La mejor solución para tus problemas
Estés donde
estés, hagas lo que hagas, procedas de donde procedas, hayas hecho
lo que hayas hecho, estés sumido en una depresión o te sientas
solo y sin ilusión… no dudes darte otra oportunidad, es la mejor
solución para todos tus problemas.
Seguramente
nos es más fácil y nos cuesta menos, ser más compasivos con los
demás que con nosotros mismos, más cariñosos y tiernos, más
permisivos y diligentes, más empáticos y fraternales.
Seguramente
nos tratemos con dureza e incluso con desprecio, en muchas ocasiones
por no hacer las cosas mejor, y lo más probable es que en la
mayoría de ellas creamos más en las posibilidades de los demás
que en las propias.
No sigas por
este camino. Date tu lugar, crea tu tiempo y encuentra tu espacio.
Cualquier momento es bueno para comenzar. Ahora mismo. No lo dejes
mucho o se te pasarán las ganas de ayudarte, para sentirte mejor.
Nos han
enseñado a cuidar al otro, a esperar al otro, a homenajear al otro,
a querer al otro, a tolerar al otro, a mimarle o a comprenderle. ¿Y
tú? ¿Cómo te tratas a ti? Esta pregunta deberíamos hacérnosla
más a menudo, pues es la clave de que nos vayamos alejando de
nosotros mismos lentamente… si no nos tratamos bien.
Y el
tratarnos bien está directamente relacionado con nuestra salud,
tanto física como emocional.
Debes
considerarte tu mejor amigo. Tu más fiel compañero. Tu amante. Tu sombra y tu espejo.
Debes
sentirte lo mejor o aspirar a serlo desde la compasión contigo y la
voluntad de ser tu mejor versión. Y eso solo está en tu mano,
nadie puede hacerlo por ti, a solas tu contigo, hasta tu plenitud y
tu excelencia.
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