22.10.13

Debes ser el pirata de todos tus mares y no un simple grumete que transporta pasajeros entre las dos mismas orillas toda su vida.


EMPIEZA POR LO QUE NO QUIERES
 Si desconoces el camino, descarta senderos

Qué difícil es saber lo que uno quiere. Espinosa situación se presenta ante las personas cuando llama a la puerta el apresurado y siempre estresado concepto de la elección. Eso ocurre si no tienes las ideas claras, y si las tienes, deberías pensar bien por qué crees haber dado con lo correcto, no vaya a ser que escondas algún miedo o indecisión y lo disfraces de seguridad ante los demás. Dudar es lo que te convierte en singular y no la decantación animal que trae de nacimiento una misión concreta.

Descartemos a los genios que sí lo saben, los animales y a las personas aparentemente normales pero ansiosas de genialidad que creen saberlo. ¿Quiénes quedan? Todos nosotros, es decir, casi todos. Ahora bien, ¿por qué pasa? Pues por el recurrente mensaje de fondo de mis artículos, la razonable duda que todo lo inunda para bien. A pesar de sus bondades, cuando se nos presentan varios caminos u opciones, la duda sólo nos mantiene inmóviles ante esas proposiciones del destino. ¿Es lo que queremos? Claro que no, dudamos para ser mejores, nunca para parar la máquina de nuestra vida. ¿Entonces? No ocurre nada malo, sólo hay que saber cómo salir del vicioso círculo de la indecisión.

¿Qué quieres ser? ¿Cómo quieres ser? Si eres un genio podrás responder, si eres normal, dirías que no sabes concretamente, porque te gustan muchas cosas y querrías tener en ti virtudes diversas. He ahí la cuestión, querido lector. La pregunta está incompleta. ¿Cuál sería entonces la pregunta completa y correcta? Como casi siempre en la vida y para todo: su antítesis. Es decir, ¿qué no quieres ser? ¿Cómo no te gustaría ser?

La segunda parte de la pregunta desencadena en ti respuestas concretas, pues de lo que sí estás convencido es de lo que no quieres en tu vida. “Empieza por lo que no quieres”, así comencé este artículo y es ahora cuando cobra sentido. Es justo en ese lugar donde la duda razonable viene a rescatarnos, esa que siempre nos acompañará para bien. Ese talismán en tu camino te sugiere que abandones todo aquello que te ofrece para bien y mal la vida y que no quieres en la tuyaNo quiero ser esto y aquello, dirá tu interior, descartando caminos pero conservando todos los que en su recorrido tienen algo de tu agrado.

Si no sabes lo que quieres, no te sientas afligido, tal y como quieren provocar en ti quienes sí eligieron y no están satisfechos. Suelen tomar el analgésico de la “ley de vida” para aliviar un dolor de cabeza con tendencia a migraña a lo largo de los años.

¿Hay que ser una sola cosa? ¿Quién dijo que sí? Nadie razonable, sin duda. Quien lo sostenga es alguien rígido e inmovilista, alguien estacionado en el camino de los tiempos o habitando un hogar alumbrado por la luz de un candil. Muy romántico, pero el romanticismo nunca estuvo casado con el atraso. Es un estado que no se puede tocar, las cosas sí. Se podrá ser romántico dentro de 100 siglos en una nave espacial, no me cabe la menor duda.

Tienes que decidirte, sostienen. Y tú, en tu razonable duda, indeciso con qué camino elegir. Fatal consejo ofrecido y contra natura intento. La inteligencia es en sí misma pluralidad de acción y por ello es siempre un barco que navega según el viento de tu elección. Debes ser el pirata de todos tus mares y no un simple grumete que transporta pasajeros entre las dos mismas orillas toda su vida.

Si no sabes lo que quieres recuerda que estás en lo correcto, que no te engañen. Si quieres mayor certidumbre en ese viaje “empieza por lo que no quieres” y te dirigirás hacia un horizonte que sí ha dejado a su espalda destinos no deseados. Ya no estarás perdido en un infinito océano de direcciones. Eliminar esa parte será ya la correcta elección que te llevará a miles de orillas.

Felices días a todos
Empieza por lo que no quieres es un consejo de navegación que firma Miguel Ángel Blanco Martínez, capitán al timón de la duda certera




No hay comentarios:

Publicar un comentario