25.2.21

La felicidad no llega al obtener lo que no tenemos, sino al apreciar lo que ya tenemos

BUSCAR LA FELICIDAD EN TIEMPOS DIFÍCILES

En la mayoría de los casos, lo que llamamos nuestras limitaciones no son más que nuestra propia decisión de limitarnos. 

Vivimos inmersos en un mundo donde prevalece el bombardeo de información, el auge de las revistas del corazón, programas televisivos dedicados a hurgar en las intimidades de historias personales o mostrarnos también, la importancia de ser divertidos o desprejuiciados.

Nos enfrentamos al enjuiciamiento de todos sobre todo, sin una reflexión analítica, argumentada de los hechos y sus motivaciones. Pero más grave y mucho más profundo que todo eso, es la angustia, la incertidumbre que nos sacude por estos días, con la fuerza de algo incontenible y abrumador que nos deja impotentes para la lucha.

22.2.21

Atender las enseñanzas dejadas por personas más inspiradas que nos precedieron

QUÉ GRAN INVENTO, LA MAYONESA

Preparar mayonesa en casa es bastante fácil y sólo hacen falta unos pocos ingredientes que están en cualquier cocina, básicamente aceite y huevos. Pero honestamente, ¿se te habría ocurrido que batiéndolos el tiempo suficiente aparecería algo tan inesperado como la mayonesa? La verdad es que si no nos explican cómo se hace, es casi imposible que «descubramos» por nosotros mismos algo tan simple como la mayonesa.

Hace muchos años, cuando estudiaba una filosofía que se conoce como el Cuarto camino, leí el libro «Profundidad del hombre», de J. G. Bennett, que comienza así: «Este libro va dirigido a las personas interesadas en descubrir en qué modo han de vivir». Pero, ¿por qué tendríamos que prestarle atención a alguien que pretende explicarnos cómo vivir mejor? ¿Acaso nuestra familia, la escuela y la sociedad no nos prepararon adecuadamente para este mundo en el que nacimos?

Lamentablemente para mí, las cosas no siempre me resultaron fáciles. He padecido largos períodos de depresión en etapas de la vida que para otras personas son felices y fáciles de atravesar. Y precisamente porque no me sentía bien, desde mi adolescencia necesité buscar un modo mejor de vivir.

19.2.21

Cómo se nos escapa la vida mientras esperamos que sea perfecta para reír, bailar...

QUE ESPERAR UNA VIDA MEJOR NO NOS IMPIDA VIVIR ESTA

Darle la vuelta a todo a ver si algo cambia o, mejor, dar la vuelta nosotros y que nos caiga de los bolsillos todo lo que cargamos y nos sobra.

Tal vez deberíamos escuchar el silencio hasta encontrar qué mensaje nos aguarda en él. Bucear en nuestras emociones, en todas, en las que saben amargas y las que parecen dulces. En las que nos cuenta lo que nos asusta y en las que nos recuerdan lo que nos hacen felices. Y sobre todo, sin duda, en las que nos hablan de culpa, esa culpa inconsciente y pegajosa que nadie sabe de dónde viene pero todos sabemos que está, que existe y que cada día horada nuestra conciencia.

Ta vez deberíamos buscar la incomodidad un rato para dejar de huir de nosotros mismos y nuestras angustias, mientras el resto del tiempo nos tratamos tan bien y nos amamos tanto que no recordamos momentos más amables que estos…

15.2.21

Si pudieras ser inmensamente feliz, ¿renunciarías a obtener lo que más deseas?

CAFÉ PARA LLEVAR

VER VIDEO
El presente video es realmente bueno. Ojalá puedas verlo en un lugar tranquilo y prestarle toda la atención que se merece. Y es un excelente punto de partida para hacer algunas reflexiones:

Me quedo con las palabras finales de la protagonista, que quería tener dalias en su fiesta de casamiento sin poder aceptar que era imposible en esa época del año. Y tampoco pudo aceptar los tiempos de su ex, con quien las cosas podrían haber sido distintas.

Cuando nuestros deseos se hacen tan fuertes que no podemos aceptar que no se cumplan, pasan a la categoría de apegos y estamos en problemas.

12.2.21

La vida nos despeina en cada esquina para que aprendamos a vivir de lo imprevisto.

NO HAY MÁS REMEDIO

Cuesta confiar, cuesta mucho. El cuerpo te pide que salgas corriendo, pero no puedes.

Confiar en la vida, en las personas, en uno mismo. Lo llamamos confianza, pero en realidad se trata de fe. Esa capacidad de creer en algo que todavía no hemos visto o tocado. Levantarse día tras día con esa sensación de que todo saldrá como debe, a pesar de que no ves resultados… 

Mientras lo que pasa en tu vida o lo que no pasa no te hace sentir feliz o te da tanto miedo que no te deja ni pensar con claridad. Esa capacidad de decidir que sigues, aunque apenas te encuentras las ganas y todo parece llevar un ritmo que no es tu ritmo. Esa mañana cuando abres los ojos y recuerdas que anoche tu vida se quedó del revés y no sabes ni por dónde cogerla ni afrontarla pero sabes que toca levantarse y seguir… 

8.2.21

Hagamos un pacto sin obligaciones. No hay nada supuesto, nada que cumplir.

 

HAGAMOS UN PACTO

Hagamos un pacto. No, no uno de esos
que amarren la sangre a la voz del olvido.
No los de ceder derechos ni espacios
y que sean el lecho de amargos destinos.

Hagamos un pacto sin firmas ni condiciones
que esté basado solo en el amor.
Que acabe con todas las insinuaciones
que embarcan en el sueño de la desilusión.
Hagamos un pacto, un pacto de amor.

5.2.21

Sé esa persona que baila cuando nadie baila y deja de fingir que no oye la música

LA NECESIDAD DE SENTIRSE VULNERABLE

Así eres, maravillosamente frágil. Y en asumir esa fragilidad radica tu fortaleza. Al sentir esa ingravidez, esa indefensión y esa incertidumbre es cuando florece tu fuerza. Cuando tienes la valentía de sentir lo real, lo que está muy dentro y oculto, lo que otros esconden, justo en ese momento, hay algo en ti invencible e inquebrantable que ya nunca se podrá destruir ni violentar. Pase lo que pase. 

Al despojarte de sueños que no son tus sueños y de palabras que no son tus palabras…

Al escribir tus versos sin tomar prestados otros versos que te alcancen cuando bajas la guardia… Cuando busques consuelo en ti y notes que estás ausente… Cuando estando triste besas tu tristeza y no alcanzas a darte cuenta de que también es necesaria.

Al ser esa persona que camina cuando no ve el camino.

3.2.21

Rara vez dejamos espacio al caos, al desastre, a la aparición de un cambio de 180º

LA TEORÍA DEL CISNE NEGRO

Vivimos en la era de lo imprevisto. Hemos llegado a un momento en el que nadie sabe qué va a suceder mañana, una realidad que puede traducirse en la metáfora del cisne negro enunciada por Tassim Taleb. La analizamos a continuación.

La pandemia. El Brexit. La crisis social en Estados Unidos. Los atentados terroristas. El impacto de la tecnología en nuestras vidas. La teoría del cisne negro define muchos de esos fenómenos que, sin duda, han alterado nuestro equilibrio personal, psicológico, económico y político. De hecho, no faltan las voces que inciden en que atravesamos una era marcada por esta metáfora.

Señalar que vivimos una época marcada por lo impredecible es poco más que una obviedad. Así, y aunque bien es cierto que las crisis son una constante en el fluir del tiempo y de la existencia personal de cada uno de nosotros, nunca estamos preparados para sus llegadas. Nos turban, nos sorprenden y hacen que perdamos el equilibrio. Son dinámicas que a nadie le agradan.

1.2.21

Sólo nos dimos cuenta que había estado sonando la música cuando dejaron de tocar

MIEDO CON MAYÚSCULAS

No nos gusta tener miedo. No nos gusta porque es como admitir que somos extraordinariamente vulnerables y que estamos perdidamente indefensos… Aunque así es. El miedo nos paraliza, pero también nos pone alerta. Aunque es un miedo que no se calma usando la fuerza para protegernos, ni haciendo guardia para que no nos ataquen. Es un temor a desaparecer, a perder la rutina, a no despertar de la pesadilla nunca más o que al hacerlo, todo sea tan distinto a como era antes que queramos volver a quedarnos dormidos.

Es un espasmo lento que se repite varias veces al día y nos trae historias tristes que  hablan de horror e injusticia y que se nos filtran por los poros y se quedan a vivir en nuestros pensamientos hasta habitar en cada una de nuestras partículas. Somos carne de cañón para un miedo atroz que nos impide pensar claro, poner orden y tomar decisiones sensatas. Vamos del “sálvese quien pueda” a la cadena de mensajes que no llegan a nadie que los necesite y que insisten en hacernos sentir pequeños, gastados, agotados, tristes y presa fácil de todo.