VIVO PARA SER FELIZ, NO PARA SER COMÚN
A
la hora de construir nuestra vida repetimos patrones marcados por
otros, como si al conseguirlos fuéramos a ser inmediatamente
felices, pero ¿realmente es así? La
presión cultural y social nos ha llevado a creer que en lo común
está la estabilidad, y
que ésta nos ayudará a conseguir nuestro bienestar.
Diversos
estudios sobre la felicidad han encontrado que estar con gente
positiva, agradecida,
entusiasta y que realiza actividades poco comunes nos ayuda a
contagiarnos de ese bienestar. El
hacer cosas fuera de lo común nos transmite una energía especial,
que
nos permite ver la vida de una manera más reconfortante o descubrir
actividades que ignorábamos y en las que somos hábiles.
El
tesoro más codiciado de nuestros tiempos es la felicidad,
pero puede que nos equivoquemos en la manera de buscarla. Copiar y
repetir los objetivos de otros sin ni siquiera plantearnos como se
ajustarían a nuestra vida nos puede hacernos chocar una y otra vez
contra la frustración.
“La
verdadera felicidad es disfrutar el presente, sin la ansiedad
dependiente del futuro”
– Séneca-
¿Vives para ser feliz?
Paradójicamente
obsesionarse con la felicidad nos puede acarrear más infelicidad.
Un estudio realizado por June
Gruber,
sugiere que buscar
constantemente cómo ser feliz puede generar angustia.
Esto sucede cuando quienes la buscan lo hacen pensando en que todo lo que se sugiere realizar para alcanzar la felicidad es apropiado para ellos y por lo tanto debe conducirles hasta dicha meta. También sucede cuando, después de diseñar una estrategia, los primeros pasos no suponen grandes avances.
Esto sucede cuando quienes la buscan lo hacen pensando en que todo lo que se sugiere realizar para alcanzar la felicidad es apropiado para ellos y por lo tanto debe conducirles hasta dicha meta. También sucede cuando, después de diseñar una estrategia, los primeros pasos no suponen grandes avances.
Por
lo tanto, más
que para ser felices, tenemos que intentar ser genuinos. La
gente genuina, por definición, cuenta con una buena autoestima.
Lo original es real y lo auténtico es confiable, por lo tanto
dejemos de transitar por un tiempo caminos comunes y tracemos el
propio. Al principio será más difícil, después todo será más
sencillo porque todo lo que veamos atrás estará relacionado con
nosotros. Así, nos encontraremos en cualquiera de los recuerdos que
rescatemos.
No podremos ser felices viviendo la vida de otros. Cada persona tiene unas características peculiares y una visión única de la vida, lo mismo ocurre con la felicidad.
En
un estudio de 2008, investigadores en el Reino Unido exploraron que
las personalidades auténticas correlacionan con el sentido de una
persona de vivir genuinamente. Encontraron que las
personas que expresan un alto sentido de autenticidad también
mantienen niveles más altos de autoestima y bienestar.
Las
personas auténticas no solo se toman tiempo para reflexionar sobre
su perspectiva de la vida y las experiencias que los hacen felices,
sino que además lo
comparten con los demás.
Incluso la mayoría lo hace con la fragancia de alegría que
espolvorea la defensa de un trabajo personal, único y
representativo.
La felicidad no es producto de hacer una cosa, sino de un estilo de vida.
Si quieres ser feliz, sé poco común
El
doctor Tal
Ben-Shahar
sostiene que la alegría se puede aprender. Aprender del mismo
modo que uno se instruye para esquiar o a jugar al tenis: con
técnica y práctica. Entre
sus consejos principales para sentirse feliz aparecen claves poco
comunes para alcanzar nuestro bienestar.
Entre
todos ellos, celebrar
los fracasos es
uno de los más importantes. Pocas personas celebran sus fracasos,
más bien nos machacamos cuando fallamos en algo. Este doctor en
Psicología propone que aceptando las emociones negativas
conseguiremos abrirnos a disfrutar de la positividad y la alegría.
Así, no saber perdonarse a uno mismo se relaciona con la
presencia de trastornos como la depresión, la ansiedad y la baja
autoestima.
Otro
hecho común en nuestra sociedad que nos aleja de la felicidad tiene
que ver con la confusión entre bienestar y dinero. Muchas personas
quieren lo primero, pero empeñan su tiempo por lo segundo,
ignorando que la
felicidad depende de nuestro estado mental, no de nuestra cuenta
corriente.
La felicidad consiste en identificar lo verdaderamente importante y concentrarse en ello.
Búscate a ti en todo aquello que te haga feliz
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