A
MIL KILOMETROS DE TI
Mírate.
No te miras nunca y no te ves… No como realmente eres. No ves en ti
lo que otros buscan y ni siquiera sabes lo que buscas tú. No dejas
de medirte y pesarte, cuando en realidad, eres inmenso y no tienes
límites… Te miras a través de los ojos ciegos de aquellos
que no saben ver y te pones precio a la baja… Como si tu
valor pudiera medirse o tasarse…
¿Por
qué siempre hablas de lo que te falta?
¿Por
qué no ves lo mucho que brillas y lo que aportas? ¿Por qué cuando
te buscas en los espejos sueñas con encontrar a otra persona si la
que te aguarda allí es perfecta? ¿A qué esperas para valorarla? ¿A
qué envejezca tanto que luego te duela no haber amado su juventud?
¿A que se enfade tanto contigo por repudiarla que ya no sea capaz de
mirarte ella a ti?
¿Por
qué no te das cuenta de una vez por todas de que has llegado a ese
punto del camino donde ya no necesitas explicarte ni demostrarte
nada? ese lugar donde ya no hay más meta que ser tú en libertad…
No
más excusas ni lamentos. No más buscar historias que sirvan de
coartada para esconder imperfecciones que quieres que permanezcan
ocultas… No hay nada en ti que no merezca ver la luz… No hay nada
en ti que deba esconderse o de lo que puedas avergonzarte.