¿Tiene
alguna utilidad, volver sobre lo que ya no tiene remedio? ¿lo que
sucedió es posible que sucediese de forma ajena a nuestros deseos?
Lleno de
curiosidad trato de pensar cómo habría sido la vida, mi vida,
eligiendo otros caminos, haciendo las cosas de forma diferente y
habiendo tomado otras decisiones.
Solamente
aprendemos desde la experiencia y volviendo la vista atrás. Por eso
hay que vivirlo. Hay que gozarlo y hay que sufrirlo para continuar
el camino siendo más sabios o estando más atentos a lo que la vida
nos pone delante para intentar ser un poco mejor ser humano cada
día.
Las lecciones
que la vida nos pone delante tienen nombre de personas, lugares,
espacios y tiempos que se almacenan en nuestra mente, archivadas por
grados de dolor.
El placer
también cuenta, pero menos para la memoria cognitiva, no así para
la memoria de la piel.
Uno mira
atrás y su cerebro selecciona imágenes, palabras, luces y
sensaciones que apuestan por crear un clima de recuerdos a nuestro
favor. Nos protege de las emociones negativas, de revivirlas lo que
resta de nuestra vida y quedarnos con un sabor de saldo positivo.
Y llegan las
preguntas que todos sin excepción nos hemos hecho alguna vez en la
vida:
¿Y si
hubiese sido diferente…? ¿HABRÍA SIDO MÁS FELIZ…?.
Lo cierto es
que nadie nos puede garantizar la felicidad nunca, ni siquiera con
aquello que emociona tanto que parece que rompe el corazón.
La felicidad
es una de esas palabras que parecen vacías por ser tan grandes.
Nunca, todo, siempre…imponderables que pretenden decir lo máximo
con lo mínimo.
Estoy seguro
de que todo está donde debe estar. Cada uno en nuestro lugar y en
el momento de nuestra historia que nos corresponde y nos toca vivir.
Como dice mi
buen amigo Fidel, cuando le pregunto qué va a pasar………
siempre me responde “Sucede lo que conviene”.
La realidad
del momento presente contiene en sí misma, todas las posibilidades
congeladas en nuestro corazón en nuestra cabeza para desgranarlas
una a una según las decisiones que tomemos a cada instante.
LO CIERTO ES
QUE TODO ESTÁ BIEN, POR MAL QUE ESTÉ.
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