GANAS DE HUIR Y DEJARLO TODO
Hay días en los que deseas escapar bien lejos y huir de
todos los problemas. Sin embargo, ¿es esa la mejor solución? ¿Qué deberíamos
hacer realmente cuando el peso de la vida se hace en ocasiones insufrible?
Decía con acierto
Antoine de Saint-Exupéry que la huida no ha llevado a nadie a ningún sitio.
Sin embargo, esta posibilidad es tentadora en infinidad de veces. Sobre todo,
cuando la vida aprieta, los problemas son muchos y ciertas personas nos agobian
o amenazan nuestro bienestar. Hay algo catártico en la imagen de nosotros
mismos tomando distancia de todos y de todo…
Sin embargo, detrás
del deseo de huida hay realidades subyacentes que convendría atender antes de
comprar un billete al azar a alguna parte. Porque por muchos
kilómetros que dejemos atrás en nuestra escapada, los problemas seguirían
pesando en la mochila.