9.4.13

Aprendí a disfrutar del tiempo y ahora vivo más intensa y plenamente que antes


TIEMPO AL TIEMPO

La vida es para disfrutarla, paladearla a medida que va transcurriendo, día a día, hora a hora, minuto a minuto! Pero para lograrlo, uno debe tener el tiempo suficiente para disfrutar de lo sencillo y cotidiano que hay a nuestro alrededor! Y para ello es necesario tener tiempo… y confiar!
Tiempo es, precisamente, lo que nos falta en nuestro mundo de hoy, en el que cada minuto es oro, en el que perder el tiempo es un pecado y en el que hay que realizar el máximo de cosas en el mínimo tiempo posible! Ni qué decir tiene que el estrés, la ansiedad y la hiperactividad son su evidente contrapartida, lo que nos provoca la falta de atención y un paulatino deterioro de nuestra salud!
¿Por qué vamos de prisa a todas partes? ¿Por qué no sabemos disfrutar de la serenidad y del sosiego, ni tan siquiera en nuestro tiempo libre? ¿Por qué esa necesidad de sentirnos permanentemente ocupados o preocupados? ¿Por qué no nos damos cuenta de que la prisa es una mala consejera… y que nos impide ser plenamente conscientes de nuestra realidad más inmediata?
Sin duda recobrar el verdadero valor del tiempo en nuestra vida, aprender a utilizarlo a nuestro favor y perderlo con nosotros mismos o realizando actividades que nos provocan placer es la gran asignatura pendiente de cualquiera de nosotros…
Reconozco que tardé demasiados años en darme cuenta del placer de la serenidad y de concederme tiempo a mí mismo. Durante casi 30 años trabajando como consultor de empresa, iba de un lado al otro, sin parar. Y me sentía culpable cuando tenía un espacio blanco en mi agenda y no tenía algo especial y productivo que hacer. Ni que decir tiene que entonces el tiempo pasaba volando, de hora en hora, de semana en semana, de mes a mes, de año a año, sin parar!

Pero un buen día descubrí que el tiempo sentido y vivido así se convierte en un arma letal que va contra nosotros mismos. ¿O es el tiempo ajeno a nosotros mismos el que es peligroso? Porque el tiempo con uno mismo o realizando algo que nos produce placer, satisfacción o felicidad es tiempo bien aprovechado! Así, como se suele afirmar, el tiempo es algo relativo… y es el más preciado tesoro de nuestra vida! Y, como todo en ella, no es bueno ni malo, sino que dependerá del sentido que le demos a ese tiempo disponible! Lo que es seguro es que nadie conoce exactamente y de antemano el tiempo que dispondrá para vivir! Por ello el tiempo es tan preciado y algo que debemos disfrutar y respetar, pues es todo lo que tenemos en esta vida -corta o larga- que cada uno vivirá!

Y está claro que, cuando se acabe mi tiempo de vida -sea mucho o poco- lo importante será saber cuánto tiempo he utilizado a mi favor y en mi propia vida y cuánto he desperdiciado viviendo una vida ajena y/o solo para los demás! No sé si será el bíblico Juicio Final, pero se me preguntará qué hice con el tiempo que se me regaló al llegar a mi vida! Si en ella aprendí a utilizarlo para vivir intensamente, para disfrutar de los detalles y/o compartir mis logros con los demás, la vida habrá sido a todas luces positiva para mí, para los demás y para el mundo en que viví! Si, en cambio, mi vida consistió en surfear por los acontecimientos que la vida me regaló, huyendo de las emociones que generaban y/o atesorando las experiencias vividas para mí sólo, mi vida habrá sido un fracaso!

Pero te confesaré algo personal. En cuanto aprendí a disfrutar del tiempo en mi vida en vez de ser una víctima de él, me da la sensación que pasa más lentamente y, en cualquier caso, s, cuando solo sabía correr! Así, hoy tengo la grata sensación de aprovechar mucho más mi tiempo invirtiéndolo en mí y/o en las cosas realmente esenciales e importantes de mi vida, dándole sentido pleno y, como consecuencia, a la de los demás que me rodean. Podría afirmar que cada minuto que pasa hoy lo vivo como una gran oportunidad para vivir intensamente, aprender y disfrutar… además de compartir lo mejor de mí mismo y de mi tiempo, que es el más preciado tesoro que puedo regalarme y regalar, por amor!

Escrito por Miguel Benavent de B.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario