LA INELUDIBLE TAREA DE ATRAVESAR LA VIDA
Imposible atravesar la
vida…
Sin
que un trabajo salga mal hecho,
Sin
que una amistad cause decepción,
Sin
padecer algún quebranto de salud,
Sin
que un amor nos abandone,
Sin
que nadie de una familia fallezca,
Sin
equivocarte en un negocio.
Uno
crece cuando no hay vacío de esperanza,
Ni
debilitamiento de voluntad,
Ni
pérdida de fe.
Uno
crece cuando acepta la realidad
Y
tiene aplomo para vivirla.
Cuando
acepta su destino,
Pero
tiene la voluntad
De
trabajar para cambiarlo.
Uno
crece asimilando lo que deja por detrás,
Construyendo
lo que tiene por delante y
Proyectando
lo que puede ser el porvenir.
Crece
cuando supera, se valora y sabe dar frutos.
Crece
cuando se abre camino dejando huellas,
Asimilando
experiencias.
Uno
crece cuando se impone metas
Sin importarle los
comentarios
Negativos
ni prejuicios,
Cuando
da ejemplos
Sin
importarle burlas, ni desdenes,
Cuando
cumple con su labor.
Uno
crece cuando es fuerte de carácter,
Sostenido
por formación,
Sensible por
temperamento…
Y
humano por nacimiento.
Uno
crece cuando enfrenta el invierno
Aunque
pierda las hojas,
Recoge
flores aunque tengan espinas y
Marca
camino aunque levante el polvo.
Uno
crece cuando se es capaz de afianzar
Con
residuos de ilusiones,
Capaz
de perfumarse con residuos de flores…
¡Y
de encenderse con residuos de amor…!
Uno
crece ayudando a sus semejantes,
Conociéndose
a si mismo y
Dándole
a la vida más de lo que recibe.
Uno
crece cuando se planta para no retroceder…
Cuando
se defiende como águila para no dejar de volar…
Cuando
se clava como ancla y se ilumina como estrellas.
Entonces… Uno
crece.
Y
crece cuando cree, espera y confía en sí mismo.
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