que la brillante esencia del momento
dirija el siguiente paso”. Es que, si nos concentramos en el
momento presente, no hay necesidad de hacer planes o fijarnos metas.
Esa inteligencia superior que todos llevamos dentro, pero de la que
estamos casi siempre desconectados, tomará entonces el control de
nuestras vidas y nos guiará en cada momento. Será la inspiración
que nos mostrará a cada paso qué es lo que más nos conviene hacer.
El
bienestar que anhelamos nos espera, aquí y ahora. No tiene que ver
con metas alcanzadas ni con deseos cumplidos. Es un tesoro que está
presente en cada acción sencilla y cotidiana… siempre que la
llevemos a cabo de manera sagrada.
Axel
Piskulic
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