14.7.14

Todo se intensifica y adquiere un color que hacía tiempo que no veías más que en tus sueños

¿TE ATREVES A MEJORAR? 


Se suele pensar que las personas no cambian! Que cada uno es como es…y no hay más! Lo máximo que, al parecer, puede hacer uno mismo es adaptarse a su manera de ser, a su personalidad. Y, para muchos, eso es precisamente la felicidad! La capacidad humana de aceptar cada una de sus fortalezas y sus debilidades, sacándoles el mejor partido! Yo, a eso, le llamo adaptabilidad, no felicidad!
Así cada uno lleva a sus espaldas lo que le ha tocado en suerte en su historia y en su personalidad… aunque las más de las veces eso suponga una carga! Porque, a decir verdad, el ser humano es capaz de aguantar lo insoportable, tal es su grandeza y su poder! Pero, cargar por cargar, uno preferiría dejar atrás mucho de lo malvivido, no es así? Quedarse con lo aprendido y olvidar todo eso que aún pesa en nuestra vida y que, de vez en cuando, emerge en alguna situación inesperada!
Reconozco que durante bastantes años fui capaz de llevarme bastante bien conmigo mismo! Aunque llevaba una mochila llena de experiencias e historias no demasiado agradables, era capaz de ir a una velocidad de crucero bastante aceptable. Mi ego estaba encantado! Uno aprende incluso a correr con un lastre a sus espaldas! Aparentemente era todo un ser bien adaptado… aunque ahora me doy cuenta de que eso no me hacía feliz!

Y un buen día, sin que ocurriera algo especial -o precisamente porque ocurría-, te das cuenta de que esa mochila empieza a pesar. Y decides probar cómo se anda sin tanto peso a la espalda, por cierto ya contracturada. Y reúnes las fuerzas y el valor necesarios como para mirar dentro de tu mochila y te das cuenta de que hay algunas cosas ya inservibles en ella. Y, una a una, empiezas a vaciar la mochila de todo aquello que te sobra y te duele o, lo que es lo mismo, que solo hace que la mochila pese demasiado. Para eso, uno debe quererse mucho, porque a veces cuesta! Y así, día a día, te sientes más y más ligero. Alguien dijo “vaciar para luego volver a llenar, con lo nuevo”!
Y, desde entonces, ya con la mochila bastante vacía de todo aquello que solo pesaba, empiezas a darte cuenta de que andas más ligero, sin tanto esfuerzo! Y que, día a día, la vida te va regalando oportunidades, experiencias e instantes nuevos, que deseas guardar. Algunas por un rato, otras por alguna razón y algunas otras, para siempre. Y cada una de ellas, duren lo que duren, son intensas sensaciones que te procuran grandes emociones y te ayudan cada día más a ser más como tú en realidad eres! Y ves que tu vida cambia, como cambia tu personalidad con ella. Todo se intensifica y adquiere un color que hacía tiempo que no veías más que en tus sueños, que por cierto, nunca creíste que se convirtieran en realidad…
Escrito por Miguel Benavent de B. 

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