NO TE
PREGUNTES DE DÓNDE VIENES, RESPÓNDETE DÓNDE ESTÁS
La respuesta es
¿dónde estás?, ni de dónde vienes ni a dónde vas. El pasado, ya sea hace un
minuto, ayer, hace 15 años o 20 vidas, está todo Aquí, disfrazado con otros
rostros, con otros nombres, con otros cuerpos, con otros tiempos…
Es lo mismo. No hace
falta que hagas una regresión a épocas ya caducadas, que analices tu infancia
ni que alguien que no sabe nada de ti te lea un futuro que es desconocido para
todos. Todo
lo que buscas se halla en tu interior.
No son las
situaciones, no son las experiencias, no son las personas, no son los países,
no son los trabajos, no es “la cosa”, es lo que Sientes. Y lo que sientes,
todo, está dentro de ti. La eternidad mora en tu corazón. Jamás se ha ido y
jamás se irá. Tu sabiduría es infinita, sólo tú la puedes recordar.
Sabemos
que no sabemos nada aunque sepamos mucho y aún así seguimos queriendo saberlo
todo. Buscamos en cualquier lugar una respuesta que
nos salve de nuestra duda existencial, de ese para qué estamos aquí. Y no la
hallamos porque no creemos que pueda ser tan fácil, porque lo fácil, lo
sencillo es sinónimo de falso. Eso es lo que hemos aprendido y con eso nos
hemos quedado.
La simpleza del vivir
para vivir, del existir para existir y del amar para amar no nos convence.
Tiene que haber algo más, algo mejor, algo con lo que mi mente pare, descanse,
como si la mente estuviera diseñada para “no pensar”. No lo hace porque no
somos capaces de Aceptar. La cuestión es que sea de otra manera de lo que es, de
que seamos diferentes de lo que somos.
Queremos
resolver los misterios de la humanidad desde sus principios cuando ni siquiera
somos capaces de averiguar qué nos hace felices,
y cuando lo hacemos, pocos se atreven a actuar. Para no dar ese paso hacia lo desconocido,
eso que tanto nos atemoriza, nos distraemos en la búsqueda externa de mil
fantasías, de mil ilusiones, de mil historias que forman parte de la historia,
de seres de otras galaxias que nos salven o nos destruyan (según convenga), de
mentiras que fueron verdades y de verdades que serán mentiras, de
civilizaciones que se ahogaron, de pirámides que solas se elevaron.
La
Vida está sucediendo Ahora en su totalidad y no lo comprendemos porque estamos
mirando Fuera lo que sólo podemos ver Dentro. Y
ya se puede repetir este mensaje un millón de veces que seguimos ciegos, no
somos conscientes o no queremos entenderlo para no responsabilizarnos de ella y
tomar esas decisiones de las que tanto huimos. Al final, es una cuestión de
valentía. Ni despiertos ni dormidos, ni espirituales ni terrenales. O lo hago o
no lo hago, punto. O me atrevo a cambiar, a cortar, a dejar, a soltar o no lo
hago. Pero tenemos tanto miedo a Sentir esa frustración que nos lleve a sentir
“que no valemos” que evitamos a toda costa hacer algo diferente, dar un paso
adelante, por mucho que lo deseemos, por mucho que lo soñemos.
El
“camino correcto” lo estamos andando desde que nacimos. No hay otro más que el
que ya estás transitando. Ni medias vueltas ni
desvíos, ni errores ni equivocaciones, ni positivos ni negativos, ni buenos ni
malos, ni oscuros ni sombríos. TODO ES EL CAMINO. No hay otras direcciones que
tomar. Sólo una, la tuya.
Dolor, sufrimiento,
tristeza, muerte, caos, soledad, miedo, ira, rabia, apegos, culpas, vergüenzas,
ansiedades, depresiones, todas forman parte de la Vida y no son ellas las que
te amargan, es el significado que les das, el rechazo que les plantas en la
cara, tu lucha constante para eliminarlas, tu interpretación de lo que está
bien y lo que está mal sentir, de lo que es la paz, de lo que es la felicidad,
de lo que “debería ser” la Vida.
Y cuando no sentimos
lo que creemos que tenemos que sentir para llegar a lo que creemos que es la
iluminación, al ser “buenas personas”, entonces nos condenamos y nos castigamos
a través del dolor emocional. Y vuelta a seguir buscando respuestas en el mismo
lugar del que acabamos de salir magullados, heridos y desolados.
Si hasta ahora no ha
funcionado, ¿por qué seguimos insistiendo?
No te preguntes de
dónde vienes, respóndete dónde estás. El Presente te está regalando siempre ese
Amor que no encuentras. Mira a tu alrededor. Es perfecto. Eres perfecto.
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