11.1.22

Una cuenta sin interés que solamente suma. Lo que reste no saldrá jamás del corazón

LA SOLUCIÓN, USAR MÁS EL CORAZÓN

El corazón es el gran olvidado, cada vez lo usamos menos cuando es el que nos da las ideas mejores y más brillantes y las soluciones más ponderadas, pero estamos en una era tecnológica, donde lo mental domina y la mente no es la mejor consejera en decisiones importantes.   

Cuando los malos momentos están a punto de llegar, el corazón busca cobijo cálido en el lugar que reside la ternura; cuando la soledad aplasta con su vacío las horas muertas sin compañía, encuentra el abrazo de la pasión que lo alimenta desde sus propias entrañas.     

El corazón siempre nos proporciona una salida. Lo que nos ocurre es que vamos con el mental puesto y no lo escuchamos por el ruido que hace la mente que no para, y en otras ocasiones, no lo queremos escuchar y así nos va.

Por eso a veces se ahoga, otras llora, muchas se entristece, otras se llena de ansiedad y acaba sintiéndose en soledad.

El corazón tiene la propiedad exclusiva de equilibrase a sí mismo. Tiene inteligencia propia, sabe, piensa, siente, imagina y toma sus propias decisiones. El corazón se emociona y llora, grita y ríe. Se encoge y enferma. Se expande y alegra. Algo que ya la ciencia ha confirmado, diciéndonos que tiene su red neuronal propia, mayor que la del cerebro y la energía que mueve es 60 veces superior a la que movemos con la mente.

El corazón está aún por definir, muchos le denominan órgano pero es un músculo, en realidad es mucho más y totalmente autónomo. En el reside la clave de un mundo mejor en un futuro.

Es un ente puro, libre y sin ataduras. No responde a contratos, ni a firmas, ni a plazos fijos, no admite hipoteca. Es una cuenta sin interés que solamente suma. Todo lo que reste no saldrá jamás del corazón. Tal vez de otros sitios, pero nunca de él saldrá nada que nos perjudique. 

Es un tesoro por descubrir. Un museo que contiene todo. Es el lugar que siempre nos espera y acoge aunque hayamos huido lejos de él.

El corazón solamente usa un lenguaje, un único código cifrado en dígitos especiales que se interpretan como una vibración… la vibración del amor.

La comunicación de corazón a corazón, es el lenguaje que todos entendemos con independencia del idioma que cada uno tenga. Cuando nos salimos de esta forma de comunicación se produce el caos, los malos entendidos y las diferencias entre los seres humanos se acentúan, la comunicación de corazón a corazón nos acerca a los demás y nos hace sentir uno con toda la creación.

Hay personas que son todo corazón. Hay otras que no le encuentran aunque le busquen. Pero él siempre está ahí. Hay esperanza. Solamente hay que empeñarse en la búsqueda silenciosa y serena, para volver a reencontrarnos con él.

Dejar de pensar. Sentir. Respirar lentamente. Cerrar los ojos y sentirnos todo corazón de los pies a la cabeza.

Seamos uno con él y habremos llegado al final estando en el principio.

http://lacienciadelespiritu.blogspot.com/2022/01/la-solucion-usemos-mas-el-corazon.html  

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