31.10.19

Quienes persiguen la excelencia se limitan solo a superarse a sí mismos

ESFORZARNOS POR LA EXCELENCIA NO POR LA PERFECCIÓN

El perfeccionismo es una forma de sufrimiento que nos aboca a valorarnos solo por lo que logramos. La excelencia, en cambio, parte de una buena autoestima y de un sentimiento de superación constante. En él, la amargura por el fallo no tiene sentido y el éxito une logros y errores con un mismo hilo.


Aspirar a la perfección nos aboca, en muchos a casos, al sufrimiento. En realidad, deberíamos esforzarnos por la excelencia, ahí donde dar lo mejor de nosotros mismos en cada circunstancia, sin tener otro referente más que el nuestro. Estamos ante una estrategia que podemos convertir en un estilo de vida para mejorar, para crecer en felicidad y alcanzar la autorrealización.

Decía Aristóteles que las personas somos lo que hacemos día a día, y que la excelencia, lejos de ser un acto, es un hábito. Sin embargo, nuestro principal problema en esta área, es que muchas de nuestras metas son externas y no internas. ¿Qué significa esto? Significa que vivimos de acuerdo a una vara de medir donde nos comparamos siempre con lo que otros hacen, dicen o esperan de nosotros.

30.10.19

Que la vida no tenga sentido no quiere decir que no podamos darle uno

TE HAS PREGUNTADO ¿DE QUÉ VA TU VIDA?
Las personas que tienen una historia son dignas de admiración. No momentos, sino una historia. Es importante que distingamos esto, pues una historia se compone de momentos, pero no todos los momentos hacen una historia. 

Estas personas me parece que tienen vidas fascinantes. Siempre están haciendo algo y siempre tienen algo que contar. Los ojos les brillan como si sus retinas no fueran espejo de la luz de fuera sino ventanas de la luz que llevan dentro.

TU VIDA… ¿DE QUÉ VA? 

El ser humano está hecho para sobrevivir, no para ser feliz. Eso lo sabemos. Para lo primero estamos programados; para lo segundo hay que hacer un esfuerzo para poder cambiar el programa.