LA RESPONSABILIDAD DE SER FELICES
Nuestra
mente es como un potente imán: dependiendo de la vibración de
nuestros pensamientos, atraemos a determinado tipo de personas a
nuestro mundo.
Es
una ley universal: nos relacionamos con los demás según nuestro
nivel de vibración y afinidad
Nuestros
pensamientos determinan la mayoría de situaciones que vivimos en la
vida, según la vibración que tenga lo que piensas así será lo que
atraigas.
La
vida es un aprendizaje continuo, y una de las lecciones más
importantes son las relaciones humanas. Si no aprendemos, tenemos que
repetir la experiencia una y otra vez hasta superarla.
Es
fácil caer en la trampa de culpar a los demás. Nadie te puede hacer
infeliz sin tu consentimiento. No importa lo que hagan ni lo que
digan, tú decides como reaccionar.
Si
somos sinceros y honestos con nosotros mismos siempre elegiremos todo
en la vida: amistades, trabajo, pareja, pensamientos. Así
empezaremos a vivir más plenamente.
Lo
que los demás piensen no es asunto nuestro. Los demás nos
respetarán en la medida en que nosotros mismos nos respetemos. Para
asumir el mando de nuestras vidas y vivir a plenitud, el reto es
eliminar la necesidad de aprobación de los demás a lo que hacemos.
Preocuparse
por lo que opinen los demás es un hábito difícil de romper, pero
no hacerlo puede llevarnos a desarrollar sentimientos de dependencia,
perder iniciativa y creatividad.
LA
EXPERIENCIA NOS DEMUESTRA TRES COSAS IMPORTANTES:
1.-
No podemos caerle bien a todas las personas
2.-
Hagamos lo que hagamos siempre habrá alguien que nos juzgue y nos
critique.
3.-
No tenemos que complacer a todo el mundo.
Recuerda
que las personas deben respetar tu manera de ser y aceptarte tal y
como eres y si quienes te rodean y con quien te relaciones en la
vida, no está de acuerdo con tus ideas y tu estilo de vida, el
problema lo tienen ellos, no tú.
Una
de las características de las personas con decisión y seguras de sí
es que no dan explicaciones, simplemente hacen lo que sienten que
tienen que hacer. Necesitamos pensar y actuar de manera más
independiente y sentirnos realizados sin tener que dar explicaciones
de todo lo que hacemos. Si
decides ofrecer explicaciones, hazlo porque deseas compartir tus
pensamientos con otra persona y no porque necesites de aprobación.
Somos
felices en la medida que controlamos nuestras circunstancias; y
asumimos el control de nuestra vida. La única manera de escapar al
sentimiento de culpa que otros te infunden es convertirte en tu
propio juez.
Otro
aprendizaje importante, para ser feliz en la vida es saber decir «no»
debes ser capaz de sostener tu punto de vista y no sentirte culpable
por ello. Una vez aprendas a decir «no» sin experimentar
sentimientos de culpa, asumirás un mayor control sobre tu vida y
podrás vivir más felizmente con otras personas y contigo mismo.
Recuerda
que siempre que admitimos nuestros sentimientos y confesamos nuestro
amor a los demás, corremos riesgos. Pero nuestros seres queridos
necesitan que les digamos que los queremos. Necesitan estar seguros
de ello.
La
mayoría de las personas necesitamos momentos de soledad para aclarar
la mente, procesar pensamientos, formular estrategias, estar con la
naturaleza, ubicar las cosas en perspectiva. A veces necesitamos
estar solos únicamente para extrañar a ciertas personas y quererlas
de nuevo.
No
olvides que cuando la gente nos contradice, afloran nuestras
inseguridades. Tendemos a reaccionar. Pero si renunciamos al mal
habito de pensar que todo el mundo debe ver las cosas a nuestro modo,
no habrá necesidad de discutir. EN CUANTO DEJEMOS DE QUERER
IMPONER NUESTROS PUNTOS DE VISTA, ELLOS DEJARÁN DE IMPONER LOS
SUYOS.
Pretendemos
que los demás nos respeten insistiendo que tenemos razón, y lo que
logramos es justamente lo contrario. Tememos perder el respeto de los
demás al admitir que nos hemos equivocado y no obstante, con ello
frecuentemente nos lo ganamos.
Las
buenas maneras implican modestia más que ostentación. No se trata
de competir, se trata de estar consciente de que no tienes que
demostrar nada. Tu reto en la vida es ser honesto contigo mismo. La
paz mental deriva de un cambio de actitud, no de las circunstancias.
EL
HECHO DE NO JUZGAR A NADIE NO IMPLICA QUE TODO EL MUNDO DEBA
PARECERTE AGRADABLE, O QUE NO TENGAS PREFERENCIAS; SIGNIFICA ADOPTAR
UNA ACTITUD QUE TE PERMITE ESTAR EN PAZ CONTIGO MISMO Y CON QUIENES
ESTÁN CERCA DE TI.
TEN
SIEMPRE PRESENTE QUE LA MEJOR FORMA DE AYUDARTE A TI MISMO ES AYUDAR
A LOS DEMÁS… SÉ FELIZ PORQUE PUESTOS A SER ALGO SER FELICES ES LO
MEJOR QUE PODEMOS SER.
http://lacienciadelespiritu.blogspot.com.es/2018/01/la-responsabilidad-de-ser-felices.html
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