UN
SOLO CORAZON
"No
se puede tener un corazón para el amor y otro para el odio” eso
leía en voz alta Luís
Castellanos dando
voz a Svetlana Alexievich el pasado jueves hasta que me saltaron las
lágrimas… Nada tan cierto, la vida es tomar decisiones. Decidir si
estás aquí para construir o para destruir, si te apuntas a perdonar
o a mantener viva esa llama que todo lo devora cuando el rencor te
llena… Si quieres ceder o tener la razón en la soledad más
absoluta, si te resistes a lo que es o te dejas llevar a ver qué
pasa…
Me
dijo Luís el otro día (tuve la suerte inmensa de comer con él y
con otras personas maravillosas) que todo está en la mente. Si tengo
que decir la verdad, a pesar de estar muy de acuerdo, yo siempre he
creído que hay algo más (tal vez la forma más apropiada de
expresarme sería decir que he sentido, porque lo que creo quizás
forma parte de esa gran inventora que hay en mi cabeza y que a veces
por la noche me cuenta historias para no dormir y me las creo). Y
quería hablar de ese algo, de lo que siento, aunque tengo que decir
que eso tal vez sea una invención más de mi mente imparable que
siempre maquina.
Todo
es mente. Si creo que es posible, lo es… Aunque eso no haga que
pase, no todo pasa, ya lo dije y ya me da igual que algunas personas
se enfaden, les deseo lo mejor incluso si todavía no lo han
pensado o imaginado, igualmente no depende de mí, mis palabras no
pueden abrirles o cerrarles puertas, tan sólo lo que ellos hagan con
mis palabras lo hará… Aunque para que exista primero hay que
imaginarlo, cierto. Hay que hacer los planos y comprar la idea ahí
en tu cabeza, hay que creer que somos capaces e ir a por ello. La
primera parte de esto es la más importante, la otra, una vez crees,
llega casi sola…