BALANCE DESBALANCEADO
Como cada año,
parece obligado el que hagamos balance...
de
lo conseguido, de lo no superado.
Parece obligatorio
medir, contar y analizarlo todo...Nada más lejos de la verdad...
Lo único realmente
necesario y urgente es vivir.
Termina un ciclo y
algo nos dice que debemos hacer balance.
Contamos golpes y
cicatrices, los infortunios de cada instante.
Medimos el tiempo
en instantes,
marcamos la línea
entre el “ahora” y el “antes”.
Y nos da por
comparar, nos da por mirar atrás o bien mirar hacia delante.
Cumplimos
metas y expectativas. A veces sí y a veces no.
Buscamos recetas
orientativas mirando por no caer en error.
Ponemos parches
antes del pinchazo
esperando siempre
el inminente rechazo.
¿Cómo
se puede así vivir esperando por morir
viendo en la muerte
el abrazo?
Con lo fácil y
bonito que sería
transitar sin más
escudo que una sonrisa.
No dejarse ya
llevar por la prisa,
darle
un guiño, tristeza y alegría.
No contar ni
comparar ni hacer dictámenes
vivir el “ahora”
fuera de exámenes y festejar cada día.
Y es que no hay
ciclos ni directrices, solo un camino y la experiencia.
No hay más que
buscar ser felices, llevar al corazón la conciencia.
Que no hay niveles
ni graduaciones
ni nadie a quién
dar explicaciones.
Que solo vivimos
para el camino
y que son buenas
todas las direcciones.
A.BARO
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