LA PALABRA “NANKURUNASIA” ¿LA CLAVE DE TODO?
La palabra “Nankurunasia” ha cobrado cierta
popularidad porque funge como un mantra.
Esta palabra proviene del antiguo Japón. En principio tuvo un
significado que se expresaba así: “Nunca olvides quien eres y
vive por hoy y por el mañana, que jamás se te olvide
sonreír y por terrible que haya sido tu día recuerda que el próximo
día el sol te recibirá con una gran sonrisa, tú haz
lo mismo”.
Con el tiempo, este amplio significado se
sintetizó. También se matizó para expresar un deseo, pero también
una afirmación contundente. Actualmente su significado es:
“Con el tiempo se arregla todo”.
Es un bello mensaje, lleno de poder.
“Los mantras son recursos para proteger nuestra mente contra los ciclos improductivos de pensamiento y acción”.
La palabra “Nankurunasia” tuvo su origen en el
dialecto okinawense.
Al principio contenía varios términos: “Nankuru nai sa”.
Luego estos elementos se fusionaron y fue así como se convirtieron
en una sola palabra que encierra un amplio significado.
Nankurunasia, un mantra
milenario
Los ancestros
japoneses empleaban la palabra “Nankurunasia” para evocar todo lo
bueno de la vida. Pronunciaban este término con frecuencia
y prácticamente en todo tipo de ocasiones. Sentían que el solo
hecho de decirlo les traía paz interior y confianza en lo que estaba
por venir.
Por eso, poco a poco la palabra
“Nankurunasia” se fue convirtiendo en un auténtico mantra.
Esto es, en una expresión que ayuda a conectarse con una vibración
interna positiva y alentadora. Un término que se pronuncia con
profunda conexión emocional y con el propósito de equilibrar las
energías internas.
Los mantras, así como las plegarias, adoptan un
significado muy especial para quien les otorga poder. Funcionan.
Hacen que el pensamiento
se enfoque hacia un punto que es relevante, que convoca sentimientos
y emociones constructivas. Mucho más en el caso de la
palabra “Nankurunasia”, que se ha convertido en un mantra de
esperanza.
¿La clave de todo?
“Nakurunasia” es una
forma de decir “todo va a estar bien”. De ahí que muchos la
consideren como la clave de todo. Tienen razón al pensar
así. Finalmente, la confianza
en lo que está por llegar es una fuerza gigantesca que nos ayuda a
seguir adelante. Esto es aplicable especialmente a esos momentos
difíciles en los que tenemos la sensación de que no hay una salida.
La confianza es lo que nos ayuda a
persistir. Si no creyéramos que al final todo va a estar
bien, seguramente desistiríamos de cualquiera de nuestras empresas
cada vez que encontráramos un obstáculo o una barrera que nos
detenga. Si hay confianza, en cambio, también es posible reunir la
fuerza necesaria para enfrentar esas dificultades que parecen
insalvables.
A eso es a lo que nos llama la palabra
“Nankurunasia”. A aceptar la sabiduría del tiempo. A
entender que si perseveramos, el tiempo mismo se encarga de ir
acomodando las cargas. Solo hay que dejar fluir los acontecimientos y
poner un poco de confianza en las medidas que llevamos a cabo para
que la situación cambie.
Todo es un mantra
Vale la pena recordar que cualquier palabra se
puede convertir en un mantra. No tiene que provenir de alguna
práctica religiosa o filosófica para que tenga poder. Somos
nosotros quienes le otorgamos la fuerza, en especial cuando repetimos
esa palabra con una fuerte conexión emocional. Por eso, así
como la palabra “Nankurunasia” llama muchas realidades positivas,
también hay otras expresiones que consiguen el efecto contrario.
Todo aquello que repites con frecuencia se
convierte en un mantra personal. Si dices muchas veces “¡Qué
aburrimiento!”, es probable que sientas cada vez más tedio y
desinterés por todo. Lo mismo ocurre si dices incesantemente “No
quiero”, ”No me gusta”, “No puedo” y todas aquellas frases
que expresan tu inconformidad, pero que también condicionan mucho tu
conducta.
Sin darte cuenta, tus pensamientos y tus
emociones comienzan a vibrar en el ritmo de las palabras que utilizas
con frecuencia para describir tu estado de ánimo. De ahí
que sea tan importante aprender a utilizar el lenguaje de una manera
responsable. Sobre todo, de una manera constructiva para nosotros
mismos. Las palabras acaban determinando nuestros pensamientos, y
estos condicionando toda nuestra vida.
No es gratuito que la palabra
“Nankurunasia” haya permanecido vigente durante miles de años.
Si bien su uso se había olvidado en parte, jamás desapareció del
idioma. Hoy se emplea en todos los rincones del planeta como un canto
privado de esperanza y optimismo.
Edith Sánchez
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