20.3.14

No creo en el futuro ni en el pasado... creo en el AQUÍ ES AHORA. ¡Ah!... Y ante todo creo en el AMOR.

RELIGIONES, CREENCIAS Y DOGMAS

Ha llegado un momento en mi vida en que he dejado de debatirme. SI, en serio.

No me pregunto ni la mitad de cosas de las que antes me preguntaba. Y  no es por haber obtenido respuestas, sino porque me he dado cuenta de que hacía las preguntas equivocadas.

Lo primero que estoy tratando de hacer es no enjuiciar nada ni a nadie... esto resulta difícil, ya que en el trascurso del día, normalmente ponemos en el estrado gran cantidad de situaciones y de personas y sus actos. Desde que nos levantamos de la cama, sometemos a juicio multitud de sucesos y personas... empezando, tristemente, por nosotros mismos.


En eso, ya llevo unos pasos de adelanto... hace ya tiempo (aunque a veces tengo recaídas) aprendí a quererme (cuidado, digo a quererme, no aceptarme... lo de aceptarme es una trampa... aceptación suena a rendición) tal como soy... a amar mis imperfecciones, pues están ahí para que las “vea” y busque superarme, avanzar, crecer... que en definitiva es para lo que estamos aquí.

Hubo un tiempo, en el que atacaba la existencia y los dogmas de la religiones (especialmente la católica) hasta que me di cuenta que el problema no está en la religión sino en las interpretaciones que se hacen de ella...  Hoy, si ataco algo, son las situaciones que me parecen injustas (si, ya... un juicio... estoy en ello)...sabiendo que cada una de estas situaciones tiene su porque (tal vez un obstáculo que superar, una espoleta que reactive nuestros pasos...) y su para qué.

Dicho esto...debo aclarar una serie de conceptos que no me llegan, no siento, no “veo”.
No creo en los dogmas de fe... no creo en las interpretaciones... No creo en Dios.
Me aclaro... no creo en el Dios de los católicos, de los cristianos, de los musulmanes... no creo en un Dios vengativo y cruel que siempre nos está exigiendo perfección y servidumbre... sobre todo, cuando según los grandes ministros de estas religiones hablan de cuan imperfectos somos...

¿Si ÉL nos creo y nos hizo tan arteros, tan promiscuos, tan pecadores? ¿Como diablos se le ocurre pedirnos santidad, propensión a la adulación divina y tantas loas, alabanzas y monsergas?... Una de dos, o está loco o es realmente malicioso.

Como estos conceptos son para mi absurdos... mi sentir es que Dios, como ser externo y todopoderoso que SIEMPRE unta la manteca en el pan para lanzárnoslo y que caiga siempre bocabajo... NO EXISTE.

No creo en religiones que construyen templos enormes y opulentos y manejan el bienestar de sus fieles. No puedo, no creo en eso. NO creo en la curia romana, pero tampoco en ninguna otra. Creo en el hombre... El que está dentro y no dejamos salir.
Y así me muevo...
No creo en el futuro ni en el pasado... creo en el AQUÍ ES AHORA.
No creo en los que dicen saber... No creo.

En lo que sí creo es en que todos formamos parte de un todo... TODOS... Tu vecino que llega borracho a las 4 de la mañana con ganas de bronca... el extorsionador de turno que se enriquece a costa de la miseria de otros... la anciana que da parte de su ínfima pensión para que una familia necesitada sobreviva un día más... el político corrupto, el trabajador honrado, el futbolista multimillonario, el que pide en la puerta de una iglesia... TODOS somos parte de algo ÚNICO... aunque cada uno somos a la vez entes individuales con caminos y trayectorias que seguir... con aprendizajes dispares... y así debe ser... UNICIDAD pero a la vez DIVERSIDAD

Y así me sigo moviendo... creciendo... en eso creo... Lo demás lo dejo en manos más doctas, según lo establecido... Crezco con mis imperfecciones, con mis pasos hacia atrás, mis contradicciones... Y así soy feliz... que es al fin y al cabo el resultado que espero en esta y otras experiencias vitales dimensionales.

¡Ah!... Y ante todo creo en el AMOR.



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