30.6.15

Plantéate que hoy puede ser un gran día e intenta crear oportunidades para que lo sea

LOS MALOS DÍAS VIENEN SOLOS 

LOS BUENOS HAY QUE SALIR A BUSCARLOS

 Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que hacer antes que el reloj sonara. 
Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante. 
Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener.

Hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso 
o puedo dar gracias porque las plantas están siendo regadas. 

Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero 
o puedo estar contento porque mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia.

Hoy puedo quejarme de mi salud 
o puedo regocijarme de que estoy vivo. 


Hoy puedo lamentarme de todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo 
o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.

Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas 
o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.

Hoy puedo auto compadecerme por no tener muchos amigos 
o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar 
o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela 
o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.

Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar 
o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi mente y cuerpo

Hoy el día se presenta ante mi esperando a que yo le de forma y aquí estoy, soy el escultor.

Lo que suceda hoy depende de mí, yo debo escoger qué tipo de día voy a tener.
Que tengas un gran día…a menos que tengas otros planes.”


Todos podemos decidir si queremos vivir una vida grande o, más sencillo aún, que no solo queremos tener un buen día sino un gran día. No importa el tiempo que llevemos transitando por la senda de la mediocridad: siempre podemos elegir cambiar de camino. Siempre. Nunca será demasiado tarde para encontrar nuestra voz.

Stephen Covey

Hoy es un buen día para sonreír


Todos sabemos que los malos días vienen solos, por eso tenemos que salir a buscar los buenos momentos. Levantarnos con el pie derecho es una cuestión de responsabilidad. Así que es nuestra decisión porque, aunque todo se tuerza, los buenos días se crean o no se crean.

Si ayer no tuviste un buen día, procura tenerlo hoy. No pienses que eres el culpable de los malos momentos, nada más lejos de la realidad, la vida es un cúmulo de circunstancias en un camino que no es de rosas, sino de pinchos.

Por eso, acepta y asume que tener un buen día es en buena parte cuestión de actitud. Es decir, tú creas el escenario en el que vas a participar, tú puedes evitar enfadarte a cada segundo, ser amable, no amargarte y no dejar las cosas para más tarde.

Así, aunque haya días en los que resulte complicado, siempre puedes tener un buen gesto con tus seres queridos, dar un paseo, hacer ejercicio, no pensar en negativo y aceptar la vida como viene, sin enfrentarte a ella y sin luchar contra tus emociones.

En definitiva, plantéate que hoy puede ser un gran día e intenta crear oportunidades para que lo sea



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