LA
BALADA DEL LOCO ERRANTE
Llevo
en el hatillo un peine sin púas
y
una vela mágica para alumbrar la noche.
Una
piedra azul que brilla bajo la Luna
y
una canción que se desprende al más tenue roce.
Traigo
atada la locura con un lazo
y
la siembro cual semilla enamorada.
Una
flor, una sonrisa y un pedazo
de
sol que brilla en la madrugada.
Y
danzo, danzo, danzo bajo las estrellas,
y
río, río, río empapado por la lluvia.
Me
seco al sol y libero mis huellas,
les
doy libre albedrío pues no existe la duda.
Camino
por senderos apenas transitados
buscando
entre las piedras, trepando por las ramas,
de
árboles imposibles, muros imaginarios,
y
la voz del Universo es una eterna nana.
Y
así soy feliz pues la vida es sencilla.
No
necesito nada y con poco me apaño,
que
todo me sorprende, todo me maravilla.
No
soy amo de nada, si dueño de mis pasos.
Y
danzo, danzo, danzo bajo las estrellas,
y
río, río, río empapado por la lluvia.
Me
seco al sol y libero mis huellas,
les
doy libre albedrío pues no existe la duda.
A.BARO
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